Paul Newman, sincero sobre la adicción de su hijo en sus memorias póstumas

Catorce años después de la muerte de Paul Newman, hay muchas cosas que el mundo nunca supo sobre el legendario –y complicado– actor. En sus nuevas memorias póstumas, 'Paul Newman: The Extraordinary Life of an Ordinary Man', se indaga entre otras cosas en la trágica pérdida de su hijo Scott, que murió de una sobredosis de drogas y alcohol a los 28 años en 1978.

El libro se basa en entrevistas para un proyecto que el protagonista de 'El golpe' y algunos de sus amigos más cercanos emprendieron a mediados de los años 80. Un proyecto en el que la única regla era ser "completamente honesto".

Al hablar de la pérdida de su hijo, el intérprete dice: "Seguía pensando que estaba pasando por una fase de malas decisiones de un adolescente. Nunca pensé que sería fatal".

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"¿Había alguna forma de decirle que no tenía que ser como yo?", se pregunta Newman. "¿Que no tenía que hacer cosas de macho y que podía ser él mismo?", sigue lamentándose con pesar el actor.

"Son muchas las veces que me he puesto de rodillas y he pedido perdón a Scott", continúa. "Le pido perdón por esa parte de mí que dio el impulso para su propia destrucción. ¿Qué habría hecho falta para evitarlo? No estoy seguro, pero no creo que hubiera podido dedicarme al cine y ser una estrella. No podría haber bebido".

En el libro, Newman, padre de seis hijos (Scott y cinco hijas), dice que "ser una estrella lo desbarata todo para tus hijos". Al excavar en sus propios sentimientos de culpa e impotencia en torno a la muerte de Scott, confiesa: "Hay incluso algo grotesco en decir 'perdóname'. La energía que representa a ese niño me hará un gesto y dirá: 'Bueno, ¿qué se supone que tengo que hacer con eso?".

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Clea Newman, la hija de Paul y su segunda esposa, Joanne Woodward, dice en el libro: "No hay mayor pérdida. Pero él fue capaz de sufrir en silencio. Es desgarrador, pero creo que también le llevó a hacer un profundo examen de conciencia".

Ese autoexamen incluyó una reflexión sobre su propio consumo excesivo de alcohol. "Es un reto interesante saber hasta dónde se puede llegar con la bebida sin llegar a la autodestrucción", afirma Newman. "A principios de los años 70, creo que lo llevé hasta donde podía llegar, antes de darme cuenta de que había ido demasiado lejos. Para alguien tan controlado como yo, experimentar el placer, el lujo de estar fuera de control y mantenerte constantemente en riesgo, es simplemente placentero".

"Hay cosas terribles que suceden con la bebida", añade de forma muy sincera Paul Newman desde las páginas de este nuevo libro sobre su vida. "Me maravilla haber sobrevivido a ellas".