Ni lubina ni salmón: el pescado que contiene una gran cantidad de omega-3 y que es perfecto para tu dieta

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El pescado es uno de esos alimentos que, además de ser deliciosos, están repletos de beneficios para la salud. Incorporar pescado en la dieta es una decisión inteligente, ya que es una fuente de proteínas de alta calidad y está cargado de nutrientes esenciales que ayudan a mantener el cuerpo en plena forma.

Entre sus virtudes se encuentran los ácidos grasos omega-3, famosos por sus propiedades para cuidar el corazón, reducir el colesterol y combatir la inflamación en el organismo. Además, este tipo de ácidos grasos tienen un papel crucial en la salud cerebral, mejorando la memoria y favoreciendo un buen estado de ánimo.

Aunque muchas veces se piensa automáticamente en pescados como el salmón o el atún para obtener estos beneficios, hay otras opciones que, aunque menos conocidas, no tienen nada que envidiarles. Aquí es donde entra en juego el abadejo, un pescado blanco que se está ganando un sitio en las cocinas de quienes quieren cuidarse sin renunciar al sabor.

Este pescado destaca por su altísimo contenido en omega-3, esos ácidos grasos que mantienen al corazón funcionando como un reloj. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el abadejo es una excelente fuente de proteínas y grasas insaturadas, lo que lo convierte en un aliado perfecto para prevenir problemas cardiovasculares y mantener un sistema circulatorio saludable.

Pero eso no es todo. A diferencia de algunos pescados que pueden contener niveles preocupantes de mercurio, el abadejo es una opción segura, incluso para los más pequeños de la casa. Esto añade un plus de tranquilidad al saber que toda la familia puede disfrutarlo sin riesgos. Aunque como siempre, es recomendable contrastarlo con nuestro médico antes de incluirlo en la dieta.

Otro punto a favor del abadejo es su bajo contenido en calorías y grasas. Esto lo hace ideal para quienes buscan cuidar su figura sin sacrificar el sabor ni los nutrientes esenciales. Entre estos nutrientes se encuentran minerales importantes como el yodo, el fósforo, el potasio, el calcio y el magnesio.

El yodo es fundamental para el correcto funcionamiento de la tiroides, mientras que el fósforo es clave para mantener los huesos y los dientes fuertes. El potasio y el magnesio, por su parte, contribuyen a la función muscular y nerviosa, manteniendo el equilibrio del organismo.

¿Y en la cocina? El abadejo es un verdadero comodín. Su carne firme y su sabor suave se adaptan a cualquier receta, desde preparaciones al horno y a la plancha hasta guisos y sopas. Esto significa que no solo es nutritivo, sino también muy versátil. Puedes disfrutar de sus beneficios sin aburrirte de comerlo siempre de la misma manera.

Aunque pescados como la lubina siguen siendo las opciones más utilizadas cuando se busca un buen aporte de omega-3, el abadejo se presenta como una alternativa menos conocida pero igual de nutritiva y sabrosa. Incluirlo en la dieta es una forma de variar los menús, cuidar la salud del corazón y asegurarte de que estás alimentando a tu familia con lo mejor del mar. La próxima vez que vayas a la pescadería, dale una oportunidad.