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10 películas infantiles para ver el día de Reyes
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10 películas infantiles para ver el día de Reyes

La Navidad y el día de Reyes son una excusa perfecta para revisar algunas de las películas infantiles que han marcado la historia del cine. Algunas

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10 películas infantiles para ver el día de Reyes

La Navidad y el día de Reyes son una excusa perfecta para revisar algunas de las películas infantiles que han marcado la historia del cine. Algunas de ellas no solo son un placer infantil, sino un deleite para todos los públicos. En vídeo o DVD, emitidas por televisión una y mil  veces, muchas de ellas resisten perennes al paso del tiempo, año tras año, como títulos de culto perfectos para ver en estas fechas en las que el lado infantil que todos tenemos se potencia un poco más. Estas son las películas perfectas para aguantar hasta esa llegada de los Reyes de Oriente que nos dejará más de un regalo en forma de película.

Blancanieves y los siete enanitos (David Hand, 1937)

Hasta la llegada, dos años más tarde, de ‘Lo que el viento se llevó’, fue la película más taquillera de la historia. No era para menos. La ‘locura Disney’ hacía imposible pensar en un éxito cuando ningún estudio y nadie, excepto el propio Walt, creía en la posibilidad de rodar un largometraje de animación. Sin embargo, el éxito de la empresa acabó materializándose cuando durante el estreno, hasta el mismísimo Chaplin acabó con lágrimas en los ojos. El candor de la princesa se quedó viejo hace décadas, pero su música, la calidad de animación y esos enanos con personalidades diferentes, siguen siendo apasionantes en 2013. Si hasta Eisenstein dijo que ‘Blancanieves’ era su película favorita, sería por algo.

Lassie vuelve a casa (Fred M. Wilcox,1943)

Hubo un tiempo, en plena Segunda Guerra Mundial, en el que a la Metro le dio por rodar películas infantiles. A falta de una Greta Garbo, una Joan Crawford o un Clark Gable que diesen fuste al estudio con “más estrellas que en el cielo”, el estudio capitaneado por el tiránico Louis B. Mayer se inventó a un perro ‘collie’ como gran estrella de este periodo. Y si de paso servía para lanzar a estrellas infantiles como Elizabeth Taylor o Roddie McDowall, mejor que mejor. Demasiado ingenua para la ‘generación Pokemon’, la película es una excusa perfecta para dejarse hipnotizar por los colorines de un Tecnicolor con sabor a otros tiempos.

 

La Isla del Tesoro (Byron Haskin, 1950)

A Disney se le quedaron pequeñas las películas de animación, sobre todo durante un periodo en el que ‘Pinocho’ o ‘Fantasía’ fueron carísimos fiascos comerciales. Por eso se pasaron mucho tiempo recolectando cortometrajes hasta que decidieron rodar ‘La cenicienta’. Sin embargo, el mercado de las películas familiares era demasiado sabroso como para dejarlo escapar. Y la adaptación de la novela de Robert Louis Stevenson fue una de las primeras películas con en las que Disney contó con actores de carne y hueso. El tiempo la ha tratado bien y sigue siendo la mejor adaptación jamás realizada de la famosa novela.

 

La Bella Durmiente (Clyde Geronimi, 1959)

Costó 6 millones de dólares en su día, y no recuperó todo el dinero invertido en ella. Los críticos la acusaron de poco original y detectaron elementos ya vistos en otras películas Disney de princesas (los animales que rodean a la protagonista, el bosque como metáfora de liberación) pero el tiempo ha convertido a ‘La Bella Durmiente’ en un clásico con pedigrí. Nadie puede resistirse a una banda sonora que adaptó el clásico ballet de Tchaikovsky ni a los góticos y geométricos fondos inspirados en pinturas renacentistas. Quién todavía se pregunte si la cinta de Disney puede gustar también a los más mayores, que observe a esa Maléfica convertida en toda una villana gay. Se lo pensarán dos veces antes de tachar la película de ‘infantil’

 

Mary Poppins (Robert Stevenson, 1964)

Más Disney. En esta ocasión, con una niñera salida de la imaginación de una P.L. Travers a la que esta película siempre le pareció una “cursilada”. El público de los años 60 le llevó la contraria a la escritora británica. La película no solo ganó 5 Oscar sino que acabó en la lista de películas más taquilleras de la década. Tras la apariencia ingenua de una Julie Andrews que se resarció de la negativa de Jack Warner a que protagonizase ‘My Fair Lady’, estaba el retrato de una niñera algo agria que no siempre trataba bien a los niños que cuidaba. Ni siquiera “con un poco de azúcar” ni por más que exclamase esa impronunciable palabreja, “Supercalifragilísticoespialidoso”.

