Victoria Marichalar, la royal que quería ser normal: "Llegó a tirar el móvil a una papelera para no ser localizada"
La hija de la infanta Elena siempre ha querido ser una más de sus amigos y con su carácter rebelde luchó desde adolescente para lograrlo. Su madre la controla a cada paso
Victoria Federica de Marichalar y Borbón es solo Vic para sus amigos. Por eso les hace gracia verla en los medios como la nieta royal influencer. Vic, la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, siempre ha intentado ser una más y entre los suyos lo ha conseguido, aunque el camino no ha sido fácil.
Se ha escapado, ha corrido por las calles de Madrid para que no la encontrara nadie, ni sus padres ni siquiera sus escoltas. "Ha llegado incluso a tirar el móvil a uan papelera para que no pudieran llamarla", tal como nos cuentan desde su entorno con una sonrisa.
Vive con su madre, la infanta Elena, y con su hermano, Felipe, quien además comparte apartamento con amigos en el centro de Madrid. La vivienda de la Infanta es un superpiso en el barrio del Niño Jesús, donde no es fácil verlas pasear porque suelen salir directas del garaje y no se mezclan mucho con el vecindario. Pocos son quienes las han visto en el supermercado o las tiendas de proximidad de compras, y tampoco suelen pasear al perrito -la infanta Elena solo lo sacó durante los tiempos duros de confinamiento-.
Dolores de cabeza
Victoria es una chica rebelde, en eso coinciden todos, tanto su familia como sus amigos, pero lo es porque quiere ser una más, como tú y como yo, y eso, en su familia, cuesta. Durante la adolescencia empezó ese proceso de independencia que causó más de un dolor de cabeza a sus padres, en especial a su madre, que intenta saber en todo momento dónde y con quién está su hija, tarea difícil desde que cumplió los 18 años.
Una de las mejores cosas de llegar a esa mayoría de edad, apuntan sus allegados, es que pudo, por fin, desprenderse de los escoltas, policías que hacían las veces de canguro, controlaban sus horarios y la llevaban a todas partes, que a las órdenes de su madre no le permitían salir y hacer el loco todo lo que hubiera querido. “Vic quería ir en metro, como el resto de sus amigos, y lo pedía y no la dejaban, ella con el coche oficial y el resto en transporte público, porque los amigos tampoco podían subir con ella y con el chófer”, dicen las mismas fuentes.
“Era una frustración total para ella, así que muchas veces se escapaba, corría metro abajo y ya no había quien la pillara, por eso tiraba el móvil a la papelera de la calle, para que no la pudieran llamar o encontrar”.
A dónde y con quién
Ahora ya tiene 20 años y su vida ha cambiado, aunque su madre sigue siendo esa madre pendiente que quiere saber, claro, qué hace su hija y con quién se mueve. “La infanta Elena espera despierta a que llegue su hija y cuando sale de casa le pregunta a dónde -según nos dicen-. Por eso, para no estar controlada, a veces sale a escondidas, sin decir nada. La casa es grande y puede hacerlo, su madre no se entera, y es la interna quien a veces informa de que Vic se ha ido sin avisar”.
Cada movimiento de la nieta mayor de los Reyes eméritos es escrutado pues, como vemos, por su familia además de por la prensa. Si va a una fiesta y se salta el toque de queda, si lleva o no mascarilla, si fuma o bebe o baila… Pero ella “está acostumbrada y no le importa”, añaden, lo que quiere es hacer su vida, como el resto de sus amigos, y parece que poco a poco lo ha conseguido. Con el permiso de mamá, siempre atenta.
Victoria Federica de Marichalar y Borbón es solo Vic para sus amigos. Por eso les hace gracia verla en los medios como la nieta royal influencer. Vic, la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, siempre ha intentado ser una más y entre los suyos lo ha conseguido, aunque el camino no ha sido fácil.