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El cerebro de una madre cambia: así se diferencia del de una mujer que no ha tenido hijos, según la ciencia
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El cerebro de una madre cambia: así se diferencia del de una mujer que no ha tenido hijos, según la ciencia

La experiencia de ser madre modifica el volumen de ciertas regiones cerebrales, específicamente el hipocampo y la amígdala, en función del parto y del estado emocional en el posparto

Foto: Mujeres embarazadas (iStock)
Mujeres embarazadas (iStock)

La maternidad no solo transforma la vida, también el cerebro. Investigadoras del Hospital General Universitario Gregorio Marañón han demostrado que la experiencia de ser madre modifica el volumen de ciertas regiones cerebrales, específicamente el hipocampo y la amígdala, en función del parto y del estado emocional en el posparto.

Según el estudio, publicado en 'Science Advances'y recogido por 'Infosalus', no se observaron diferencias cerebrales significativas durante el embarazo entre mujeres embarazadas y mujeres sin hijos. Sin embargo, entre el final del embarazo y las primeras semanas tras dar a luz, sí se produjeron cambios relacionados con la experiencia del parto y la depresión posparto.

Imágenes cerebrales para entender la maternidad

placeholder Una embarazada se toca la tripa. (Getty/Ian Waldie)
Una embarazada se toca la tripa. (Getty/Ian Waldie)

Las mujeres que describieron su experiencia de parto como negativa presentaron un mayor aumento del volumen en el hipocampo, una zona vinculada a la memoria. Por su parte, aquellas con síntomas depresivos en el posparto mostraron un incremento más notable en el volumen de la amígdala, región relacionada con el procesamiento emocional.

La investigación se realizó a partir de imágenes por resonancia magnética de 88 madres primerizas, tomadas al final del tercer trimestre del embarazo y en el primer mes tras el parto. También se incluyó un grupo de control formado por 30 mujeres sin hijos, evaluadas en el mismo periodo.

Cambios comparables a los de la adolescencia

placeholder La pica puede darse en mujeres embarazadas. (Pexels/Jonathan Borba)
La pica puede darse en mujeres embarazadas. (Pexels/Jonathan Borba)

Los resultados sugieren que los cambios observados en el cerebro materno son adaptaciones a los retos emocionales del parto y la maternidad, pero también pueden revelar vulnerabilidades psicológicas. “El parto y el posparto son momentos de gran intensidad emocional que la madre recuerda durante toda su vida”, señala Cristina Ballesteros, del grupo de Neuroimagen del liSGM.

Este estudio continúa una línea de investigación iniciada hace siete años, que ha demostrado que la maternidad implica transformaciones similares a las de la adolescencia en el cerebro.

placeholder Las embarazadas deben consultar con una profesional (Matilda Wormwood/Pexels)
Las embarazadas deben consultar con una profesional (Matilda Wormwood/Pexels)

“Ambos periodos están marcados por una reducción en el volumen de la sustancia gris”, afirma María Paternina-Die, también autora del estudio. Posteriormente, en el posparto, el volumen cerebral aumenta, aunque no llega a los niveles previos al embarazo.

La maternidad no solo transforma la vida, también el cerebro. Investigadoras del Hospital General Universitario Gregorio Marañón han demostrado que la experiencia de ser madre modifica el volumen de ciertas regiones cerebrales, específicamente el hipocampo y la amígdala, en función del parto y del estado emocional en el posparto.

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