Joaquín y Marie vuelven a París: sus extraños movimientos en medio de la pandemia

Joaquín y Marie de Dinamarca han vuelto a París después de pasar más de un mes y medio en su país, hasta donde tuvieron que viajar de forma urgente para que su hijo, el príncipe Henrik, fuera tratado de sus problemas respiratorios por el mismo equipo médico que le había hecho seguimiento desde que nació. La pareja regresa así a la ciudad donde han estado viviendo desde el verano pasado, aprovechando el primer día de desconfinamiento en el país galo y la noticia de que Francia ya no impondría una cuarentena de treinta días a los ciudadanos procedentes del extranjero.

El traslado ha sido comunicado por la propia Casa Real, que además explica que este mismo lunes el príncipe Joaquín retoma su entrenamiento militar, que ha seguido por vía telemática en las últimas ocho semanas. El mismo método que han tenido que seguir sus hijos, primero en su casa parisina y después en Dinamarca, puesto que las clases presenciales se suspendían en Francia a mediados de marzo. Así, Henrik y Athenea se incorporaban también este lunes al centro BEI Monceau, la escuela bilingüe en la que estudian desde el pasado mes de septiembre.

Aunque este movimiento entra dentro de la lógica, ya que al fin y al cabo París ha sido su hogar durante los últimos meses y estaba previsto que no tardaran en volver, no ha sido el único que ha hecho la pareja. A finales de abril, la Casa Real confirmaba que Joaquín y Marie se trasladaban con sus hijos al castillo de Schackenborg, en el sur de Jutlandia, dejando el palacete del recinto de Amalienborg donde se habían instalado desde su precipitado regreso a Dinamarca. Nadie entendió muy bien por qué dejaban Copenhague, teniendo especialmente en cuenta que se sabía que era solo una estancia temporal y que no tardarían en plantearse su regreso a Francia.

Lo mismo pasaba con Federico y Mary de Dinamarca, quienes pocos días después anunciaban de forma oficial su decisión de trasladarse de Amalienborg a Fredensborg, otra de las residencias reales y donde la reina Margarita ha pasado todo el confinamiento. Como en el caso de Joaquín y Marie, la Casa Real confirmaba, pero no daba explicaciones ni los motivos de la repentina decisión. El hecho de que no sea un traslado breve, sino que tienen intención de pasar en Fredensborg un tiempo prolongado, aumenta aún más el misterio sobre esta decisión, ya que es en el castillo de Brockdorff donde viven habitualmente, donde tienen sus despachos y es un lugar estratégico para cumplir con sus funciones institucionales cuando su agenda vuelva poco a poco a la normalidad.