 

 

Los Tres Reyes Magos (Adolfo Torres Portillo y Fernando Ruiz, 1974)

Ninguna historia del cine mexicano estaría completa sin esta bizarra película, la primera de animación en aquel país. La historia de cómo los tres reyes de Oriente llegaron a Belén para hacer regalos al Mesías recién nacido sirvió para rodar una película efectiva que se acabó convirtiendo en un enorme éxito de taquilla. Su estilo de animación se quedó obsoleto hace años, pero es uno de los pocos ejemplos cinematográficos de la famosa historia bíblica y una película más que apropiada para aquellos que vivan la festividad de Reyes desde un lado más religioso.

Solo en Casa (Chris Columbus, 1990)

La responsable de que las películas familiares se pusiesen de moda en el Hollywood de la última década del siglo XX fue esta historia navideña de un niño que provoca una auténtica ‘vendetta’ contra los ladrones que intentan robar su casa mientras se encuentra solo en su casa durante una Nochebuena. Gags que parecen salidos de un ‘cartoon’ y que algún crítico calificó de excesivamente violentos para los más pequeños. Pero hay mucho más en la célebre cinta: un sentimiento navideño acompañado de una magistral banda sonora de parte de John Williams y el desparpajo de un Macaulay Culkin que se convirtió en la estrella infantil mejor pagada de la historia. Para los curiosos, un dato: la Warner se tiró de los pelos por rechazar este guión de John Hugues cuando vieron que una cinta con un niño de protagonista superaba en taquilla a ‘Pretty Woman’ o ‘Ghost’ y se convertía en la película más taquillera de 1990.

‘La bella y la bestia’ (Gary Trousdale, Kirk Wise, 1991)

Nominada al Oscar a la mejor película en dura competición con clásicos modernos como ‘El silencio de los corderos’ o ‘Thelma y Louise’, muchos la calificaron como la mejor película animada de la historia. Números musicales que parecían homenajes al mejor Broadway, ritmo perfecto, música de primera y un sentido del espectáculo puesto al servicio de unos personajes inolvidables, la convirtieron en un clásico instantáneo con o sin lámpara digital en la celebérrima escena del baile.

 

 

Matilda (Danny DeVito, 1996)

Un cuento de Roal Dahl sobre una niña que tiene poderes y que sufre un desprecio de los adultos directamente proporcional a su inteligencia. Adaptar al cine una historia con un mensaje en defensa de la gente culta, una aguda crítica a la televisión y una defensa acérrima de los libros como elementos liberadores requería a un director con pulso. DeVitto consiguió pasar con notable la prueba. Su cuento fílmico conserva el espíritu de Dahl y le otorga además un expresionismo visual al alcance tanto de niños como de adultos. Además, la historia de la niña inteligente y despreciada entre tanta grotesca criatura supuestamente “normal” no deja de ser un cuento de lo más triste. Y DeVitto o el compositor David Newman están a la altura a la hora de ilustrar una oscura y agridulce narración con la que cualquier persona ninguneada en su infancia se puede identificar.

 

 

Wall-E (Andrew Stanton, 2008)

Si hay unas películas aptas para cualquier miembro de la familia, esas son las películas de Píxar. Y si hay un título que haga honor a esa mezcla de espectadores, esa es 'Wall-E'. Lo que nació como un homenaje a ‘Dumbo’ (otro personaje Disney que emocionaba sin pronunciar una sola palabra) se acabó convirtiendo en una obra maestra de la animación. Desde los minutos iniciales, en los que el diálogo es suprimido a favor de una narración digna de Buster Keaton, hasta los créditos finales que homenajean la historia del arte universal, ‘Wall-E’ es un auténtico prodigio en todos los sentidos. Además, la historia de amor entre sus dos robots protagonistas y su discurso ecologista, emocionan más que muchos de los clásicos que hablan del mismo tema.

 

La Navidad y el día de Reyes son una excusa perfecta para revisar algunas de las películas infantiles que han marcado la historia del cine. Algunas de ellas no solo son un placer infantil, sino un deleite para todos los públicos. En vídeo o DVD, emitidas por televisión una y mil  veces, muchas de ellas resisten perennes al paso del tiempo, año tras año, como títulos de culto perfectos para ver en estas fechas en las que el lado infantil que todos tenemos se potencia un poco más. Estas son las películas perfectas para aguantar hasta esa llegada de los Reyes de Oriente que nos dejará más de un regalo en forma de película.