El mejor hotel para caminar por Barcelona

Si Zaragoza bien vale una misa, Barcelona se merece sin duda una buena caminata. La ciudad más internacional de la península Ibérica es un centro mundial de referencia en el diseño, el arte, la música y la moda contemporánea. Sea para escuchar antes que nadie a los grupos de rock que actuaron en el recientemente celebrado festival Primavera Sound o para conocer las próximas tendencias en moda urbana que se desvelarán el la edición de Bread & Butter que tendrá lugar en unas semanas, los viajeros llegan a la capital catalana sabiendo que tendrán que conocerse la ciudad a pie. ¿Qué mejor, por tanto, que hospedarse en el hotel ideado por la marca española de zapatos que ha conquistado el planeta entero con sus sencillos diseños?

Camper abrió hace ya algún tiempo la Casa Camper en pleno barrio del Raval barcelonés, a medio camino entre las turísticas Ramblas y el ‘triunvirato’ formado por el MACBA, el CCCB y la FAD, con el objetivo de trasladar al mundo de la hostelería el mismo espíritu sencillo, humano y respetuoso con el entorno con el que ha triunfado en el mundo de la moda. Todo se debió a la sana obsesión de Lorenzo Fluxá y Fernando Amat (creadores, respectivamente, de las firmas Camper y Vinçon) por crear un hotel que respondiera a características completamente diferentes a las que se ven habitualmente. Tras mucho buscar, hallaron un antiguo edificio del siglo XIX cuya sencilla pero imaginativa reforma, a cuyo frente se situó Jordi Tio, sigue siendo un punto de referencia.

Lo de que se trata de un hotel distinto se nota desde el mismo momento en el que se cruza la puerta. Maletas y bicicletas, dos de los grandes símbolos de los viajeros, reciben a los huéspedes indicándoles que éste y no otro es el lugar al que debían llegar. Una vez franqueado el acceso, la recepción combina elementos de diferentes estilos decorativos. El mostrador de recepción, por ejemplo, es de mármol negro con efectos op-art, pero convive en armonía, por ejemplo, con una de las clásicas vitrinas de mercado cuyo uso se ha adaptado al almacenamiento de licores, productos de higiene y publicaciones. Los huéspedes son recibidos a su llegada con una miniguía para conocer y comprender la ciudad.

¡Adiós al prohibitivo minibar! En Casa Camper los clientes disponen de un office junto a la cocina de la planta baja en la que se pueden coger bebidas, fruta, yogures o sándwiches y llevárnoslos a la habitación sin ningún tipo de coste. Pregunte por el servicio ‘Tentempié’ en la recepción. Por las mañanas (hasta las 11.30) hay un potente servicio de cocina para atender cada una de las peticiones concretas de los comensales, de modo que es muy sencillo poder disfrutar de nuestro desayuno favorito.

Cada habitación de Casa Camper (cuenta con sólo 25) está compuesta en realidad por dos cuartos. Suena extraño, pero se puede observar desde el propio pasillo, dividido en puertas rojas y blancas, cada una de ellas con los números repetidos. Tras las primeras se encuentra el área de descanso y aseo; tras las segundas, una zona pensada para relajarse o trabajar. En el hotel todo está pensado para permitir al cliente una estancia cómoda (los baños dan a un patio interior, por lo que es posible asearse con luz natural) a la vez que respetuosa por el entorno: el agua de los inodoros es en realidad la de la ducha, reutilizada tras depurarla.

Las sorpresas continúan en la ‘salita de estar’, donde aparte de ver la televisión o echar un vistazo a la calle desde nuestro balcón, podemos dormir una agradable siesta tumbados cómodamente en un hamaca brasileña. Después de un agotador día de paseo por Barcelona no hay nada mejor... eso sí, mejor quitarse los zapatos antes de dormir.