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Los frutos secos potencian los beneficios de la dieta mediterránea
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Los frutos secos potencian los beneficios de la dieta mediterránea

De acuerdo con un reciente estudio realizado por investigadores españoles, agregar frutos secos a la dieta mediterránea, rica en vegetales y frutas, brinda beneficios adicionales para

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Los frutos secos potencian los beneficios de la dieta mediterránea

De acuerdo con un reciente estudio realizado por investigadores españoles, agregar frutos secos a la dieta mediterránea, rica en vegetales y frutas, brinda beneficios adicionales para la salud. Durante la realización del trabajo una porción diaria de frutos secos ayudó a un grupo de personas mayores a controlar el síndrome metabólico, una serie de desórdenes como obesidad, colesterol y presión elevados y niveles anormales de glucosa, tal y como explicó el equipo de Jordi Salas-Salvado, de la Universidad de Rovira i Virgili, en España.

"Los resultados del presente estudio muestran que una dieta mediterránea tradicional no restringida en calorías y enriquecida con frutos secos, elevados en grasa, grasa insaturada y apetecibles, es una herramienta útil en el control del síndrome metabólico",  indicaron los autores en Archives of Internal Medicine.

Los resultados se suman a la evidencia existente de los beneficios de la dieta mediterránea para la salud. Este tipo de alimentación es rica en vegetales, pescado y grasas saludables, como las del aceite de oliva; y baja en carne roja y alcohol. Estudios previos han relacionado la dieta con un riesgo menor de diabetes, asma y otras condiciones. Los investigadores observaron a 1.224 personas de España que tenían entre 55 y 80 años y que corrían alto riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca. Un grupo recibió asesoramiento sobre una dieta baja en grasa, mientras que otras dos cohortes siguieron la dieta mediterránea.

Uno de los grupos con la dieta mediterránea recibió un litro adicional de aceite de oliva por semana, mientras que el otro consumió 30 gramos adicionales diarios de frutos secos variados. Al comienzo del estudio, casi dos tercios de los hombres y las mujeres cumplía con los criterios de síndrome metabólico, pero después de un año la condición se redujo alrededor de un 14 por ciento entre quienes habían comido frutos secos, comparado con el 7 por ciento del grupo de aceite de oliva y el 2 por ciento del grupo de control con una dieta baja en grasa. Los frutos secos contienen nutrientes beneficiosos, como fibra, arginina, potasio, calcio y magnesio, así como también un alto nivel de grasas insaturadas similares a las del aceite de oliva, señalaron los autores.

De acuerdo con un reciente estudio realizado por investigadores españoles, agregar frutos secos a la dieta mediterránea, rica en vegetales y frutas, brinda beneficios adicionales para la salud. Durante la realización del trabajo una porción diaria de frutos secos ayudó a un grupo de personas mayores a controlar el síndrome metabólico, una serie de desórdenes como obesidad, colesterol y presión elevados y niveles anormales de glucosa, tal y como explicó el equipo de Jordi Salas-Salvado, de la Universidad de Rovira i Virgili, en España.

"Los resultados del presente estudio muestran que una dieta mediterránea tradicional no restringida en calorías y enriquecida con frutos secos, elevados en grasa, grasa insaturada y apetecibles, es una herramienta útil en el control del síndrome metabólico",  indicaron los autores en Archives of Internal Medicine.

Los resultados se suman a la evidencia existente de los beneficios de la dieta mediterránea para la salud. Este tipo de alimentación es rica en vegetales, pescado y grasas saludables, como las del aceite de oliva; y baja en carne roja y alcohol. Estudios previos han relacionado la dieta con un riesgo menor de diabetes, asma y otras condiciones. Los investigadores observaron a 1.224 personas de España que tenían entre 55 y 80 años y que corrían alto riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca. Un grupo recibió asesoramiento sobre una dieta baja en grasa, mientras que otras dos cohortes siguieron la dieta mediterránea.

Uno de los grupos con la dieta mediterránea recibió un litro adicional de aceite de oliva por semana, mientras que el otro consumió 30 gramos adicionales diarios de frutos secos variados. Al comienzo del estudio, casi dos tercios de los hombres y las mujeres cumplía con los criterios de síndrome metabólico, pero después de un año la condición se redujo alrededor de un 14 por ciento entre quienes habían comido frutos secos, comparado con el 7 por ciento del grupo de aceite de oliva y el 2 por ciento del grupo de control con una dieta baja en grasa. Los frutos secos contienen nutrientes beneficiosos, como fibra, arginina, potasio, calcio y magnesio, así como también un alto nivel de grasas insaturadas similares a las del aceite de oliva, señalaron los autores.