La abstracción femenina de Versace

Versace toma al cuerpo como base para su colección de mujer otoño/invierno. En palabras de la alma mater Donatella Versace, “el cuerpo debe ser configurado por la ropa, nunca al revés”. Así, las nuevas propuestas lanzan un desafío de sastrería a las obsesiones estéticas del tercer milenio, imponiendo una femenidad abstracta y de apariencia minimalista.

Los materiales, en principio sencillos, se tornan en complejos por la riqueza de sus detalles: destacan los acolchados de pelo de caballo y las costuras con efecto de hueso de ballena, jerséis con aplicaciones de espejo o con un efecto de superficie líquida de mercurio, el exclusivo tejido japonés tecnológico, que parece estar hecho de plumas, y sobre todo las pieles naturales y lujosas (zorro, chinchilla, napa y cocodrilo), que se han trabajado para obtener un aspecto sintético en color y textura.

La paleta de colores está dominada por el gris en diferentes tonalidades como el carbón, perla, asfalto o humo, y las pieles y prendas en verde azufre, turquesa tornasolado y tonos cereza.

Para el hombre, Versace se recrea en la fascinación por los uniformes de las academias militares. La silueta de las chaquetas y lo abrigos se vuelve más cilíndrica: espaldas rectas bien ajustadas, los pantalones rectos y de pitillo para combinar con botas estilo Beatles.

Para la noche la firma italiana elige prendas de gala como el smoking o el frac. Destacan las camisas de seda y las pajaritas. En cuanto a los materiales se combinan el cashemir, con la lana y el mohair, y el efecto piel para los abrigos de estilo militar. Los colores son variados: negros, chocolates u ocre oscuros, entre otros. En las camisetas, el acento sobre el rojo y el turquesa recordando las franjas de los uniformes militares.