Analizamos la sentencia contra Shakira: 7,7 millones de multa y 3 años de cárcel (eludible)

Fue una frase premonitoria, como un aviso para navegantes. “Les he prometido a mis hijos que voy a ser feliz”, dijo Shakira el jueves en Sevilla al recibir un Latin Grammy. Y con esta premisa llegó a Barcelona la cantante para enfrentarse a su juicio con Hacienda. Mejor ser feliz que conseguir justicia. Shakira se va de España con los deberes hechos después de batallar durante años contra el fisco español. Cansada y con la mirada puesta en el futuro, la cantante ha decidido llegar a un acuerdo de conformidad, admitir la pena ante el juez y pagar una gran multa millonaria (casi 8 millones de euros).

Aunque no está de acuerdo, considera que es lo más fácil para su vida. La condena, con todo, existe y es dura. La Audiencia impone “una pena de cárcel de seis meses por cada uno de los seis delitos”. Esto es, 18 meses de prisión -3 años-, que no deberá cumplir.

Y además le impone una “pena de multa del 50% por cada una de las seis cuotas principales defraudadas; esto es, 2.907.781,76 euros (IRPF de 2012), 1.536.224,08 (IRPF de 2013), 1.805.773,99 (IRPF de 2014), 505.515,30 (IP de 2012), 263.263,40 (IP de 2013) y 311.431,53 (IP de 2015)”. En total, deberá pagar una multa de 7.329.990,06 euros, a lo que hay que sumar la multa para evitar ingresar en prisión. Ahora lo vemos.

En el mismo auto se puede leer que “todas las partes suplican a la sala que las penas de prisión se sustituyan por multas, a razón de cada día de prisión por dos cuotas de multa por importe, cada cuota de 200 euros”. Esta cantidad, que se debe sumar a la pena económica, alcanza los 432.000 euros, lo que dejaría el monto total a pagar en casi 8 millones de euros (7.761.990). Con este pago, la cantante se libra de entrar en prisión, pero quedará marcada en España para siempre al tener antecedentes penales. Este hecho podría tener influencia en el otro proceso judicial que tiene pendiente la cantante, por delitos similares referidos a los ejercicios de 2018. Acaso es por este motivo que salió de la sede de la Audiencia con un semblante muy serio, casi de enfado.

"Sí, gracias"

Porque la cantante no pudo evitar su imagen en el banquillo, que ha aparecido ya en todos los medios de comunicación y que quedará en las hemerotecas para siempre. Aunque su declaración duró apenas unos minutos, en los que el juez la informaba de la situación y ella simplemente asentía con un “sí, gracias”. Con gesto incómodo, las manos entrelazadas y la mirada casi perdida, triste y resignada, la cantante admitía la pena pese a no estar de acuerdo.

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Justo cuando la cantante entraba en la Audiencia, su equipo mandaba un comunicado en el que se quejaba de la situación. Y expresa su inconformidad con la condena pese a haber llegado a un acuerdo de conformidad dentro de la sala. “Se ha dado una especie de doble imposición y me han impuesto unas multas desproporcionadas sobre unas ganancias que no existieron. Hasta el punto de que he tenido que pagar 60 millones. Y todo porque, en medio de una gira de más de 120 conciertos por todo el mundo, hice visitas a España para ver a la persona con la que iniciaba una relación, sumando en total 70 días entre todas las visitas. El 2011 fue un año en el que no tenía ningún vínculo con España. Me encontraba saliendo de una larga relación de más de diez años con mi expareja, Antonio de la Rúa, con quien vivía en Bahamas; y venía a España esporádicamente. Y, por si fuera poco, el caso de 2011 se ha tramitado de manera anómala y fuera de los plazos que dicta la ley, por lo que debería ser anulado”.

Sin subvenciones

El auto de la Audiencia de Barcelona señala que “subsidiariamente, la ejecución de las seis penas de prisión impuesta queda suspendida durante un periodo de dos años por concurrir en la cursada y todas y cada una de las condiciones previstas en el artículo 80.3 del Código Penal”. En la sentencia de la Audiencia, firme, se impone también la “pérdida de la posibilidad de poder acceder a subvenciones o ayudas públicas y del derecho de gozar de beneficios o incentivos fiscales o de la seguridad social por un año por cada uno de los seis delitos [seis años en total]”.

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Todo, porque el tribunal da por probados los delitos: “Los hechos punibles descritos en la conclusión primera de este escrito de calificación son constitutivos de seis delitos tipificados en el apartado primero del artículo 305 bis del Código Penal”. Ha quedado escrito negro sobre blanco en el citado auto, en el que se indica que “la acusada responde en concepto de autor de los seis delitos del artículo 305 bis de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 27 y 28.1 del Código Penal”.

Pago previo de 20 millones

“Doña Shakira Isabel Mebarak Ripoll concurre la circunstancia atenuante muy cualificada de la responsabilidad criminal prevista en el artículo 21.5 del Código Penal”, se añade en el auto. Es un detalle importante, porque se tiene en cuenta la multa de casi 20 millones de euros que pagó cuando empezó el proceso judicial.

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Un pago al que ella misma se refiere en el comunicado que ha mandado este lunes su equipo de comunicación: "Desde el fondo hasta la forma, el caso de 2011 es un sinsentido; no solo porque no estaba ni cerca de ser residente en el 2011, sino porque me han hecho pagar por todo el capital de trabajo de mi gira. No han tenido en cuenta los gastos en los que incurrí y acabé pagando los gastos de mi gira dos veces".