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Cinco propuestas de lujo para empezar el 2008 como las estrellas
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Cinco propuestas de lujo para empezar el 2008 como las estrellas

La noche del 31 de diciembre es para muchos la fiesta por antonomasia. Una vez pasados los rigores de las cenas familiares de Nochebuena, la última

La noche del 31 de diciembre es para muchos la fiesta por antonomasia. Una vez pasados los rigores de las cenas familiares de Nochebuena, la última velada del año se convierte en el momento de la diversión y el desenfreno, con amigos o con familia, para despedir con honores el año que acaba y recibir como se merece al nuevo. Al fin y al cabo, el que la Tierra dé otra vuelta completa en su órbita alrededor del sol es un acontecimiento que bien se merece una fiesta por todo lo alto. Mejor que mejor, en alguno de los más elegantes hoteles de Madrid, que para esta noche tiran la casa por la ventana y programan fiestas en las que combinan las mejores ideas de sus chefs con entretenimientos de todo tipo y adaptados a cada gusto. En algunos casos, la oferta se limita a la cena y las uvas, y en otros se alarga hasta la madrugada con un cotillón y las tradicionales recenas de madrugada, que ayudan al cuerpo a seguir adelante en la noche.

  • Como en cada evento que organiza, el hotel Palace prepara para la noche de San Silvestre una fiesta muy especial para la que su cúpula (que un año más se convierte en una glamourosa pista de baile) ha sido decorada con miles de estrellas. Para la noche, el chef Sandro Di Marco ha preparado un menú especial de corte clásico pero con algunos toques creativos: colas de cigala confitadas a 65º sobre gelatina de cebolla y perejil con galletas de jamón, el caviar beluga imperial con blinis (un clásico ya en la nochevieja del Palace), bogavante a la plancha con foie de pato fresco marcado en plancha, paletilla de cabrito cocinada a 65º durante 24 horas con setas, borrajas y puré de patata y queso tierno de cabra y, para terminar, biscotto di nocciola. Tras las uvas, el baile, que estará organizado por la orquesta Santiago, y un aliciente muy especial: entre los asistentes se sorteará una estancia de dos noches en la Suite Real del hotel, con tratamiento VIP, traslados en limusina y una cena romántica en el restaurante del hotel. Para brillar tanto como las estrellas de su cúpula.
    615 euros + IVA. Plaza de las Cortes, 7. Tlf. 91 360 72 49.
  • El Intercontinental ha diseñado para estas navidades ocho galas y eventos gastronómicos en los que diversos monumentos o lugares emblemáticos de Madrid se convierten en protagonistas. El día de fin de año la atención recae sobre la Puerta del Sol, como no podía ser de otro modo, y para la cena con cotillón, el chef Juan Carlos de la Torre propone sorpresas de caviar, milhojas de foie-gras a la plancha caramelizado, consomé en hojaldre con su huevo de codorniz, media langosta thermidor, sorbete de piña natural de costa rica con grosella roja, solomillo de ternera con salsa de trufa y tatín de boletus con croquetitas de maíz y nieve de grand marnier sobre cous-cous de caramelo y chocolate caliente. A continuación fiesta, y a partir de las 03.00 horas, el gran buffet de San Silvestre. Además, el hotel ha programado una fiesta infantil con juegos y piñatas hasta las 03.30 horas.
    500 euros +IVA. Pº de la Castellana, 49. Tlf. 91 700 73 71.
  • El Gran Meliá Fénix, en la plaza de Colón, abre las puertas de su salón 4 Estaciones para recibir a sus invitados de Nochevieja, un espacio excepcional para brindar con cava y tomar las uvs de la suerte. El menú del hotel incluye aperitivo de vieira confitada con manzana ácida y caviar de beluga, langosta en milhojas y variado de setas acompañado de mousselina con huevos de erizo, sorbete de frambuesas silvestres al Kira, medallones de solomillo de buey y venado en salsa de boletus edulis y frutos rojos con manzana braseada, puré boniato y trufas molanospórun y coulant de chocolate con helado de nata y frambuesas silvestres.
    205 euros, IVA incluido. C/ Hermosilla, 2. Tlf.: 91 431 67 00.
  • Tratándose del enfant terrible de la hostelería de lujo madrileña, el Urban no podía hacer otra cosa que proponer algo diferente para su gala de Nochevieja. Así, la fiesta incluye una sesión del DJ Borja D. Torremocha, aunque antes de la música está la cena de gala. Para ella, los responsables de la cocina del hotel han programado un menú en el que, sin dejar de lado algunos platos tradicionales de la fecha, deja paso a nuevas tradiciones. Así, entre los entrantes es posible comer unas lentejas de la suerte o caviar iraní sobre blinis, ostras naturales de cambados Napoleón, virutas de foie con reducción de Pedro Ximénez y jamón ibérico puro en torta de aceite. Para continuar, sopa de rape con pistilos de azafrán, besugo de ‘pinta’ a la madrileña y solomillo de Kobe al humo de sarmiento. De postre, un semifrío de castañas con chocolate.
    375 euros + IVA. Cr. San Jerónimo, 14. Tlf. 917877770.
  • El añejo encanto del Orfila será uno de los motivos que llevará a muchos invitados a decantarse por él. Para fin de año han organizado una cena con el indispensable caviar iraní y blinis, frutos de mar con perlas de tapioca, foie, consomé de faisán con ravioli trufado, lubina salvaje sobre trigo sarraceno y hongos, jarrete de ternera confitado con emulsión de patata y echalotes y un pequeño cocktail de frutas. Todo a partir de las 21.30 horas del 31 de diciembre, aunque desde media hora antes se servirá un aperitivo en forma de copas de Moet&Chandon y ostras.
    300 euros + IVA. C/ Orfila, 6. Tlf. 91 702 77 70.
  • La noche del 31 de diciembre es para muchos la fiesta por antonomasia. Una vez pasados los rigores de las cenas familiares de Nochebuena, la última velada del año se convierte en el momento de la diversión y el desenfreno, con amigos o con familia, para despedir con honores el año que acaba y recibir como se merece al nuevo. Al fin y al cabo, el que la Tierra dé otra vuelta completa en su órbita alrededor del sol es un acontecimiento que bien se merece una fiesta por todo lo alto. Mejor que mejor, en alguno de los más elegantes hoteles de Madrid, que para esta noche tiran la casa por la ventana y programan fiestas en las que combinan las mejores ideas de sus chefs con entretenimientos de todo tipo y adaptados a cada gusto. En algunos casos, la oferta se limita a la cena y las uvas, y en otros se alarga hasta la madrugada con un cotillón y las tradicionales recenas de madrugada, que ayudan al cuerpo a seguir adelante en la noche.