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Cómo soñar en la ciudad que nunca duerme
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Cómo soñar en la ciudad que nunca duerme

¡Que se sepa la noticia, nos marchamos hoy mismo! Queremos ser parte de ella, exactamente como lo cantaba Frank Sinatra: dejando atrás la tristeza, comenzando de

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Cómo soñar en la ciudad que nunca duerme

¡Que se sepa la noticia, nos marchamos hoy mismo! Queremos ser parte de ella, exactamente como lo cantaba Frank Sinatra: dejando atrás la tristeza, comenzando de cero y descubriéndonos a nosotros mismos como reyes del mundo. El lugar en el que se hacen realidad las cosas que en otros sitios parecen imposibles es también la ciudad que nunca duerme, pero ¿dónde y cómo se puede ir a dormir uno cuando está en un lugar así? En su canción, Frankie blue eyes lo decía claramente: ‘I wanna wake up in a city that doesn’t sleep’, así que nos hemos puesto manos a la obra y hacemos un breve repaso a alguno de los hoteles más modernos de la ciudad, empezando por un recién llegado y una ‘reincorporación’.

Kike Sarasola ha cruzado el charco, y lo ha hecho a lo grande. Su primer hotel en EE.UU. (aparte de la gestión del Waldorf Towers en Miami) es Grace, a tiro de piedra (sólo una manzana) de Times Square. Sus 139 habitaciones responden a los gustos de viajeros muy diferentes: desde cuartos petite o standard con cama queen hasta un ático o una suite con camas king. El diseño, como en todos los hoteles de la cadena, es de rabiosa actualidad, con un encanto contemporáneo que encandila a sus huéspedes.

 

Aunque ver famosos en Nueva York es casi un deporte, todo resulta mucho más fácil si uno los tiene en su propio hotel. Por eso el recién rehabilitado Empire Hotel es un must para los cazadores de autógrafos. Su azotea cuenta con una de las terrazas más in de la ciudad y en ella se organizan día sí y día también fiestas con estrellas del rap, jugadores de tenis o actores de Hollywood, pero este hotel es algo más que sus  espectaculares bares Pooldeck y Rooftop: sus 420 habitaciones son un canto a Central Park, decoradas con tonos terrosos en textiles y cueros y con un aire ligeramente clásico sin llegar a ser recargado.

El Tribeca Grand Hotel es una opción segura para los viajeros de nivel que buscan elegancia y estilo, agraciado por su excelente ubicación en uno de los barrios trendys por excelencia de la Gran Manzana. Restaurantes como Nobu o Chanterelle, tiendas de antigüedades o de grandes diseñadores... El Triangle Below Canal Street es el lugar que ver –y en el que dejarse ver– y el hotel es uno de sus clásicos. La sencillez tradicional de su decoración se rompe en momentos concretos gracias a estallidos de color en un homenaje al propio estilo del barrio. Cuenta con 203 habitaciones de invitados a partir de 399 dólares.

En el mismo barrio, y tras muchos retrasos, abrió este mismo año el Greenwich Hotel, que tiene tras su propiedad a un ‘tribequense’ de pro, Robert De Niro. Aunque el momento de su inauguración no ha sido el más oportuno, con la galopante crisis económica dejándose sentir, el hotel tiene detalles a su favor para convertirse en un nuevo must en la hostelería de Nueva York. Cuenta con algunas habitaciones menos que los anteriores (sólo 88), cada una decorada con un estilo diferente pero sobre todo hogareño.

Otras hip options en Nueva York: Soho Grand Hotel, Hudson Hotel, The Bryant Park Hotel.

¡Que se sepa la noticia, nos marchamos hoy mismo! Queremos ser parte de ella, exactamente como lo cantaba Frank Sinatra: dejando atrás la tristeza, comenzando de cero y descubriéndonos a nosotros mismos como reyes del mundo. El lugar en el que se hacen realidad las cosas que en otros sitios parecen imposibles es también la ciudad que nunca duerme, pero ¿dónde y cómo se puede ir a dormir uno cuando está en un lugar así? En su canción, Frankie blue eyes lo decía claramente: ‘I wanna wake up in a city that doesn’t sleep’, así que nos hemos puesto manos a la obra y hacemos un breve repaso a alguno de los hoteles más modernos de la ciudad, empezando por un recién llegado y una ‘reincorporación’.