Así fue la boda de Britney Spears: sin su familia, con Madonna y saboteada por su ex

A la tercera va la vencida. Después de casarse brevemente con Jason Alexander y posteriormente con Kevin Federline, rodeada de invitados famosos, sin rastro de la familia con la que está enfrentada, con intento de sabotaje inesperado, pero felizmente abortado y en su impresionante mansión de California, Britney Spears y Sam Asghari se convertían por fin en marido y mujer después de anunciar por todo lo alto su compromiso el pasado mes de septiembre.

El representante de Sam, Brandon Cohen, confirmaba la noticia a través de un comunicado poco después de que los tortolitos publicaran la noticia en sus respectivas cuentas de Instagram. "La pareja ha hecho oficial hoy su larga relación y están profundamente conmovidos por el apoyo, la dedicación y el amor que se les ha expresado", se aseguraba entonces.

Ahora sí, la cantante de 40 años y su flamante esposo, de 28, se dieron el 'sí quiero' después de cinco años de noviazgo en una ceremonia a la que tan solo acudieron 60 invitados. La princesa del pop ya es de este modo de nuevo una mujer casada después de que su tutela que había durado 13 años llegara a su fin. Britney Spears había revelado previamente que dicha tutela le impedía casarse o tener hijos con Sam. Sus padres, Jamie y Lynn Spears, así como su hermana Jamie-Lynn Spears no asistieron a la boda.

Aunque la artista no ha compartido imágenes del evento en sus redes sociales, según informa la revista 'People', lució un vestido de novia de Versace creado por la propia Donatella Versace, que fue una de las invitadas al enlace. En él se pudo ver también a Madonna, que compartió un polémico y tórrido beso con Britney en el escenario de los premios MTV Video Music Awards de 2003. Paris Hilton y Drew Barrymore fueron otros dos de los rostros conocidos que no se quisieron perder el señalado acontecimiento.

Pero sin duda el momento más dramático que se vivió en las horas previas al enlace fue cuando el exmarido de la cantante, Jason Alexander, con el que solo llegó a estar casada exactamente 55 horas, trató de colarse en la fiesta y fue detenido por la seguridad del evento. Posteriormente, fue acusado de "allanamiento de morada, vandalismo y dos cargos de agresión" después de que irrumpiera en su recinto a primera hora del día.

Según aseguran medios como 'TMZ', la intención de Alexander era sabotear la ceremonia, mientras iba retransmitiendo en su cuenta de Instagram todo lo que iba ocurriendo según se acercaba a la mansión de su ex. En directo, aseguraba que Britney le había "invitado" al evento y que era su "primera y única esposa" antes de afirmar con orgullo que estaba allí para "colarse en la boda".

Por fortuna, la ceremonia se reanudó sin problemas y, acompañada por el tema de Elvis Presley 'Can't Help Falling in Love', Britney Spear desfiló por el pasillo nupcial al encuentro de su ya marido. Un exótico carruaje estilo Cenicienta junto a un precioso caballo blanco fueron algunos de los curiosos elementos de decoración de una ceremonia cuyo ágape corrió a cargo de la prestigiosa empresa californiana Contemporary Catering.

Aunque no ha trascendido aún el menú que degustaron los invitados, un ejemplo de menú de boda que podemos encontrar en su web incluye aperitivos de carne de kobe y tartar de atún, seguidos de platos principales como un dúo de bistec de falda frotado con especias, a la parrilla y en rodajas o lubina de Santa Bárbara servida con hinojo carbonizado, azafrán y una salsa de crema de hierbas.

Sam, nacido en Irán, conoció a Britney en octubre de 2016 cuando trabajaron juntos en su videoclip 'Slumber Party' y comenzaron a salir poco después. Los ya recién casados revelaron que estaban esperando su primer hijo juntos el pasado mes de abril, pero poco después confirmaban que la cantante había perdido al bebé. Ambos han expresado su esperanza de ampliar la familia en un futuro.