Diez años de la boda real de Carlos Felipe y Sofía de Suecia: ellas fueron las seis invitadas más elegantes

Hace ya diez años fuimos testigos de lo que parecía un final feliz... o más bien un comienzo inolvidable. El 13 de junio de 2015, el príncipe Carlos Felipe se casaba con Sofía Hellqvist, una mujer que había despertado tantas pasiones como controversias. Modelo de lencería y exconcursante de un reality amoroso, Sofía no encajaba en el molde tradicional de princesa. Pero el hijo de los reyes Carlos Gustavo y Silvia desafió críticas para convertir su historia de amor en una boda de cuento.

Hoy, una década después, la pareja no solo sigue unida, sino que ha formado una familia sólida y feliz junto a sus cuatro hijos: los príncipes Alexander, Gabriel, Julian e Ines. Justamente, y coincidiedo con su décimo aniversario, la pareja bautizará este viernes a la pequeña de la familia en una ceremonia en la capilla del palacio de Drottningholm. .

Diez años después seguimos recordando aquella boda, que no solo unió a Carlos Felipe y Sofía sino que fue un despliegue de tiaras, vestidos y mucho glamour. Repasamos algunos de los estilismos más memorables de aquel enlace.

Máxima de Holanda

Máxima estuvo realmente máxima con este favorecedor diseño de Jan Taminiau que ya había lucido en el pasado, concretamente en los festejos posteriores a la investidura de su marido. El vestido, con encajes burdeos y escote barco, es una verdadera obra de arte. La reina holandesa lo combinó con joyones: la tiara Mellerio de diamantes y rubíes y un impresionante choker a juego. Nos encanta el detalle del abanico.

Magdalena de Suecia

Una embarazadísima Magdalena -daría a luz a su hijo Nicolas solo dos días después- dio una lección de estilo con este romántico vestido túnica de Elie Saab con pedrería en la zona superior y de silueta oversize. La princesa brilló con la tiara Fringe moderna, su favorita, y unos grandes pendientes de diamantes.

Silvia de Suecia

La madre del novio, siempre elegante, eligió un diseño de seda azul con motivos orientales que le sentaba de maravilla. La reina lució una de las tiaras más impresionantes del joyero de los Bernadotte: la Leuchtenberg, de diamantes y zafiros, a juego con un broche y pendientes. El collar de chatones tampoco tiene desperdicio.

Mary de Dinamarca

La heredera danesa optó por un clásico vestido de seda azul sin mangas y con falda de vuelo. El diseño presenta un bordado floral y cintura marcada. La princesa echó mano de su joyero, recuperando la tiara de diamantes y perlas que su suegra, la reina Margarita, le regaló con motivo de su boda.

Matilde de los belgas

Otra que también optó por el azul fue la reina de los belgas, muy elegante con este vestido de Armani con escote de pedrería. Quizás lo que más llama la atención del look de Matilde es ese broche con el que prendió la banda de la Orden de la Estrella Polar y que contrastaba con su discreta tiara, la más importante del joyero belga.

Tatiana Blatnik

Es difícil encontrar un mal look de Tatiana Blatnik, la que fuera esposa del príncipe Nicolás, y esa ocasión no fue una excepción, ya que eligió un vestido de pedrería en gris perla, con escote barco y mangas transparentes. La tiara y los pendientes acabaron de redondear este estilismo.

Una década después, aquella boda sigue siendo un referente absoluto de estilo royal. Los vestidos elegidos, las tiaras deslumbrantes y los detalles cuidados al milímetro convirtieron el enlace en un desfile de moda de alta alcurnia, donde cada invitada aportó su propio sello y glamour. Desde la familia del novio, con Magdalena o Silvia, a reinas como Máxima y Mary, todas dejaron claro que la elegancia puede tener muchas formas... pero siempre con una tiara como broche final. Un auténtico cuento de hadas en versión alfombra roja.