La princesa Margarita: el "insoportable" final de la vida de la hermana de Isabel II

La imagen de mujer rebelde, sociable, con carácter y divertida que tenemos de la princesa Margarita, la hermana de Isabel II fallecida el 9 de febrero del año 2002, hace difícil imaginarla sola, abatida y sin fuerzas en los últimos días de su vida.

Hasta la persona más resistente arroja la toalla ante la enfermedad, y esto es lo que le ocurrió a la princesa Margarita según el testimonio de una de sus mejores amigas, Lady Elizabeth Cavendish, quien ofreció una llamativa confesión en el documental 'The Queen's Diamond Decades'.

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Fumadora empedernida desde los 15 años y consumidora habitual de alcohol, la salud de la princesa Margarita comenzó a deteriorarse a mediados de la década de los 80, cuando empezó a sufrir problemas pulmonares.

A estos le siguieron un derrame cerebral en 1998, un accidente doméstico en 1999 que le provocó problemas en los pies, y por lo tanto de movilidad, y un accidente cerebrovascular en 2001 que la dejó con la mitad del cuerpo paralizado y con falta de visión.

Lady Elizabeth Cavendish afirma que los últimos días de la vida de la princesa fueron "difíciles". “Creo que lo peor, tras el derrame cerebral, fue la pérdida total de independencia. Se quejaba de que no podía hacer nada por sí misma y noté que su alegría de vivir había desaparecido”, comenta la amiga de la princesa con gran pesar al recordar la situación en la que se encontraba la royal.

La aristócrata recuerda con gran cariño a la hermana de Isabel II y tía de Carlos de Inglaterra, a la que describe como "una maravillosa amiga" que terminó los últimos días de su vida siendo víctima de un cáncer de pulmón y de un deterioro físico que la sumió en una gran tristeza y frustración. Su bajo estado de ánimo la empujó a encerrarse en casa. Sus apariciones públicas cesaron de manera gradual hasta que se recluyó del todo.

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El 9 de febrero del 2002, la princesa Margarita murió a los 71 años tras sufrir otro accidente cerebrovascular del que, esta vez, no pudo recuperarse. Al mes siguiente, el 30 de marzo, su madre perdía también la vida tras sufrir una bronquitis con 101 años.