Mascarillas para la vagina o 'vulva masks': ¿qué hay de útil en ellas y por qué están de moda?

Un furtivo scroll en el buscador de Instagram. El enésimo vídeo de TikTok descubriendo cosmética coreana. Incluso haber escrito algo mal en Google. Son muchas las formas de llegar por casualidad hasta el concepto de ‘vulva mask’, mascarillas para las zonas íntimas femeninas.

En la incesante proliferación de mascarillas para cada parte del rostro y cuerpo no nos debería sorprender que también haya una tipo 'tissue' (de celulosa) para colocar sobre el monte de Venus.

¿Es una broma? ¿Es un ingenio? Las dudas florecen, igual que la sombra de una infección bacteriana, y por ello preguntamos una experta en equilibrio hormonal y una ginecóloga sobre esta delicada área que parece ser la nueva zona de interés para el sector cosmético.

En un viaje a Corea del Sur, la farmacéutica Gema Herrerías mostraba las diferentes mascarillas corporales que se pueden encontrar en los establecimientos beauty de Seúl, desde mascarillas para las mamas hasta aquellas para la zona vaginal. Se comercializan como vulva masks y su uso está más extendido de lo que imaginamos. Son varias las firmas de cosmética que tienen sus propias mascarillas para la zona íntima.

“Si nos limitamos a su nombre, vulva mask es una mascarilla que incluye la vulva (labios y entrada a la vagina), no solo a las ingles y el monte de Venus. Son mascarillas que se aplican sobre monte de Venus, ingles y labios vulvares. Prometen hidratar y blanquear la zona genital, tensarla y rejuvenecerla. Lo anuncian como un tratamiento estético que incluye la exfoliación, la hidratación y una limpieza profunda en la zona genital”, especifica Belén Gómez, ginecóloga del hospital Infanta Leonor y colaboradora habitual de Chilly (marca especializada en productos de higiene íntima).

Precisamente, marcas como la propia Chilly, Glow o Trully inciden en visibilizar la importancia de la zona genital femenina y su cuidado; sin embargo, ninguna de ellas cuenta con este tipo de mascarillas. Las vulva masks que vemos en redes sociales suelen ser de materiales tipo celulosa o hidrogel con la finalidad de aplicarlas sobre el área, actuando sobre ingles, monte de Venus o labios mayores.

Como apuntaba la ginecóloga, la finalidad de este tipo de mascarillas es la de hidratar o blanquear la zona, en ocasiones oscurecida en las ingles por el roce de la ropa interior o los propios pliegues de la piel. ¿Pero hasta qué punto es necesario hidratar una zona que, por su propia naturaleza, ya es húmeda?

Hidratar, blanquear, rejuvenecer

“No hay evidencia científica acerca de la necesidad o los beneficios de realizar este tipo de limpiezas en la zona genital. De hecho, la alteración de sus componentes puede afectar al desempeño de su función (protección o lubricación), mecanismos demostrados y fundados, necesarios especialmente en esa zona del cuerpo”, apunta la ginecóloga Belén Gómez.

Este efecto de hidratación y 'antiage' de las vulva masks no es tal, ya que no proporcionan tensión ni colágeno dentro de los tejidos, “por lo que no sería cierta la afirmación de ‘rejuvenecimiento vulvar’ que prometen”. Hasta la fecha, la única forma de lograr el denominado rejuvenecimiento vulvar "es a través del láser vaginal o las inyecciones intravaginales de colágeno y hialurónico", según precisa la doctora.

Entre las recomendaciones médicas respecto al uso de vulva masks siempre hay precauciones como limpiar por completo la zona tras haber retirado la mascarilla, además de asegurarse de que los ingredientes sean específicos para la zona genital y tengan un pH ácido. Junto a ello hay que tener en cuenta que “los ingredientes de la mascarilla podrían irritar la vulva o entrar en la vagina y alterar el flujo vaginal”, advierte la experta. La doctora recuerda también que se desaconseja el uso de esponjas para limpiar la zona genital por el alto contenido en bacterias que se acumula en ellas y por la humedad que contienen.

Coincide en el riesgo de entrar en la vagina Ana González Herrera, CEO y fundadora de GLOW by Hormone University y experta en equilibrio hormonal, que apunta a la afectación que pueda tener el contacto de la fórmula en la que esté impregnada la mascarilla con nuestra microbiota vaginal. "No sabemos qué ingredientes tienen esas mascarillas y la combinación de un material junto con esos ingredientes", matiza.

Una lección de anatomía

En la sensible zona genital femenina encontramos zonas recubiertas por piel en zonas como el monte de Venus y la vulva y otras como la vagina, recubiertas por mucosas. "El periné está recubierto de vello, cuya función es principalmente protectora, y posee unas glándulas secretoras y sudoríparas con función protectora y lubricante. El interior de la vagina mantiene un ecosistema especial y fundamental en el proceso de protección frente a infecciones ascendentes a la cavidad uterina, compuesto por bacterias propias y productos de degradación del glucógeno que mantienen este ambiente ácido. Por eso, el pH de la vagina es más ácido que el de la piel”, precisa la ginecóloga.

Teniendo en cuenta estas diferencias, la doctora apunta a que los tratamientos meramente estéticos, como las vulva masks, deben limitarse única y exclusivamente a las zonas recubiertas por piel, nunca dentro de la vagina ni sobre los labios. "El tratamiento debería realizarse en centros con experiencia y con productos testados dermatológicamente. La zona genital es una parte del cuerpo especialmente sensible que puede reaccionar en forma de irritación o dermatitis si se emplean productos agresivos, por lo que no es aconsejable emplear productos caseros para ese fin", concluye la experta.