De Madrid a Sevilla: las mejores terrazas y azoteas para dar la bienvenida al verano
Tocar el cielo o casi, ser testigo del espectáculo de la puesta de sol, ensanchar el horizonte, estar al aire libre y a vista de pájaro. No se puede pedir más. Estos bares son alcanzables
Pocas cosas hay parecidas a alcanzar estas cumbres que son las azoteas urbanas, con toda su altivez, o adentrarse en esos jardines interiores, que es verlos y ya se nos quitan las penas y el calor. En estas alturas o bajuras, tocando cielo o tierra, uno puede asistir al espectáculo siempre solemne de la puesta de sol, mirar por encima del hombro a la ciudad enrevesándose en su maraña de tejados y exhibiendo su perfil más monumental, entregarse al picoteo o a los cócteles al fresco que parece lo mismo pero no es igual o practicar ese abandono placentero con música que es el chill out. De Madrid a Sevilla, pasando por Barcelona, Asturias y Santander, aquí van ocho tentadoras terrazas.
1. Sky Moncloa, en Madrid
Habrás pasado infinitas veces a la sombra del faro de Moncloa, pero esta vez toca verlo desde arriba, de igual a igual. Algo que puede hacerse desde la terraza del hotel Exe Moncloa, conocida como la Terraza de Poniente, con vistas al parque del Oeste, Ciudad Universitaria, El Pardo y, allá a lo lejos, la sierra de Guadarrama.
Ofrece: tapeo y copas. Y atención porque es un hotel gourmet. En sus bajos está el Mercado Moncloa, con oferta de marisco, jamón ibérico, productos de la huerta y demás.
Lo mejor: la visión que ofrece de los atardeceres capitalinos.
Dónde: C/ Arcipreste de Hita, 10. Madrid.
2. Pura Vida, en Sevilla
Que Sevilla tiene un color especial lo sabrás pero bien desde aquí. Desde esta cúpula que es la terraza Pura Vida, alojada en el hotel Fontecruz Seises, un punto de encuentro donde se mezclan la actualidad social, el flamenco y la gastronomía. Sus dueños han querido trasladar el espíritu de su beach bar de Tarifa (Tamarindo), mucha playa y más relax, a la ciudad del Guadalquivir. Y mar no habrá, pero sí mucho duende y monumentalidad.
Ofrece: copas, cenas, música en directo y buen ambiente.
Lo mejor: las vistas a la Giralda, casi se puede tocar, y a toda la ciudad. Panorámica de 360 grados.
Dónde: C/ Segovias, 6. Sevilla.
3. La Bahía, en Santander
Esta terraza, alojada en el Eurostars Hotel Real, de gran lujo, nos pone cantábricos. Más rodeada de jardines y lejos del mundanal ruido como está, entre el casco histórico y El Sardinero, frente a la playa de los Peligros, aunque aquí uno se siente más que a salvo.
Ofrece: selección de embutidos, quesos, sándwiches y ensaladas, dulces como el plum cake casero o el croissant de almendras, los mejores platos locales a cargo del chef, como rabas de calamar del norte, carta de vinos y música en directo los atardeceres de fin de semana con cócteles y hasta quince tipos de gin-tonics.
Lo mejor: domina la bahía de Santander desde lo alto de una colina.
Dónde: Paseo Pérez Galdós, 28. Santander.
4. The Mint Roof, en Madrid
Hasta un foodtruck, que es francés, hay en esta terraza en plena Gran Vía madrileña, que se propone animar el verano a los oriundos y foráneos con semanas temáticas de 'street food'. Habrá semana cantonesa, mexicana, venezolana, japonesa, africana... Todo ello en un ambiente muy refrescante y con olor a menta (de donde el nombre) que le debemos al interiorista chileno Jaime Beriestain y que se puede disfrutar desde las cinco y media de la tarde y hasta la una de la mañana.
Ofrece: los jueves, afterwork con DJ, cócteles y gastronomía de fusión, dentro de lo que se llama las Vincci Fresh Sessions. Y de jueves a sábado, tardeo, con un cóctel y la tapa del día cuando el sol se oculta. Entonces suena una campana, en plan pub inglés, y se reparte un chupito de menta mientras se sube el telón musical.
Lo mejor: la emoción de estar sobre el techo de la Gran Vía, dentro pero fuera del bullicio de la gran ciudad.
