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Trío de ases para los veranos de interior
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RESTAURANTE

Trío de ases para los veranos de interior

La cosa va de terrazas. Entrados en el mes de julio, cuando se trata de buena gastronomía, no se puede pensar en otra cosa que no

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Trío de ases para los veranos de interior

La cosa va de terrazas. Entrados en el mes de julio, cuando se trata de buena gastronomía, no se puede pensar en otra cosa que no sea disfrutar de ella al aire libre. Los comedores interiores no apetecen y mucho menos los aparatos de aire acondicionado que enfrían los platos antes incluso de ‘hincarles el diente’. Pero a falta de paseo marítimo y chiringuitos, la mejor opción es aprovechar ese sol radiante y el bullicio nocturno que ofrece Madrid y hacerlo en alguna de sus múltiples terrazas veraniegas. Innumerables opciones que pasan por tres muy recomendables.

Si lo que perseguimos a la hora de buscar una terraza es la posibilidad de ‘tapear’, O Cacho do José ( Plaza Santa Ana, 5) siempre resulta una opción acertada. Aunque se trata de una terraza permanente, la época estival es el momento en el que adquiere su máximo esplendor. Gran conocido de madrileños y turistas, este restaurante basa su secreto en recuperar los sabores del Norte ofreciendo bocados de toda la vida siempre tratados con mimo para mantener su esencia sin enmascararla. Zamburiñas en salsa de vieira, pulpo a feira, huevos estrellados con picadillo de lomo adobado o una selección de sus excelentes embutidos podrán degustarse de lunes a domingo en un horario ininterrumpido de 12:00 a 01:00 horas.

Por su parte, La Piazzetta (Plaza de Chueca, 8) sale al rescate de todos aquellos que huyen de los platos pesados en esta época del año, porque ya se sabe que en verano lo que realmente pide el cuerpo son especialidades ‘refrescantes’. En plena plaza de Chueca, una de las zonas con más vida de la capital, La Piazzetta invita a adentrarse en una carta a la que ha impreso su carácter dinámico, joven y fresco. Tomando como referencia la cocina italiana más tradicional, propone platos artesanales y equilibrados a precios muy asequibles. Muy apetecibles son los rollitos de berenjena con verduras, queso y tomate, los carpaccios de carne buey o bacalao y la burrata del casentino, aunque la pasta fresca y las verduras son las auténticas protagonistas. El restaurante, el cual se puede reservar íntegramente para cualquier tipo de celebración, se complementa con La Dolce Piazzeta, una coqueta heladería que pondrá la nota dulce a cualquier almuerzo o velada.

Y por último, alta gastronomía en miniatura. Así es la cocina que Adán Martín elabora en la Taberna Algorta (General Perón, 16) a partir de los productos más frescos del mercado y los ingredientes más selectos. Las 50 especialidades que pueblan un variado escaparate de pintxos se renuevan cada semana manteniéndose los que más hayan triunfado entre la clientela. El pintxos de morcilla y pimientos caseros, la hamburguesa de ternera con huevo y mostaza y la coliflor con trigueros y bechamel son algunos de los bocados más irresistibles.

La cosa va de terrazas. Entrados en el mes de julio, cuando se trata de buena gastronomía, no se puede pensar en otra cosa que no sea disfrutar de ella al aire libre. Los comedores interiores no apetecen y mucho menos los aparatos de aire acondicionado que enfrían los platos antes incluso de ‘hincarles el diente’. Pero a falta de paseo marítimo y chiringuitos, la mejor opción es aprovechar ese sol radiante y el bullicio nocturno que ofrece Madrid y hacerlo en alguna de sus múltiples terrazas veraniegas. Innumerables opciones que pasan por tres muy recomendables.