Glenn Close, dama de los Oscar y los Razzie: madre 'tardía', doctorada y fiel animalista

"Estoy pensando en mi madre, que toda su vida dependió de mi padre y a los ochenta años me dijo que pensaba que no había conseguido nada. Eso no está bien, y lo que siento que he aprendido con esta película es que las mujeres somos las que cuidamos y criamos, y eso es lo que se espera de nosotras. Tenemos a nuestros hijos, tenemos a nuestro marido si somos lo suficientemente afortunadas, tenemos a nuestras parejas, lo que sea… pero necesitamos sentirnos realizadas. Tenemos que seguir nuestros sueños. Tenemos que decir 'yo puedo hacer eso y debería estarme permitido hacer eso".

El discurso de Glenn Close en los Globos de Oro hace dos años, cuando ganó premio por 'La buena esposa', aún pone la piel de gallina. Es el fiel reflejo de una vida que no ha sido fácil, de una trayectoria profesional a la que Hollywood debe no pocos éxitos.

La Cruella De Vil de '101 dálmatas' o la psicópata enamorada de 'Atracción fatal', película que ella misma ha catalogado de machista años después de su estreno, puede lograr, al fin, ese Oscar que la Academia le debe desde hace eones. Si se lo lleva será por su papel secundario en 'Hillbilly, una elegía rural', película en la que su espeso maquillaje para interpretar a la abuela de una familia de perdedores no oculta su profundo talento. Sin embargo, que haya sido nominada a los Razzie por ese mismo personaje no se lo pone precisamente fácil.

La vida tampoco ha sido un camino de rosas para la admirada Glenn. Nacida en Connecticut hace 74 años, la profesión de su padre hizo que su infancia fuese más itinerante y más controvertida de lo deseado. Su progenitor, William Taliaferro Close, fue un importante investigador del sida y, además, ejerció de médico personal del dictador zaireño Mobutu Sese Seko. Fue nombrado jefe del ejército nacional y ayudó a controlar una epidemia de ébola en 1976. Son datos que la actriz siempre ha querido matizar, alegando que su familia "luchó por sobrevivir a las presiones de una cultura que dictaba todo acerca de cómo vivir".

Una vez se trasladaron de nuevo a Estados Unidos, la joven Glenn Close fue, con apenas 22 años, la sensación del Broadway de los años 70 y principios de los 80. El cine llegó tarde a su vida, cuando ya tenía 35 años, pero no le fue nada mal. 'El mundo según Garp' (1982), 'Reencuentro' (1983) y 'El mejor' (1984) le propiciaron sendas nominaciones al Oscar como mejor actriz de reparto. Sin embargo, fueron dos interpretaciones de villana con matices, las de 'Atracción fatal' (1987) y 'Las amistades peligrosas' (1988), las que la cubrieron de gloria.

Si el cine llegó tarde a su vida, también lo hizo (según los estándares de hace tres décadas) la maternidad. Durante el rodaje de 'Atracción fatal', la actriz se quedó embarazada, algo que sorprendió a muchos porque tenía 41 años. A los dos meses de dar a luz a su única hija, Annie Starke, la actriz se puso al frente de 'Las amistades peligrosas', combinando como pudo maternidad y oportunidad profesional.

Casada en primeras nupcias con Cabot Wade en 1969, se divorció dos años después. Su segundo matrimonio, con el ejecutivo James Marlas, se celebró en 1984. Apenas duró tres años, tiempo en el que conoció al que sería el padre de su hija, el productor John Starke.

En 2006, tras dos divorcios y cuando parecía que el amor ya no le deparaba más sorpresas, Close volvió a casarse con el empresario biotecnólogo David Shaw. La ceremonia, de carácter íntimo, se celebró en Maine, localidad en la que ambos vivieron los nueve años que duró el matrimonio. En 2015, la actriz vivió su tercer divorcio y, ante las preguntas de los periodistas más curiosos sobre su inestabilidad sentimental, recurrió a una frase de su idolatrada Katharine Hepburn. "Muchas mujeres se definen en términos de un hombre. Pienso que hombres y mujeres son dos especies distintas. Katharine Hepburn dijo una vez que ellos debían vivir en la puerta contigua y visitarse de vez en cuando. No es una mala idea", dijo.

Más allá del amor, Close es una mujer muy entregada a varias causas. Es de sobra conocido su activismo LGTB o su defensa de los animales, compromiso al que llegó a dedicar un blog en 2007. Pocos saben, ademas, que en 2013 logró doctorarse en leyes, una de las grandes ilusiones de su vida.

Intérprete a contracorriente, perteneciente a una 'generación eslabón' (de la que también forman parte Sigourney Weaver o Jamie Lee Curtis) entre las estrellas de los 70 y las de los 90 (que se podrían considerar las últimas), Close es una de las mujeres más respetadas del Hollywood moderno. Nominaciones al Razzie aparte, nadie pone en duda la enorme deuda que la Academia tiene con ella. Puede que este domingo esa deuda quede por fin saldada.