Habemus nuevos 'letizios': doña Letizia cambia de tacón favorito

Los ‘manolos’ de Carrie Bradshaw fueron el primer caso de humanización de unos zapatos de tacón. No obstante, desde aquel momento, la moda y sus iconos de estilo no han parado de hacerlo. Los salones ya no son un simple calzado, cada uno recibe su nombre. Por ello, tras el auge de ‘Sex and the City’, nuestro país buscó una referente en tendencias capaz de soportar tal responsabilidad. Letizia Ortiz Rocasolano, entonces recién nombrada Princesa de Asturias, fue la elegida.

Sus looks estaban a la última y su paso de presentadora de televisión a mujer de la familia real española la transformó en un ejemplo de aspiracionalidad para muchas ciudadanas. Este hecho hizo que, aunque sus apariciones fuesen escasas, todos sus movimientos se observasen con lupa. De esta manera, su apuesta continua por los tacones altos de aproximadamente 10 o 12 centímetros con ligera plataforma y pequeña abertura en la parte delantera logró rebautizar los clásicos ‘peep-toe’ como ‘letizios’, al menos dentro de nuestras fronteras.

Estos se trasladaron en múltiples colores, tejidos y formas no solo al armario de la actual Reina de España, sino también a las calles. Además, las fashionistas ganaron comodidad, ya que su uso era más cómodo que el de los típicos stilettos, cuyo agarre era claramente menor al no contar con ningún tipo de soporte en la parte delantera. No obstante, la evolución natural de las personas también modificó el gusto y el estilo de doña Letizia. Precisamente, fue su cambio de ideas el que hizo comprender a los expertos que su influencia era tal que cualquier zapato que se transformase en su fetiche recibiría su nombre.

Así los peep-toes volvieron a su fórmula original y los tacones destalonados pasaron a convertirse en los ‘letizios’, podemos decir 2.0. Las plataformas desaparecieron y la Reina optó por piezas más sutiles y sofisticadas con remates en punta y agarre trasero. Sin embargo, la complicada altura es algo a lo que nunca renunció. Hasta ahora.

Hace poco más de un año, éramos conocedores, gracias a su confesión en un corrillo de periodistas, de que Su Majestad padecía metatarsalgia crónica a causa de su reiterado uso del tacón. Esta afección común produce un dolor intenso en la parte anterior del pie, a la par que en los huesos metatarsianos, que son esa almohadilla grasa plantar, la cual acaba inflamándose y genera numerosas molestias. Todo ello derivó en un neuroma de Morton en el pie izquierdo, por el que se le aconsejaba dejar de utilizar este tipo de calzado.

De esta manera, y tras casi 12 meses de observaciones, unos nuevos ‘letizios’, los 3.0, han llegado a nuestra vida, pero también a la de la esposa de Felipe VI. Actualmente, tal y como pudimos comprobar durante sus apariciones en los Premios de Literatura o la visita de Estado del presidente colombiano, la también periodista ha hecho de los kitten heels, un modelo de entre 3,5 y 5 centímetros de altura, su imprescindible.

Tal diseño recibe este nombre porque fue considerado en sus orígenes, fijados en los finales del siglo XVII, un tacón de entrenamiento para las féminas más jóvenes. No obstante, la llegada de Roger Vivier a la maison de Christian Dior durante la década de los años 50 hizo de ellos todo un símbolo de elegancia, convirtiéndolos así en un objeto de deseo entre las mujeres más elegantes del mundo, como es el caso de Audrey Hepburn, Grace Kelly o Jackie Kennedy.

Además, bajo tales ejemplos, la moda los vinculó directamente a las posiciones elitistas y de poder. Por ello, las principales mandatarias mundiales, empezando por la mismísima Margaret Thatcher, lo han utilizado a lo largo de los años a modo de herramienta de comunicación política. Un kitten heel es el punto medio perfecto entre la sensualidad femenina y la modestia.

Dicha lección, que ha sido adquirida recientemente por nuestra reina Letizia, también logró trasladarse a otros reconocidos armarios, entre los que destacan el de Michelle Obama o Carla Bruni, que durante su experiencia como primeras damas no dejaron de dar uso a este tipo de modelo.