Si decoras tu casa en Navidad esto es lo que puede significar, según la psicología

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Estamos a finales de noviembre, y las tiendas ya están llenas de adornos navideños. Es esa señal inconfundible de que la Navidad está a la vuelta de la esquina. Cada vez más personas se adelantan a decorar sus casas con luces, árboles y guirnaldas, incluso antes de que llegue diciembre. Puede que a algunos les parezca demasiado pronto, pero estudios recientes sugieren que esta costumbre esconde algo más profundo, algo que va más allá del simple entusiasmo por celebrar.

Según la psicóloga Carmen Harra, en declaraciones al 'Daily Mail', decorar temprano podría estar relacionado con emociones ocultas y patrones subconscientes que no siempre reconocemos. En algunos casos, esta práctica puede ser una forma de buscar atención, un reflejo de narcisismo.

Transformar el hogar en un espectáculo visual permite a algunas personas recibir elogios y validación de los demás. La decoración se convierte en una manera de destacar, de crear un “paraíso” personal que otros admiren, satisfaciendo esa necesidad de ser el centro de atención. Pero esta no es la única razón detrás de este comportamiento.

Otro motivo, según los expertos, es la necesidad de llenar un vacío emocional. Decorar temprano puede ser una manera de proyectar una imagen de felicidad y perfección, utilizando luces y adornos como un escudo para cubrir carencias internas. Crear un ambiente idealizado ayuda a evocar una sensación de bienestar que quizá no está presente en el día a día.

En un sentido más amplio, los psicólogos señalan que esta costumbre está relacionada con lo que llaman “anticipación de la felicidad”. Decorar antes no solo revive recuerdos positivos, sino que también prepara mentalmente para una temporada cargada de momentos especiales. Este ritual, además, mejora el bienestar emocional y ofrece un pequeño respiro frente al estrés y la rutina diaria.

Además, no debemos olvidar el impacto social de las decoraciones navideñas. Algunos estudios destacan que los hogares decorados proyectan una imagen de mayor sociabilidad. Las luces y adornos envían un mensaje de calidez y apertura, fomentando las conexiones con vecinos, amigos y familiares.

Así que, si ya has colocado tu árbol o adornado tu casa con luces, puede que estés buscando algo más que celebrar: tal vez estés reconectando con tus recuerdos, buscando un poco de alegría o creando un espacio de felicidad aquí y ahora.