La infanta Elena se une a sus primos en el tanatorio para dar el último adiós a Fernando Gómez-Acebo

No podían faltar. La relación de los Goméz-Acebo con los tres hijos de don Juan Carlos y doña Sofía siempre ha sido muy buena. De hecho, Beltrán es uno de los íntimos de Felipe VI, compañero incluso de escapadas. Así que se esperaba presencia real en el velatorio. Y de la familia más cercana al monarca, ha sido la infanta Elena la primera que se ha unido a sus primos en el tanatorio para dar el último adiós a Fernando Gómez-Acebo.

El hijo pequeño de la infanta Pilar fallecía el viernes por la noche en un hospital madrileño, hasta donde precisamente se acercaba don Felipe para apoyar a sus hermanos, rotos de dolor, tal y como ha podido confirmar Vanitatis. Y desde primera hora de la mañana, eran muchas las caras conocidas, familiares y amigos de Fernando, que se unían a la tristeza de los Gómez-Acebo.

Uno de los primeros en llegar era Beltrán, acompañado de Rafa Medina y Laura Vecino, duques de Feria. Le seguían Bruno y su esposa, Bárbara Cano. Eran Simoneta y Juan los que más tarde llegaban, precisamente poco antes de sus primas. Por un lado, la infanta Elena. Por otro, María Zurita.

Las dos llegaban casi a la vez, pero hacían su entrada por accesos diferentes. Hay que entender que, como es lógico en estas circunstancias, la puerta principal del tanatorio de La Paz se llenaba de cámaras de foto y televisión preparadas para captar a cada una de las personalidades que ser acercara a dar su último adiós. Había expectación máxima, además, puesto que se esperaba la llegada de los reyes Felipe y Letizia en algún momento del día.

De ahí que la infanta Elena, intentando evitar por todos los medios la atención mediática, haya querido acceder por la zona trasera del tanatorio. Así, su vehículo la llevaba directamente a una zona en la que no había cámaras de televisión y solo algunos objetivos la captaban salvando a pie el trayecto que la separaba de la zona donde se estaba velando a su primo.

Como decíamos, casi a la vez accedía a La Paz María Zurita, prima de ambos, pero lo hacía por la puerta delantera. Muy seria y cabizbaja, en completo silencio ante los periodistas, pero sin ocultar la tristeza por la muerte del hijo de la infanta Pilar. Aunque arrastraba algunos problemas de salud, ha sido una pérdida del todo inesperada y que ha dejado descolocadas a muchas personas de su entorno por su juventud.

Además de la familia más directa de Fernando, hasta el tanatorio se han querido acercar, como decíamos, muchas caras conocidas que formaban parte bien de su círculo de amistades, bien del de la familia Gómez-Acebo. Una de ellas, Mónica Martín Luque, su primera mujer y que, como los cuatro hermanos de Fernando, no podía ocultar el dolor por la muerte del que fue su gran amor, al que aún le unía una estrecha amistad.

Blanca Suelves y Joaquín Güell, entrando por separado, Paloma Segrelles, José María Aznar Jr. o Pedro López-Quesada han sido algunas de las caras que durante la mañana de este frío sábado han querido pasar por el tanatorio de La Paz para trasladar sus condolencias a la familia. Precisamente, el último, además de tener relación familiar con los Gómez-Acebo, por el vínculo que había entre la infanta Pilar y el infante don Carlos, es del grupo de amigos íntimos con los que de cuando en cuando se escapa el rey Felipe y en el que también se encuentra Beltrán.