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El final del siglo XX y el principio del XXI a través de los looks imposibles de Raquel Mosquera

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1 de agosto de 1990
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1 de agosto de 1990

Raquel estrenaba década del brazo de su novio y de la hija de éste, Rocío Carrasco (en aquellos años ‘Rociíto’) con la que ahora se lleva a las patadas pero a la que trataba como a una hermana en la época de la instantánea. Cuando nadie apostaba por lucir complementos en la playa, la joven Raquel paseaba las perlas por Huelva. Estas gemas, si bien avejentan, aportan mucha luz al rosto y resaltan el bronceado. Toda una lección. Cual miembro del equipo nacional de natación sincronizada, Raquel prefería los bañadores-tanga alto de vistosos estampados en colores cítricos para no perderse entre los fríos tonos de las olas del océano Atlántico. La seguridad es lo más importante.
1 de agosto de 1996
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1 de agosto de 1996

Pese a que era mediados de los 90 y el mundo entero apostaba por los diseños minimalistas impuestos por los diseñadores norteamericanos, Raquel eligió para su boda un diseño más propio de la década anterior. De raso natural en color marfil y velo de tul, el vestido de novia de La Mosquera recordaba, por sus mangas farol y detalles florales, al lucido 15 años antes por la Princesa Diana. Un mes después se casó John F. Kennedy Jr con Carolyn Bessette, su vestido lencero de Narciso Rodríguez es considerado hoy el icono de esa década. No es estúpido decir, entonces, que Raquel fue la última en escenificar el cuento de hadas de Carlos y Diana.
5 de octubre de 1996
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5 de octubre de 1996

“Con mi chándal y mis tacones, arreglá pero informal”. Martirio. Influenciada a partes iguales por el traje sastre femenino de Armani y las batas guateás de las vecindonas, Raquel se dejó ver de esta guisa. Destaca de este look la cadena y pendientes de aro de oro que sabe Dios si han terminado en el Monte de Piedad empeñados y las sandalias de plataforma por las que mataría La Veneno. La cabellera enmarañada es inexplicable. Suponemos que estuvo jugando con los gatos.
2 de noviembre de 1996
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2 de noviembre de 1996

Pasado el Día de Todos los Santos, Raquel guardó el luto para la ropa interior y se unió a la fiebre por copiar el dos piezas de ejecutiva sexy de la publicidad de Amanda Woodward. Tanto debía admirar al personaje de ‘Melrose place’ que se atrevió a imitar la tez pálida de la actriz Heather Locklear, que daba vida a Amanda, con polvos de maquillaje sobre crema de manos, la espesa. Un error lo tiene cualquiera.
1 de diciembre de 1996
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1 de diciembre de 1996

Al mal tiempo, melena rubia. Un mes después Raquel, como buena peluquera, experimentó con el rubio oxigenado y nos felicitó las Navidades por adelantado luciendo flequillo y melenón rizado. En sus pendientes hay quien ha querido ver un guiño a las torres de la Sagrada Familia de Antoni Gaudí y en su traje de chaqueta negro, con detalles en encaje blanco, un homenaje a la diseñadora surrealista Elsa Schiaparelli. Tal vez sean sólo leyendas, lo que es innegable es que la viuda de Pedro Carrasco fue de las primeras en defender la ceja negra contrastada con larga cabellera rubia, les pese lo que les pese a las inventoras del estilo Grunge.
1 de enero de 1997
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1 de enero de 1997

Año nuevo, tinte nuevo. Raquel recibió su primer año de casada vestida de blanco inmaculado y con el rostro, una vez más, untado en Nivea. Tiene que tener todo el merchandising de la firma para la playa; la toalla, el balón hinchable, los altavoces… Con tupe y esta americana de doble bontonadura y grandes solapas quiso gastar una broma a la prensa haciéndonos creer que Elvis Presley seguía vivo. Humor no le falta.
11 de junio de 2002
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11 de junio de 2002

Año y medio después de la muerte de su marido Pedro Carrasco, un gran señor, como ella repite cada vez que se sienta en ‘Sálvame deluxe’, Raquel seguía guardando medio luto y, aquí viene lo importante, enseñó a todas mujeres de España una técnica que bien puede haber inventado ella: la de perfilarse los labios con un lápiz de ojos de una tonalidad más oscura que la de la barra de labios. Todo un hito que aún sigue poniendo en práctica la periodista Lydia Lozano, siempre un pasito por detrás de La Mosquera.
31 de enero de 2003
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31 de enero de 2003

