El homenaje de Angelina Jolie a su madre: "Su muerte me cambió"

Con motivo de la celebración del Día de la Madre en Estados Unidos, Angelina Jolie dedicó un cariñoso recuerdo en homenaje a su progenitora, Marcheline Bertrand, que falleció en 2007 a los 56 años tras una dura batalla contra el cáncer de ovario.

"Perdí a mi madre a los treinta años", escribió Jolie, de 44 años, en una carta publicada en 'The New York Times'. "Cuando miro hacia atrás a aquella época, compruebo cuánto me cambió su muerte. No fue repentina, pero sí que cambió mucho en mi interior. Perder el amor y el abrazo cálido y suave de una madre es como que alguien te arranque una manta".

La madre de seis hijos recordó cómo la separación de Bertrand del padre de Jolie, el actor Jon Voight, afectó a su futuro en la interpretación y la obligó a centrarse en las tareas de la maternidad. "Cuando mi padre tuvo una aventura, eso cambió su vida. Su sueño de una vida familiar se desvaneció. Pero aún así le gustaba ser madre", recuerda la ex de Brad Pitt.

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"Sus sueños de ser actriz se desvanecieron cuando se encontró, a la edad de 26 años, criando dos hijos con un famoso ex que proyectaba una alargada sombra sobre su vida", añadió la ganadora de dos Oscar. "Después de su muerte, encontré un vídeo de su actuación en un corto. Era buena. Habría tenido un gran futuro".

Varios años después de la muerte de su madre, Jolie se hizo un pequeño tatuaje en la mano derecha: la letra W, en referencia a la canción de los Rolling Stones, 'Winter', que su madre le cantaba cuando era bebé.

El mes pasado, Jolie habló sobre ser madre en la revista 'Time'. "No fui una joven muy estable. De hecho, nunca pensé que podría ser la madre de nadie", dijo la actriz, que tiene a Maddox, de 18 años, Pax, de 16, Zahara, de 15, Shiloh, de 13, y los gemelos Knox y Vivienne, de 11.

Jolie, que es enviada especial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), reflexionó también sobre el tiempo que ha pasado conociendo a otras madres en diferentes lugares del mundo.

"Este Día de la Madre, pienso en las madres refugiadas que he conocido, viviendo en la pobreza y el desplazamiento. Todas ellas comenzaron su viaje de maternidad con la promesa de hacer todo lo posible para proteger a su hijo. Dar su vida si era necesario", escribió. "Y si son derrotadas y silenciadas, pocas cosas son más trágicas. A través de los refugiados, he llegado a creer que una madre es la persona más fuerte de la tierra. La suavidad de su piel es engañosa. Es una fuerza impulsada por el amor y la lealtad. No hay nadie más poderoso".