5 trucos con jabón Beltrán que siempre funcionan, según expertas en limpieza

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En el mundo de la limpieza del hogar existen productos tradicionales que, pese al paso del tiempo, siguen demostrando su eficacia. Uno de ellos es el jabón Beltrán, un clásico que continúa teniendo espacio en muchas casas gracias a su versatilidad. Más allá de su función como detergente, puede emplearse en distintas tareas domésticas, tal y como explican Marta y Elena, creadoras de la cuenta de Instagram @hogardiez.

El primer uso destacado es como quitamanchas. Basta con aplicarlo directamente sobre la mancha, frotar ligeramente y llevar la prenda a la lavadora para que quede limpia. También funciona como insecticida casero: diluyendo dos cucharadas de jabón Beltrán por cada litro de agua caliente y pulverizando sobre las plantas, se consigue mantener alejados pulgones, ácaros o mosquitos.

Otro de los usos más prácticos es como desengrasante. Con una mezcla de varias cucharadas de jabón en agua caliente, guardada en un pulverizador, se puede limpiar desde la encimera hasta la campana extractora, el microondas o incluso el horno. Su eficacia contra la grasa lo convierte en un aliado en la cocina.

En el terreno de la cosmética, también puede ser útil. Para limpiar brochas y esponjas de maquillaje, se recomienda diluir una pequeña cantidad de jabón en agua caliente, sumergirlas durante un minuto, aclararlas bien y dejarlas secar —preferiblemente en posición vertical para las brochas—. De este modo, se eliminan restos de producto y bacterias acumuladas.

Finalmente, las expertas señalan su utilidad para fregar suelos de distintos materiales como mármol, cerámica, gres, parquet o vinílicos. Añadir unas cucharadas al agua de fregar no solo limpia en profundidad, sino que también deja brillo y protege la superficie.

Con estos trucos, queda claro que el jabón Beltrán es un recurso versátil dentro de la limpieza doméstica. Más allá de su uso tradicional en la colada, puede convertirse en una solución práctica para tareas tan variadas como desinfectar, desengrasar o cuidar diferentes superficies. Una muestra de cómo un producto sencillo puede seguir teniendo espacio en la rutina diaria de limpieza.