Cómo nos afecta la crisis: más ‘burger’ y menos caviar

Que la crisis ha frenado el consumo es algo que no hace falta explicar a estas alturas de la película: cualquiera que haga la compra o que quede con los amigos de vez en cuando para cenar algo (es decir, el común de los mortales) sabe de lo que hablamos. Pero más allá de los datos oficiales sobre la desaceleración hay estadísticas que prueban con detalle cómo los gustos de los consumidores cambian (o son obligados a cambiar) en épocas de vacas flacas.

 

Ocurre sobre todo durante estas semanas previas a las fiestas de Navidad: amigos, conocidos y compañeros de trabajo se reúnen para comer o cenar y compartir diversión y confidencias, pero en un año como este la gente mira la carta con lupa. Las búsquedas realizadas en los portales especializados en las ofertas de ocio no dejan lugar a dudas: ahora nuestras salidas son mucho más económicas.

Las comparaciones son odiosas, o eso mismo debe pensar este año 2008 que está ya a punto de morir: de acuerdo con los datos de la web lanetro.com, la búsqueda de restaurantes con menú inferior a los 24 euros ha aumentado un 25,7% durante el último año. En el mismo periodo, los internautas han buscado sobre restaurantes con precios superiores a los 35 euros un 37,5% menos.