Elizabeth Clapés, psicóloga: "La sensación de que te descuadran cosas es una red flag como un piano"

Hay momentos en una relación en los que algo no encaja. No sabes exactamente qué es, pero lo sientes: incoherencias, gestos que no cuadran, explicaciones vagas. Esa intuición, según la psicóloga Elizabeth Clapés, es más que una señal: es una alerta emocional que no deberíamos ignorar.

“La sensación de que te descuadran cosas es una red flag como un piano”, afirma con contundencia Clapés. Para ella, ese malestar inicial que muchas personas intentan racionalizar o justificar es precisamente lo que debería hacer sonar las alarmas.

Lo más habitual, señala, es que ante esa incomodidad surja el deseo de seguir conociendo a la otra persona para “entenderla mejor”. Pero ese impulso, lejos de calmar la duda, suele acabar agravando el malestar. “Vale mucho más quedarse con la curiosidad que con el trauma”, apunta. Es decir, a veces es preferible marcharse sin todas las respuestas que quedarse a vivir un daño emocional.

La psicóloga lo explica con claridad: no todo lo que parece misterioso o enigmático es interesante. A veces lo que parece “interesante” acaba siendo “traumatizante”. Y quedarse a descifrar a alguien que no se comunica con claridad o cuyas actitudes generan confusión suele tener un precio emocional alto. “No entiendo por qué haces las cosas, pero ahí te quedas”, sentencia.

Según Clapés, una de las claves del bienestar emocional está en aprender a sentirse cómodo sin tener que entenderlo todo. No siempre vamos a obtener explicaciones, ni todas las personas se mostrarán con honestidad. Y eso está bien, siempre que sepamos poner límites a tiempo.

Elegir irse antes de que duela no es cobardía, es amor propio. Y a veces, la mejor decisión es dejar a alguien como “una persona interesante que conociste” y no como “una herida que aún estás intentando cerrar”.