El rey Juan Carlos, encantado: regatas y cena en Sanxenxo con la niña de sus ojos

Muy recuperado del accidente doméstico que sufrió hace una semana y por el cual, el rey Juan Carlos mostró una brecha en la cabeza cuando acudió a ver jugar a Rafa Nadal en Londres, ha reaparecido el emérito este sábado.

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Lo ha hecho encantado, ya que ha acudido a Sanxenxo para disfrutar de una de sus aficiones preferidas: las regatas. Aunque el padre del rey Felipe VI prefiere, de momento, no participar activamente de ellas, no ha dudado en animar desde la barrera a su hija, la infanta Elena, quien le ha acompañado en esta escapada.

El emérito aún necesita ayudarse de un bastón para caminar y, muy a su pesar, ha tenido que renunciar a subirse a bordo del Bribón.

Padre e hija comparten gustos muy similares. La infanta Elena es, como el rey Juan Carlos, una enamorada de este deporte. Ella sí que ha querido participar activamente en las regatas de Sanxenxo, concretamente en en la regata 6mR a bordo de su barco, Erica, y su padre la ha animado, tanto a ella como a todo su equipo, con emoción.

Tras la jornada deportiva, el rey y su hija disfrutaron por la noche de una cena a la que asistieron juntos. Don Juan Carlos se mostró, una vez más, cercano y distendido. Saludó a las autoridades allí presentes, entre ellas el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo mientras la infanta Elena se mantenía en un discreto segundo plano.

El rey lució un estilismo muy cómodo y deportivo. Su hija optó por un look oscuro y unos llamativos pendientes de color rojo.

Sanxenxo es uno de los destinos favoritos de Don Juan Carlos. Allí encuentra el lugar perfecto para relajarse. De hecho fue el lugar en el que el padre de Felipe VI reapareció tras su operación de corazón a la que tuvo que someterse a finales del mes de agosto. Antes, en el mes de junio, fue en esta localidad pontevedresa donde participó en el Trofeo Almirante Rodríguez. Lo hizo además acompañado, por primera vez, de la reina Sofía.

Ahora ha sido su hija, la infanta Elena, su compañera de viaje. Una compañera perfecta para él, ya que comparte con el mismo entusiasmo, su afición por las regatas y sus ganas de socializar en cenas como la que disfrutaron durante la noche.

Aunque la a hija del rey Juan Carlos y Doña Sofía no se prodiga mucho últimamente en actos públicos y menos sociales, esta es la segunda vez que la vemos esta semana. El hecho de no formar parte del llamado núcleo duro de la familia real la ha alejado de la representación institucional en determinadas situaciones en las que antes su presencia era muy bien recibida. Pero el jueves, la infanta Elena recibió un homenaje por parte de La Fundación Wellington, del hotel del mismo nombre, presidida por Cristina Moratiel.

A la hermana de Felipe VI se le hizo entrega del Capote de las Artes, como agradecimiento por su apoyo a la fiesta nacional, otra afición que comparte con su padre.