Foodtrucks: la comida callejera también es gourmet
Van de feria en feria (o similar), practican la cocina ambulante y siguen la estrategia del caracol. La 'street food' está para comérsela. Estas son sus paradas.
Van de feria en feria (o similar), practican la cocina ambulante y la estrategia del caracol, y están siempre callejeando, aunque no todo lo que quisieran. Los foodtrucks son la prueba de que la alta gastronomía marcha sobre ruedas (también). Camiones, furgones y otros ‘autos locos’ que llevan a bordo lo que buscan los paladares más gourmet en un movimiento casi (contra)cultural: los ciudadanos tomando la calle. La street food está para comérsela. Los habíamos visto con envidia en Londres y Nueva York. Pero aquí en España, la ley sigue siendo un palo en sus ruedas. Si no, el patio se habría llenado ya de estos restaurantes rodantes, todo ventajas. Estas son sus próximas paradas.
FOODTRUCK QUBÉL & KABUKI
Imaginábamos que podríamos meternos entre pecho y espalda delicias portátiles de las que dejó el american way of life en nuestros confines, pero no que el transporte gastronómico nos pudiera servir bocados japoneses y vino del mejor. Es lo que hace el foodtruck Qubél & Kabuki, que es la fusión de la bodega Gosálbez Orti y el restaurante japonés de la capital con vistas al Mediterráneo Kabuki: el maridaje de los vinos ecológicos Qubél y Mayrit de la D.O. Vinos de Madrid y la cocina castizo-nipona con estrellas Michelin del recién nombrado. Sus responsables han querido echar por tierra dos prejuicios: que la comida japonesa y el vino no casan (1), y que la comida callejera no puede ser de excelente hechura y calidad (2).
SU MENÚ: podrás tomar sopa de miso con vino caliente Mayrit de barrica 2012, niguiris de pez mantequilla con Mayrit blanco (100% sauvignon blanc), temakis de salmón junto a Quebél Revelación (vino joven multivarietal), o atún teriyaki y Qubél Nature 2006 (crianza tempranillo, syrah y cabernet con 13 meses de barrica). Parejas todas muy bien avenidas (¡ay, San Valentín!).
DÓNDE PARA: estará en los jardines de la Torre Picasso (Plaza Ruiz Picasso) con motivo del MadrEat, desde este viernes 13 al domingo 15 de febrero, de 12 a 18 h. (el sábado hasta las 19 h.).
LA FINCA MEAT TRUCK
La Finca Meat Truck, otro ejemplo, viaja a cuestas con su “carne de la felicidad”. Más allá de lo poético, están los productos cárnicos de La Finca de Jiménez Barbero, la única explotación de bueyes en Madrid, disponibles ahora en puntos estratégicos de la ciudad y en eventos privados, infantiles también; que ya se sabe que nada puede animar más el cotarro que un restaurante tan vintage. Está equipado con cocina propia, faltaría más, y con las ilustrísimas manos del chef Javier Estévez.
SU MENÚ: hamburguesas, pepitos gourmet, butifarras y mucho más picoteo para foodies callejeros y modernos.
DÓNDE PARA: este fin de semana en MadrEat y el domingo siguiente, día 22, en la fiesta final de la Red Bull Academy. Todos los meses en el Mercado de Productores y en marzo en el Mercado de Diseño, estos últimos en el Matadero de Madrid.
ESPAÑA TAMBIÉN TIENE SU CLUB Y SU FESTIVAL
Al más puro New York y londinense, se llama The Food Trucks Club y estará on the road (su propia Ruta 66, con o sin Kerouac) más pronto que tarde: con motivo de un festival gastronómico ‘universitario’ que aspira a congregar a la crème de la crème de este funambulismo culinario. O sea, a medio centenar de puestos de venta que, en este caso, es lo mismo que decir camiones, bicicarritos, vehículos curiosos rescatados del olvido y otros tenderetes. Todo aderezado con música y cosas que comprar. Sus promotores quieren demostrar precisamente eso, que “la gastronomía se mueve”. No es una parada y fonda para echar raíces, sino un tour con vocación festivalera y nómada, ahora que corren tiempos de Gastrofestival.
SU MENÚ: de todo un poco. De pizzas a paninis, pasando por hamburguesas, perritos y lo dicho, los bocados más delicatesen.
DÓNDE PARA: el festival tendrá lugar en la plaza de Menéndez Pelayo, junto a la facultad de Derecho, del campus de la Universidad Complutense de Madrid el 28 de febrero, y en primavera, los primeros fines de semana de cada mes. Seguidamente esta flota viajará a Málaga, Coruña, Sevilla, Granada, Córdoba o Santander.
Van de feria en feria (o similar), practican la cocina ambulante y la estrategia del caracol, y están siempre callejeando, aunque no todo lo que quisieran. Los foodtrucks son la prueba de que la alta gastronomía marcha sobre ruedas (también). Camiones, furgones y otros ‘autos locos’ que llevan a bordo lo que buscan los paladares más gourmet en un movimiento casi (contra)cultural: los ciudadanos tomando la calle. La street food está para comérsela. Los habíamos visto con envidia en Londres y Nueva York. Pero aquí en España, la ley sigue siendo un palo en sus ruedas. Si no, el patio se habría llenado ya de estos restaurantes rodantes, todo ventajas. Estas son sus próximas paradas.