La desconcertante decisión de Mary y Federico de Dinamarca en plena pandemia

A mediados de marzo y debido a la crisis sanitaria por el coronavirus, Federico y Mary de Dinamarca tuvieron que renunciar de manera precipitada a su escapada a Suiza de la que se encontraban disfrutando, ya que la situación no era la más adecuada para seguir con su vida allí. Decidieron entonces interrumpir el curso de 12 semanas de sus hijos en el internado de Lemania-Verbier y volver precipitadamente a su palacio en Copenhague, donde han estado confinados hasta ahora.

[LEA MÁS. En pijama y con una felpa de pelo: la imagen más íntima de Margarita de Dinamarca]

Como el caso de otros royals, el confinamiento en un espacio grande como es el Palacio de Federico VIII, también llamado de Brockdorff, una de las cuatro mansiones que componen el complejo de Amalienborg, no estaba resultando nada sufrido para ellos. Disfrutaban de 4.500 metros cuadrados repartidos en tres plantas y un jardín privado de 1.600 metros, por lo que tenían espacio de sobra para moverse.

En este complejo es donde también suele vivir la reina Margarita de forma habitual. Sin embargo, decidió pasar la cuarentena en Fredensborg, otra de las residencias de la familia real ubicada a unos cuarenta kilómetros de la capital danesa.

Pero ahora Mary y Federico de Dinamarca han realizado un movimiento que ha desconcertado a todos y del que no se han dado explicaciones desde la Casa Real. La pareja y sus hijos han decidido abandonar Amalienborg para instalarse en Fredensborg junto a la reina.

En un comunicado de prensa publicado en 'Royal Histories', se puede leer: "Desde el viernes 24 de abril de 2020, el príncipe heredero y sus cuatro hijos se trasladarán a la cancillería del castillo de Fredensborg, donde permanecerán sus altezas reales en los próximos meses".

El traslado no parece, pues, algo temporal que vaya a durar el tiempo que dure el confinamiento. Parece que la pareja tiene intención de quedarse allí durante un tiempo prolongado.

El comunicado tampoco especifica los motivos de esta decisión. El silencio por parte de la institución a la hora de explicar qué es lo que ha impulsado a la pareja a realizar este movimiento acrecienta el misterio en torno a él y resulta aún más sorprendente.

Federico y Mary de Dinamarca ya habían vivido en la Cancillería de Fredensborg justo después de su matrimonio, pero hace unos años decidieron trasladarse a Copenhague para que Federico pudiera cumplir con más comodidad su papel como representante de la Corona.

La decisión de Federico y Mary coincide además con otro sorprendente, por inesperado, movimiento protagonizado días antes por el príncipe Joaquín, el segundo hijo de la reina Margarita, quien decidió trasladarse con su familia al castillo Schackenborg, ubicado en la frontera alemana. Antes del encierro, Joaquín y su esposa, Marie, habían planeado pasar un año sabático en Francia.