Dónde: C/ Gran Vía, 10. Madrid
5. Florida Retiro, en Madrid
El Retiro son palabras mayores y más todavía cuando se arriba a la orilla de este oasis. Hablamos nada menos que del techo del restaurante El Pabellón, que es donde está la terraza del grandioso Florida Retiro, escondida como una ardilla entre los árboles. Desde aquí se oye la banda sonora de los pájaros. No podía ser más idílico. Y si se alarga la velada (a partir de junio, cenas desde las 20.30 h) y es fin de semana, siempre está la sala de fiestas. Al atardecer se sumará entonces el amanecer.
Ofrece: una oferta fría de ibéricos, ceviches, tartares, sushis, cremas frías y ensaladas, cócteles, vinos, sakes y champanes. Sin protocolos.
Lo mejor: la puesta de sol y la vista inédita de la cúpula de Florida Retiro, que alberga un bar de tapas (La Galería), Los Kioscos, consagrados al 'street food', y el mencionado Pabellón.
Dónde: Paseo República de Panamá, 1. Parque del Retiro. Entrada por la avenida Menéndez Pelayo, esquina calle Ibiza. Madrid.
6. La Cocina de San Antón, en Madrid
Nos subimos a la azotea del mercado de San Antón para ir a dar con el restaurante-terraza La Cocina de San Antón, que ya es uno de los 'ochomiles' de Madrid, redecorado por cierto y todo muy tropical, con papeles pintados, telas a tono y maderas claras. La cuestión es hacerlo más tentador.
Ofrece: zumos naturales, cafés y tés con los primeros rayos de sol, platos típicos españoles como el ibérico o el salmorejo y otros guiños internacionales como el pad thai de langostino, y cócteles a la luz de la luna (hasta las 12 entre semana y hasta la 1.30 los festivos y vísperas)
Lo mejor: las vistas al barrio de Chueca, el invernadero con su frondosa vegetación y el hecho de que se puedan comprar productos frescos en la primera planta del mercado para ser cocinados aquí al gusto.
Dónde: C/ Augusto Figueroa, 24. Tercera planta del mercado de San Antón. Madrid.
7. Roba Estesa, en Barcelona
Hay que subir hasta la cuarta planta del hotel Neri, un Relais & Châteaux (lujo garantizado), para adentrarse en el paraíso que es esta terraza asomada a los atardeceres de la ciudad condal. Un capricho que uno puede darse de octubre a mayo y de 9 a 23 h. El de estar en el corazón del barrio gótico, en la plaza de San Felipe Neri, rodeado del antiguo barrio judío, en un palacio medieval del siglo XII del que se recuperó el patio y quedan los esgrafiados, entre tipuanas con sus florecillas amarillas, esos árboles de mucha sombra y muy argentinos (y brasileros).
Ofrece: hamburguesas, sándwiches, carnes y cócteles.
Lo mejor: el olor a jazmín y la panorámica sobre la soberbia arquitectura del barrio gótico.
Dónde: Carrer de Sant Sever, 9. Barcelona.
8. Palacio de las Luces, en Luces (Asturias)
Tomar algo en este palacio asturiano del siglo XVI nos deja ya sin palabras. No vamos a hablar del hotel de lujo, otro Relais & Châteaux, y de su manera de entreverar la modernidad con la tradición, sino de una terraza de aúpa que se nos vuelve pura tentación, con fondo de piedra y entre el verde de por aquí. Antes o después de probar la terraza, te puedes ir a la piscina climatizada, a la sauna o la sala de masajes.
Ofrece: la cocina tradicional asturiana del restaurante Balcón del Sueve, que es una selección de los productos estrella del principado. Por ejemplo, bocartes marinados en sidra con tomate raf y aceituna negra.
Lo mejor: otra vez las vistas. Ahora a la sierra del Sueve, los Picos de Europa y el mar Cantábrico al fondo.
Dónde: Ctra. AS-257 s/n. Luces-Lastres-Colunga (Asturias).
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Pocas cosas hay parecidas a alcanzar estas cumbres que son las azoteas urbanas, con toda su altivez, o adentrarse en esos jardines interiores, que es verlos y ya se nos quitan las penas y el calor. En estas alturas o bajuras, tocando cielo o tierra, uno puede asistir al espectáculo siempre solemne de la puesta de sol, mirar por encima del hombro a la ciudad enrevesándose en su maraña de tejados y exhibiendo su perfil más monumental, entregarse al picoteo o a los cócteles al fresco que parece lo mismo pero no es igual o practicar ese abandono placentero con música que es el chill out. De Madrid a Sevilla, pasando por Barcelona, Asturias y Santander, aquí van ocho tentadoras terrazas.
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