Basquiat, de grafitero de Brooklyn a número uno en ventas

Pinturas llenas de color, cargadas de mensajes y en las que se pueden apreciar los sentimientos de un hombre que murió con tan solo 27 años por culpa de las drogas. Jean-Michel Basquiat ha sido nombrado el artista contemporáneo que más dinero ha recaudado en 2012. Según Artprice, entre julio de 2011 y junio de 2012, las obras de este afroamericano, que empezó como grafitero en las calles de Nueva York, han conseguido sumar 79,9 millones de dólares en subastas públicas.

“El mercado no se crea de un día para otro. Es un artista muy reconocido desde hace bastante tiempo. Estos dos años hemos tenido precios estelares en las subastas de sus trabajos. No se ha parado de batir récords. Se han vendido obras importantísimas, lo que nosotros llamamos “masterpieces”, que tenían mucho interés para los coleccionistas”, comenta Beatriz Ordovás, miembro del departamento de arte contemporáneo de Christie´s Londres.

Sorprende ver cómo las obras de este joven que empezó pintando en murales han conseguido recaudar casi la misma suma que los diez mejores artistas contemporáneos de Europa, incluido el británico Damien Hirst, que se sitúa en el cuarto puesto de la clasificación con 21,4 millones de euros. 

“El mercado llevaba un tiempo esperando obras de este nivel y frescura. Vendimos una obra suya en 2007 por 14 millones de dólares, un récord para Basquiat. La volvimos a subastar en junio de 2011 y llegó a los 20 millones de dólares, convirtiéndose de nuevo en el precio más alto alcanzado por un trabajo suyo”, explica Ordovás.

En noviembre, Christie´s volverá a presentar un lienzo del artista. Se trata de un autorretrato firmado en 1981 en el que no faltan los símbolos que hacen referencia a su infancia y a sus orígenes haitianos y puertorriqueños, y que se espera vuelva a batir records. 

Un comienzo brillante

1981 fue el año más importante dentro de la carrera del neoyorquino. Se trata del momento en el que abandona el arte callejero y se instala en un taller para empezar a pintar cuadros. En estos comienzos, conoció a Andy Warhol, con quien llevó a cabo muchas colaboraciones. Fue una época muy interesante para el arte contemporáneo neoyorquino, en la que se mezcló el trabajo en masa de Warhol, la pintura protesta de Basquiat, con galeristas de suma importancia.

“Basquiat era un artista al 100 por 100. Trabajaba de forma irregular, pero fue muy prolífero. No le interesaban las ventas. De hecho, cuando ganaba dinero se lo gastaba todo enseguida y volvía a arruinarse; pero tenía mucho talento. Normalmente las primeras obras de los artistas no son buenas. Los jóvenes intentan encontrar su estilo; pero él empezó ya siendo muy bueno”, comenta la experta de la casa de subastas.

Una vida corta y turbulenta

Jean-Michel Basquiat nació en Brooklyn el 22 de diciembre de 1960. De padre haitiano y madre diseñadora gráfica puertorriqueña, empezó a interesarse por el arte gracias a las frecuentes visitas a los museos de la ciudad durante su infancia.

Creció en un entorno complicado que terminó con el divorcio de sus padres y el paso por diferentes centros escolares.

Muy joven, se juntó con otros artistas callejeros, momento en el que comenzó a pintar murales, camisetas y postales, que vendía por la calle. En 1980, participó por primera vez en la exposición colectiva The Times Square Show, una galería de moda y arte alternativo, y en 1981 sus grafitis se expusieron en la Documenta VII de Kassel.

Fue el pistoletazo de salida para una carrera brillante que le llevó a trabajar con gente como David Salle, Julián Schnabel, Francesco Clemente o Andy Warhol, y que se vio truncada en 1988 al morir por una intoxicación aguda por mezcla de drogas.

A lo largo de su breve pero intensa carrera Basquiat artística realizó más de 40 exposiciones personales y participó en alrededor de 100 colectivas, algo que hoy le permite estar a la altura de gente como Kooning, Warhol o Pollock.