La princesa Irene de Holanda, al descubierto: su supuesto amante destapa sus secretos

No, la familia Real española o la británica no son las únicas en las que los escándalos de supuestas infidelidades afloran. En la familia Real holandesa se ha alzado una voz incómoda que le ha sacado los colores a la hermana de la reina Beatriz, Irene.

Un supuesto amante de esta última llamado Ronnie Wolff, que hoy cuenta con 81 años de edad, ha concedido una entrevista a De Telegraaf recordando su supuesta relación con la princesa, la cual tuvo lugar, según cuenta, a finales de 1970.

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Este exsoldado fue contratado como ayudante de campo del príncipe Bernardo, esposo de la reina Juliana y padre de las princesas Beatriz, Irene, Margarita y Cristina, en 1976. Su función como ayudante de campo terminó 3 años después, cuando se reveló su relación con la tía del actual rey de Holanda, Guillermo.

Irene y Ronnie habían estado saliendo en secreto durante dos años y medio en un momento en el que la diferencia de estatus social no era el único problema. Ambos estaban casados.

La princesa Irene se había casado con el príncipe Carlos Hugo de Borbón-Parma en 1964 y ya era madre de 4 niños pequeños cuando sucedieron los hechos que afirma Wolff. Irene y su esposo, que vivieron una relación matrimonial complicada, se divorciaron oficialmente en 1981.

Según cuenta Wolff, fue durante unas vacaciones como ayudante de campo del Príncipe Bernardo cuando nació el amor entre la princesa Irene y él. Acompañó a la familia Orange-Nassau a la ciudad italiana de Porto Ercole. “Allí es donde comenzamos a tener trato". “Teníamos muchos intereses comunes, pensábamos lo mismo sobre temas sociales. Jugué mucho al tenis con Irene y sí, las cosas fueron cambiando. Y como sucede a menudo, en algún momento, se desarrolló una relación", explica.

Cuando volvieron de Italia, Irene y Ronnie continuaron su relación. “En los Países Bajos íbamos a fiestas juntos y visitábamos a amigos. De vez en cuando, nos quedábamos juntos. En general, duró aproximadamente dos años y medio".

A pesar de todos los inconvenientes que parecían jugar en su contra, Wolff asegura que no se arrepiente de lo que sucedió, incluso cuando perdió su trabajo por ello: "Por supuesto que no fue bueno, pero mi teoría es que si tienes un buen matrimonio o una relación armoniosa, no necesitas otra persona". "No apruebo cómo sucedió, pero lo pasé de maravilla con Irene".