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Los Nobel: muchos aciertos, algún error y un desastre (aunque con bonito mensaje)
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GLAMOUR EN SUECIA Y NORUEGA

Los Nobel: muchos aciertos, algún error y un desastre (aunque con bonito mensaje)

Este año son bastantes los aciertos... Aunque también hay un gran desastre, perpetrado por la princesa Victoria

Foto: La princesa Magdalena, durante la cena de los Nobel. (Getty)
La princesa Magdalena, durante la cena de los Nobel. (Getty)

Las familias reales de Noruega y Suecia vivieron este 10 de diciembre uno de sus días grandes. Mientras que en Oslo se entregaba el Nobel de la Paz, en Estocolmo se celebraba también la entrega de los Nobel pero en otras categorías. Dos actos muy distintos -sobre todo en la etiqueta de vestimenta- pero ambos cargados de emoción. Como cada año, toca hacer repaso de los aciertos y errores de las damas reales en la jornada. Este año son bastantes los aciertos... Aunque también hay un gran desastre, perpetrado por la princesa Victoria.

Suecia

Empecemos con los aciertos con una de las más vitoreadas de la jornada. Sofía Hellqvist eligió un vestido de la diseñadora sueca Emelie Janrell del que nos encanta el color, un precioso azul turquesa. El diseño, realizado en seda italiana, presenta un pronunciado escote palabra de honor y mangas abullonadas. Lo combinó con unos salones plateados y un clutch blanco de Bottega Veneta que, quizás, es demasiado grande. Nos gusta más la versión más pequeña del modelo Knot. En cuanto a joyas, la princesa demostró la versatilidad de la tiara que le regalaron sus suegros para su boda. Y es que cambió las esmeraldas originales por turquesas a juego con el vestido -en otra ocasión ya lo hizo con perlas-. Llevaba, además, unos pendientes en forma de lágrima, también de turquesas, de LWL Jewelry.

placeholder La princesa Sofía. (CP)
La princesa Sofía. (CP)

Otra que se llevó buenas críticas fue la princesa Magdalena, que regresaba al acto tras la ausencia del año anterior, aunque sin la compañía de su marido. Al igual que su cuñada, la benjamina de los reyes apostaba por los colores fuertes con un vestido fucsia del diseñador venezolano Ángel Sánchez, una creación con efecto óptico palabra de honor, ya que aunque se disimula muy bien, la prenda lleva un tul en la zona del escote y en la espalda, decorada con una botonadura. Tanto el color como la forma le quedan perfectos. La princesa coronó su cabeza con la tiara Aquamarine Kokoshnik, una joya perteneciente a la princesa Margaretha, hermana del rey, y que la propia Magdalena recuperó para los Nobel de 2015, siendo desde entonces su favorita. Llevaba también unos pendientes de diamantes llamados 'de charretera'.

placeholder La princesa Magdalena. (Getty)
La princesa Magdalena. (Getty)

Aunque suele quedar eclipsada por sus hijas y su nuera, hay que reconocer que la reina Silvia estaba espléndida. A sus 75 años, la esposa de Carlos XVI Gustavo se atrevió con las transparencias con este diseño de Elie Saab en blanco roto y dorado. Era la única de las mujeres Bernadotte que no estrebana modelo, ya que el vestido lo llevó ya en una reciente visita a Líbano. Completó su look con clutch dorado y zapatos a juego. Silvia eligió de entre todas las tiaras que tiene a su disposición la de las Nueve Puntas, una de las pocas que ni Victoria ni Magdalena -ni, por supuesto, Sofía- han llevado nunca, aunque no está reservada exclusivamente a las reinas. Entre el resto de joyas destacaba un collar de diamantes, unos pendientes y un broche.

placeholder La reina Silvia. (Cordon Press)
La reina Silvia. (Cordon Press)

Y mientras las otras damas de la familia derrochaban elegancia, Victoria patinó, y a lo grande, con un indescriptible vestido en blanco y negro lleno de formas y volúmenes. Pronto, las redes suecas se llenaron de memes comparando a la heredera con un edredón de Ikea. Aunque en líneas generales el diseño no gustó, hay que reconocer que la princesa quiso mandar un bonito mensaje con él. Su creador es el diseñador Selam Fessahaye, de origen sueco y etíope. Resulta que el premiado con el Nobel de la Paz es el primer ministro de Etiopía, así que la prensa tardó en ver la relación y el guiño de Victoria. Lo único salvable del outfit fueron las joyas: la tiara Fringe, que imita los rayos del sol, un collar de diamantes, con pendientes y broche a juego.

placeholder La princesa Victoria. (Getty)
La princesa Victoria. (Getty)

Noruega

Y viajemos ahora hasta Oslo, hasta el Nobel de la Paz. Como veréis, la etiqueta es muy distinta. Ni tiaras, ni grandes joyas ni vestidazos, pero igualmente Mette-Marit estuvo impoluta con un vestido blanco de Valentino, Si le tuviéramos que poner un pero, sería que ya ha lucido esta misma prenda en otras ceremonias de los Nobel, las de 2009 y 2014. Variar un poco no le vendría mal, sobre todo teniendo en cuenta que se trata del mismo acto. Completó su estilismo con salones nude de Louboutin, clutch a juego y una original diadema dorada.

placeholder Los herederos noruegos. (Getty)
Los herederos noruegos. (Getty)

Por último, tenemos a la reina Sonia, a quien los asuntos de moda le dan bastante igual desde hace años. Ella solo quiere ir adecuada y cómoda, nada de modas ni tendencias. Por ello se decantó por un dos piezas formado por falda negra y chaqueta roja con ribetes negros. Lo combinó con un clutch de Salvatore Ferragamo, un tocado tipo boina y unas botas altas de ante negro, ideales para mantener los pies calentitos en el invierno noruego.

Las familias reales de Noruega y Suecia vivieron este 10 de diciembre uno de sus días grandes. Mientras que en Oslo se entregaba el Nobel de la Paz, en Estocolmo se celebraba también la entrega de los Nobel pero en otras categorías. Dos actos muy distintos -sobre todo en la etiqueta de vestimenta- pero ambos cargados de emoción. Como cada año, toca hacer repaso de los aciertos y errores de las damas reales en la jornada. Este año son bastantes los aciertos... Aunque también hay un gran desastre, perpetrado por la princesa Victoria.

Silvia de Suecia Sonia de Noruega
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