Embargan a una de las hijas de Cereceda tras una demanda de la viuda, que le reclama un millón de euros
La última esposa del padre de La Finca, una de las urbanizaciones más elitistas de Europa, reclama lo que le otorgó el testamento en los juzgados de Plaza de Castilla
Yolanda García Cereceda y Silvia Gómez-Cuétara en un fotomontaje de Vanitatis
Luis García Cereceda, constructor y padre de la elitista urbanización La Finca(Pozuelo de Alarcón), murió en junio de 2010. Poseía una de las fortunas más grandes de España, con un patrimonio valorado en aquel momento en 1.000 millones de euros y una influencia mediática importante. Seis años después de su muerte, el imperio Cereceda ya no es lo que era, ya que las hijas, Susana y Yolanda, se están desprendiendo de muchos de los bienes conseguidos por el empresario. En la actualidad, la relación entre las hermanas es inexistente. De hecho, Susana solicitó la incapacidad de Yolanda.
Solo se unieron para emprender acciones legales contra la viuda de su padre, Silvia Gómez-Cuétara. Tras un primer litigio, consiguieron que abandonara la mansión de La Finca en la que Silvia vivía con el empreario. Sucedió el 23 de enero de 2013. Una sentencia dictada en noviembre del año anterior obligaba a la viuda a dejar el que había sido el domicilio familiar por formar parte de la herencia de las chicas Cereceda, ya que la casa estaba a nombre de la empresa Procisa, y Procisa en el testamento recaía en manos de Susana y Yolanda.
Ahí no finalizaron las disputas, que actualmente continúan con reclamaciones legales por parte de Gómez-Cuétara contra una de las hijas de su marido, concretamente contra Yolanda. Silvia interpuso a través de sus abogados una demanda de ejecución de títulos en el juzgado de primera instancia de Plaza de Castilla, tal y como confirman a Vanitatis fuentes judiciales.
La viuda tomó esta decisión al no cumplirse las últimas voluntades de su marido con respecto a la cantidad que debía percibir tras el reparto de la herencia. En este caso, y al margen del montante económico y patrimonial que recibió en vida la viuda, Yolanda tenía que ingresarle todos los meses 14.000 euros de pensión vitalicia. Esta obligación no se ha cumplido durante este tiempo y las cantidades acumuladas de deuda hasta ahora rondan el millón de euros.
Embargada e inhabilitada
Al no obtener respuesta verbal ni por escrito por parte de la hija de su marido, con la que no mantiene relación de ningún tipo, Gómez-Cuétara puso en manos de sus abogados la resolución de este asunto al que quiere dar carpetazo, ya que su vida va por otros derroteros. La respuesta al silencio de Yolanda ha conllevado el embargo preventivo de su casa y parte de sus bienes. Parece que en un momento dado hubo una oferta para saldar esa deuda por parte de la hija, ofreciendo a la viuda el impresionante velero de su padre, el SYL, que se vende hoy en internet por trece millones de euros, aunque en su día se aquirió por 25.
El embrollo es mayor si cabe porque Yolanda Cereceda fue inhabilitada tras la solicitud de su hermana y hoy está tutelada por la Comunidad de Madrid con respecto a la administración de sus bienes.
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