Es noticia
Menú
A la venta el último vestigio de la felicidad de los Urdangarin
  1. Casas Reales
se vende can berenguer

A la venta el último vestigio de la felicidad de los Urdangarin

Can Berenguer fue el escenario de uno de los momentos más felices de los Urdangarin. Allí contaron los minutos para que Iñaki entrara a formar parte de la Familia Real

Foto:

Cuando están a punto de cumplirse dos décadas de aquellos Juegos Olímpicosque unieron para siempre a Cristina de Borbón con Iñaki Urdangarin toca hacer balance. Veinte años después queda muy poco de esa felicidad con la que se prometieron amor eterno en la primavera de 1997 y mucho menos aún de ese ambiente de alegría y cordialidad que se respiraba el día de su gran boda real, celebrada en la catedral Santa Eulalia de Barcelona aquel 2 de octubre de ese mismo año. Por cambiar, ha cambiado hasta su familia y no solo porque tras el enlace llegaron sus cuatro vástagos, sino también porque el bonito clima familiar que se respiraba entonces se tornó funesto desde que se hicieron públicas las tropelías de Urdangarin y esa armonía en los Borbón se fue al traste.

Si al matrimonio le diese por hacer recuento de todo lo que han perdido desde entonces, juntos entonarían eso de que 'cualquier tiempo pasado fue mejor'. Además, de ese buen 'feeling' con la familia de ella, también han perdido, entre otras muchas cosas, su título de duques de Palma, su palacete de Pedralbes, muchas de sus amistades y,lo peor de todo, la simpatía de los españoles. Entre todas esas cosas, Urdangarin tiene que sumar una más: la espectacular masía donde se hospedó horas antes de convertirse en flamante yerno real. Esta propiedad se ha puesto ahora a la venta y la posibilidad de visitar ese rincón catalán que tan buenos recuerdos trae al exdeportista se ha vuelto remota.

Según ha podido confirmar Vanitatis, Can Berenguer, que así es como se llama esta espectacular propiedad de 2.400 metros cuadrados, que se levanta en una parcela de 43.000, está a la venta por 10 millones de euros. Puede parecer banal su venta, pero para los Urdangarin este enclave costero es el escenario de uno de los momentos más felices de sus vidas, ese en el que contaban los minutos para que el guapo y apuesto Iñaki entrara a formar parte de la Familia Real española.

Fue el empresario Eduardo Bueno –condenado en 2014 por el caso Haciendaa un año y ocho meses de prisión–el que cedió de forma altruista la gran mansión construida en 1470 y situada en la localidad de Sant Andreu de Llavaneres para que allí pudiera hospedarse la familia del novio todo el tiempo que necesitara antes y después de la boda real.

Durante su estancia pudieron disfrutar de todos los servicios que esta masía catalana regala. Según reza el anuncio de su venta, “sus jardines discurren entre las zonas de la piscina, gimnasio, zona deportiva con canchas de tenis y pádel, vestuarios, porches, zonas de descanso, bar de verano y aseos”. Además, la finca cuenta con huerta de regadío, plantación de árboles frutales y una mina de agua propia con tres pozos.

Ya en el interior, la casa principal (tiene otra de servicio de casi 300 metros cuadrados) tiene comedor, salón de billar, sala de cine, despacho, cocina, cinco baños, cinco dormitorios y bodega. Además de esta casa principal, el recinto tiene otra llamada Casa Rosada y otra, que recibe el nombre de Casa Blanca.

_____________________________________________________

Ver ahora: Collage Vintage nos muestra por quées fan de los Levi's 501

La 'blogger' de moda Collage Vintage nos cuenta en este vídeo las claves de su estilo -ecléctico y con gusto por la experimentación- y por qué es fan de los Levi's 501. Ella los prefiere de talle alto y con tacones. ¿Y tú?

¿Tienes un dispositivo móviliOSoAndroid?Descarga la APP de Vanitatis en tu teléfono o tablet y no te pierdas la actualidad de nuestros famosos. Para iOS,pincha aquí,y para Android,aquí.

Cuando están a punto de cumplirse dos décadas de aquellos Juegos Olímpicosque unieron para siempre a Cristina de Borbón con Iñaki Urdangarin toca hacer balance. Veinte años después queda muy poco de esa felicidad con la que se prometieron amor eterno en la primavera de 1997 y mucho menos aún de ese ambiente de alegría y cordialidad que se respiraba el día de su gran boda real, celebrada en la catedral Santa Eulalia de Barcelona aquel 2 de octubre de ese mismo año. Por cambiar, ha cambiado hasta su familia y no solo porque tras el enlace llegaron sus cuatro vástagos, sino también porque el bonito clima familiar que se respiraba entonces se tornó funesto desde que se hicieron públicas las tropelías de Urdangarin y esa armonía en los Borbón se fue al traste.

Iñaki Urdangarin Infanta Cristina
El redactor recomienda