Pinte sus uñas con fuertes tonos
Si hace unos años el color de las uñas perdió terreno (casi hasta desaparecer) para dar paso a un maquillaje facial excesivo y hasta ordinario, ahora
Si hace unos años el color de las uñas perdió terreno (casi hasta desaparecer) para dar paso a un maquillaje facial excesivo y hasta ordinario, ahora la tendencia se muestra a la inversa. Y es que las lacas de uña vuelven a cobrar el protagonismo que en su día tuvieran. Y pasan de colores tan indiferentes como el carne o transparente al chocolate, rojo, negro e, incluso, azul. Atrás quedaron aquellos días en los que se usaban sin ningún problema colores tan estridentes y fuertes como el marrón, confiriéndonos un aspecto salvaje y felino.
Las últimas tendencias muestran unas uñas coloridas pero eso si bastantes recatadas en cuanto a su extensión y es que se acabó eso de arriesgarse a que se rompan en el momento más imprevisible. Si bien con respecto a otros años las siluetas se alargan un poco más de la cuenta y la forma de las uñas se redondea como si fuera una almendra. Este otoño están de moda con los colores más intensos y oscuros: gris, rojo, cobre, morado y chocolate. Si bien, hay que dejar a un lado la laca de uñas roja pues ya ha pasado su reinado.
También se puede escoger el azul oscuro, un color que a muchas puede parecer sucio pero que bien cuidado puede ser impresionante. El negro seguirá estando presente aunque no tanto como otros años. Y no piensen que el pintauñas no es democrático. Como así lo atestiguan las pasarelas internacionales los chicos también disfrutan pintándose las uñas y luciendo atrevidos colores en sus manos.
Por último, recordar que la manicura francesa sigue en auge pero, más que nada, para los pies. Un consejo: intente adaptarla. No vaya con las uñas largas. Y eso, olvide el exceso: nada de asfixiar las uñas de las manos y los pies con fuertes colores.
Si hace unos años el color de las uñas perdió terreno (casi hasta desaparecer) para dar paso a un maquillaje facial excesivo y hasta ordinario, ahora la tendencia se muestra a la inversa. Y es que las lacas de uña vuelven a cobrar el protagonismo que en su día tuvieran. Y pasan de colores tan indiferentes como el carne o transparente al chocolate, rojo, negro e, incluso, azul. Atrás quedaron aquellos días en los que se usaban sin ningún problema colores tan estridentes y fuertes como el marrón, confiriéndonos un aspecto salvaje y felino.