Consciente de sus bondades y miembro de la vieja escuela, la madrastra de Rocío Carrasco prefiere insinuar a enseñar. Delante de un trono, porque ella es la reina de su casa, la arquitecta del cabello se presentó, suponemos que en el Palacio Real, con una blusa floral tranparente, pantalón a tono y zapatos chúpame-la-punta de tacón chupete. Un look que hoy copia la presentadora de suplente de ‘Sálvame diario’, Carlota Corredera.
27 de mayo de 2004
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27 de mayo de 2004

Gracias a las mágicas extensiones la peluquera pudo lucir una larga melena año y medio después de aparecer con un corte de pelo a lo Winona Ryder en la película ‘La dura realidad’. Sin miedo a experimentar, ensortijó su melena (y la que no era suya) con unas mechas anaranjadas a juego con las asas de su bolso y el estampado Paisley de su blazer, que en 2004 seguíamos llamando americana.
18 de febrero de 2005
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18 de febrero de 2005

Hecha pública su pasión por los hombres de color moreno y la baguette de supermercado, La Mosqui se puso el chándal de terciopelo de Juicy Couture (que tanto gusta entre las rusas que invernan en Marbella), recuperó la cadena de oro y las gafas pantalla, pues se creía Beyoncé de incógnito en un bingo de Las Rozas. Razón no le falta, ambas comparten el mismo pelo fosco.
12 de septiembre de 2016
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12 de septiembre de 2016

Tan convencida estaba de que su marido era Jay-Z, y no Tony Anikpe (el villano enemigo de Mare de Castro), que se plantó el pantalón pirata remangado y los complementos de Gucci como la señora de un rapero de éxito que se creía. El peinado, la verdad, era más propio de la madre del rapero que no quiere que su hijo lo sea porque asocia música Rap con delincuencia.
3 de marzo de 2006
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3 de marzo de 2006

Cansada de medias tintas, 15 días después Raquel Mosquera mandó un mensaje a toda la nación: él es Jay-Z, yo soy Beyoncé y somos la nueva élite del Rap. Nadie se atrevía a contradecirlos, quién era el valiente, Raquel estaba empeñada en lucir sus trofeos de caza sobre los hombros, nadie quería pasar a formar parte de su fondo de armario de abrigos de piel
24 de enero de 2007
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24 de enero de 2007

Viendo esta imagen cuesta creer que Raquel sea prima de Víctor Sandoval y no hermana de padre y madre de Beyoncé Giselle Knowles-Carter. Sobre sus hombros una víctima que se despistó y se atrevió a sacar de su engaño a Beyoncé Mosquera.
10 de marzo de 2007
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10 de marzo de 2007

Algo ha debido de hacer la ex miembro de las Destiny's Child que a la artesana del cabello no le ha molado ni un pelo para que un mes después adapte su estilo al de la enemiga de su musa, Christina Aguilera; pensamos ese frío marzo de 2007. Mechas moradas, combinadas con la sombra de ojos y choker al cuello… No supimos leer entre looks, Raquel nos estaba gritando que su matrimonio con Tony-Z hacía aguas.
11 de junio de 2007
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11 de junio de 2007

Hecha oficial su ruptura con Tony Anipke en ‘El programa de Ana Rosa’, en el que por aquel entonces colaboraba Raquel, la protagonista de la noticia decidió hacerse un Chenoa bajando a la calle con el chándal de sudadera gris. Era verano y no pudo ser. Sustituyo la mítica prenda que mejor simboliza el dolor y la proximidad de la jubilación por una camiseta de licra de estar por casa y unos jeans. En el drama no hay sitio para Gucci en el armario.
19 de mayo de 2009
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19 de mayo de 2009

Dicen que una imagen vale más que mil palabras y en este caso es cierto. Qué más se puede añadir a esta composición de leggins bajo vestido camisero de estampado mozárabe grandino y zapatos peeptoes en dorado envejecido a juego con las mechas. Nada, salvo la firma de los diseños, pero por suerte, o por desgracia, la desconocemos.

Raquel Mosquera dio el salto a la vida pública hace poco más de dos décadas de la mano del ex boxeador (y también ex marido de Rocío Jurado) Pedro Carrasco. Era una chica normal, en una edad especial y fantasía en el pelo, que cantaba Mónica Naranjo en 1997. Pese a contar con un cuarto de siglo su look impostado estaba lleno de referencias a la falsa nobleza creada por Carmen Polo durante el Franquismo; trajes de chaqueta y peinados imposibles, versiones todas ellas de aquel “Arriba España” que triunfó desde los años 40 a los 60. Año tras año se fue modernizando. Pasen, lean y, por supuesto, vean. 

Fotos: Gtres.

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