En busca del sujetador perfecto

Una de las cosas más complicadas al ampliar el fondo de armario de toda mujer es encontrar un sujetador cómodo, atractivo y que, además, cumpla con la función de hacer el pecho más bonito a la hora de lucir cualquier vestido o camiseta. A pesar de las décadas y millones de euros invertidos en investigación y desarrollo de esta prenda -patentada en Estados Unidos en 1863- lograr el equilibrio que se quiere conseguir entre moda, comodidad y funcionalidad sigue siendo el reto de las grandes marcas de ropa íntima.

Gracias al desarrollo tecnológico, nos encontramos con prendas de todo tipo. Sin ir más lejos, la firma Triumph ha sacado al mercado el ‘Photovoltaic-Powered Bra’ un sujetador con corpiño que además tiene una placa solar capaz de generar la energía suficiente para mostrar mensajes de cualquier tipo en un pequeño tablero electrónico. Este modelo fue creado más para generar conciencia ambiental entre el público que buscando la funcionalidad en la prenda.

Sin embargo, otras investigaciones sobre esta prenda podrían haber resultado más satisfactorias para la compradoras habituales, a quienes, a tenor de las cifras, es importante tener contentas. Según publica la revista Newsweek en su edición digital, el pasado año, sólo en Estados Unidos, las ventas del sector cayeron un 5 %, lo que supone casi seis billones de euros menos. Para combatir esta caída, las empresas han intentado fabricar productos más acordes con las nuevas necesidades de sus clientas. Por este motivo, las firmas han ido introduciendo mejoras estructurales en la prenda después de ordenar estudios científicos sobre el pecho femenino.

Esos avances como la inclusión de silicona en los tirantes –o como lo fuera el propio wonderbra en su momento- han permitido que hoy en día existan prendas como el sujetador sin espalda, inventado por un concursante del reality show ‘American Inventor’ -de la cadena nortemericana ABC- que se mantiene fijo gracias a que la silicona de los tirantes en los brazos de tal forma que no sólo impide que el pecho caiga, sino que además lo realza.

El invento comenzó a aplicarse en una prenda comercializada por la firma estadounidense Victoria’s Secret, en un sujetador llamado 'Sexy 100 Bra', que la casa americana presentó como la prenda capaz de ser colocada de 100 formas diferentes. Pero este sujetador, tal y como cuenta la revista semanal, levantó la polémica nada más salir al mercado; una mujer de Long Island ha demandado a la empresa acusándolos de plagiar una prenda que ella había inventado. Por el momento Victoria’s Secret declina hacer declaraciones al respecto.

Según los entendidos del sector se trata de una carrera por lograr el sujetador perfecto que según Marshal Cohen, analista del grupo NPD, tendría que “ser bonito, estar hecho de nuevos materiales y debe tener unos tirantes confortables”.

La tecnología, sin duda, también ha entrado en el negocio de la moda íntima, algo que según el analista permite a las empresas mantener a sus clientes ofreciéndoles la posibilidad de comprar cosas nuevas y diferentes. Algo que implica para Cohen un cambio de estilos y presentaciones en las empresas. Por ejemplo, Victoria’s Secret tiene planeado abandonar la imagen que hasta ahora tenía y buscar un estilo más sofisticado en una búsqueda de mezclar tecnología y líneas elegantes.

Pero, ¿quién decide qué es sexy o elegante? Según Mark Anglin, otro de los analistas de mercado consultados por News Week –en este caso para Kart Salomon Associates-, el concepto de lo que es atractivo o no oscila como “un péndulo”. Dice Anglin que hace cinco o diez años, el ‘look’ francés era muy popular, con bordados y encaje, pero hoy en día se buscan prendas “sin costuras y lisas”. Además, la customización también se da en las prendas interiores ya que una mujer puede tener más pecho pero menos contorno de espalda que otra y viceversa incluso se adaptan para evitar problemas de espalda derivados del exceso de busto.

El sujetador perfecto al final es cuestión de gustos, innovación y de las tendencias que marcan las firmas sobre la pasarela para la siguiente temporada.