Amalia de Holanda, Gabriel de Bélgica y el extraño (y creciente) rumor sobre su relación

Se llevan apenas cuatro meses y pueden presumir de conocerse desde que eran niños, puesto que entre sus familias existe una estrecha amistad. Pero parece, si nos atenemos a lo que han publicado recientemente varios medios europeos, que el destino tenía algo especial reservado para Amalia de Holanda y Gabriel de Bélgica. Ambos son los protagonistas de un extraño, creciente y extendido rumor que los vincula de forma sentimental. Pero ¿cuánto hay de cierto en esta supuesta relación de los dos príncipes?

Para conocer a fondo esta historia hemos querido hablar con el periodista belga Wim Dehandschutter, especializado en la familia real belga. De momento, admite que la posible relación de la hija mayor de Guillermo y Máxima de los Países Bajos y el hijo mayor de Felipe y Matilde de los belgas es un tema de debate actualmente en su país, aunque nadie sabe cómo se ha originado la información. Y él, al menos, la pone en tela de juicio.

Para empezar, en Argentina -donde siguen a la familia holandesa por los orígenes de Máxima-, varias publicaciones han apuntado en diferentes ocasiones que la heredera del trono de los Van Oranje tiene novio. Aunque ha sido 'Mendoza Port' quien le ha puesto nombre, concretando recientemente que se trataría del príncipe belga. Pero el hecho de que no haya ninguna referencia a la fuente o a cómo les había llegado la información hizo que la noticia no se tuviera demasiado en cuenta, ni que fuera considerada como tal. Pero ahora es la alemana 'Gala' la que asegura que los dos jóvenes están enamorados y afirman tener fuentes que confirman esta incipiente relación, por lo que la prensa belga no ha tardado en hacerse eco, al menos de que existe ese rumor.

Eso sí, hay voces que dudan completamente de esta historia, entre ellas la de Wim Dehandschutter: “Lleva ya unas semanas circulando en internet, basado en un mensaje de ese turbio sitio argentino. Ciertamente no lo creo". Y apunta, para comenzar a rebatir el rumor, a la distancia física entre ambos: "Gabriel comenzó en septiembre en el National Mathematics and Science College en Warwickshire, en la región inglesa de West Midlands. Mientras Amalia se toma un año sabático. Esto le permite viajar y estar fuera de casa más tiempo, pero incluso entonces creo que es difícil estar juntos dada la distancia", dice.

Desde luego, no podemos recurrir a las fuentes oficiales para confirmar o desmentir este supuesto noviazgo, ya que al menos la respuesta del Palacio Real de Bélgica cuando la prensa ha querido interesarse por este asunto ha sido de todo menos aclaratoria: "Se trata de asuntos privados y no estamos comentando sobre eso". Así que ni sí ni no ni blanco ni negro, como se suele decir. Unas palabras que, al aludir a asuntos privados, no consiguen acabar con los rumores. Más bien todo lo contrario, ya que al menos reconocen que son conscientes de las habladurías.

Para poner aún más en tela de juicio la supuesta relación y que el vínculo entre la familia real belga y holandesa vaya más allá de la amistad o la diplomacia, Wim Dehandschutter tira de historia. Y es que existe una ley que impediría una posible boda entre ambos. La norma data de hace casi dos siglos, ya que se incluye en la Constitución belga de 1831. En ella se prohíben expresamente los matrimonios de cualquier miembro de la familia real belga con cualquier miembro de la familia real holandesa, lo que en este caso afectaría directamente a Amalia y Gabriel.

La explicación a esta ley, que quizá nos parezca un tanto radical y arcaica, la encontramos en la Revolución belga de 1830, por la que el país consiguió su independencia de los Países Bajos. Este precepto se creó para evitar que un holandés volviera a ocupar el trono de Bélgica y, sorprendentemente, sigue vigente, aunque es cierto que el poder político de una y otra casa no es el mismo del que gozaban hace dos siglos y, además, tendríamos la situación contraria a la que se refleja en la Constitución: sería un miembro de la familia real belga el consorte de la reina de los Países Bajos.

Esta ley ha estado a punto de ser derogada en varias ocasiones, en 1993, 2002 y 2003, aunque no se logró. Así que hoy por hoy, si Amalia y Gabriel estuvieran de verdad enamorados y quisieran casarse en un futuro, tendría que haber una enmienda constitucional para cambiar la norma. Al menos por parte de los holandeses, seguro que no habría problema. De hecho, incluso la heredera puede casarse si quiere con una mujer y seguir ostentando la corona. "La ironía es que sería él quien obtendría algo de poder en los Países Bajos y no hay ninguna ley allí que lo impida", nos apunta Wim.