El corpiño es el nuevo top de verano de las expertas

La industria de la moda no cesa en el empeño de demostrarnos que cualquier prenda, supuestamente interior, es susceptible de salir a la calle y más ahora que enseñar piel es tendencia. ¿Algunos ejemplos? Sujetadores tipo 'bralette', conjuntos pijameros reconvertidos en trajes de dos piezas, bodies lenceros, y el último hit, llevar el ancestral corpiño como top de verano.

Extendida su puesta en práctica entre un nutrido grupo de prescriptoras de moda, su uso comienza a ser tan notable y común que a nosotras, como especialistas en cazadoras de tendencias, no nos ha quedado más remedio que analizar este fenómeno y determinar cuáles son los motivos que les han llevado a tomar el corsé y lucirlo a diario como su nuevo must-have estival.

Igual lo has olvidado, pero fue el pasado invierno cuando el corpiño comenzó a gozar de cierto protagonismo en el street style. Sobre camisas oversize, vestidos de punto, blusas fluidas o monos, y siempre con el objetivo de marcar la silueta, delimitar el contorno y presumir de figura, esta pieza rígida sirvió hace unos meses a las expertas como aliada para crear los outfits a capas más cool.

En moda, quién prueba, repite, y hoy son esas mismas editoras quienes, despojándose de envolturas, lo recuperan con un nuevo rol: un top muy ajustado y sexy para acompañar sus pantalones anchos de verano.

Su origen, no como tendencia, sino como prenda angular del vestidor femenino, se remonta a la época victoriana. Según apuntan los coleccionistas y expertos en historia de moda, tuvo su origen en Italia y nació como pieza interior. Sin embargo, alcanzó un gran auge cuando fue introducido en Francia por la noble Catalina de Médici durante el siglo XVI, siendo adoptado por el resto de mujeres de la corte. Ajustado y alargado, el corpiño se empleaba por debajo de la ropa para afinar la cintura y aplanar el busto.

No exento de polémica, fue evolucionando y aunque en determinados momentos de la historia se apartó a un lado a favor de la libertad y el destape de la mujer, desde hace unas cuantas temporadas está presente en los desfiles de grandes de la moda como Louis Vuitton, Prada, Alexander McQueen, Balmain o Moschino y, de rebote, en los armarios de las insiders.

El corpiño que este verano de 2022 llevan como top presenta unos rasgos muy definidos: tiene tirantes y son más o menos gruesos, no le faltan ballenas interiores, su patrón es ceñido y se pega al cuerpo, el bajo termina redondeado y es cropped. Ahora bien, los colores, las texturas y los materiales, abren un camino de estilo hasta ahora inexplorado y nos ofrecen el ya no tan clásico corsé en cientos de versiones trendy.

La modelo sueca Elsa Hosk o la insider francesa Marta Cygan apuestan por tejidos estampados con brocados y relieves. La instagramer Alyssa Coscarelli lo luce en clave minimal, sin adornos y en monocolor. También las hay como la californiana Josi Pellicano que han conseguido otorgarle un nuevo estilo como parte de la corriente 'utility'. Como veis, por usos y formas, no será.

Lo que si parece común a todas ellas es el look: siempre con pantalones. Estos pueden ser unos jeans de talle alto, unos cargo repletos de bolsillos, los formales sastre, de campana y en líneas generales, todo aquel diseño amplio que ópticamente contrarreste la silueta estrecha y ajustada de la parte superior del atuendo será bien recibido.

Resumiendo, si el corpiño se encuentra escondido por algún rincón de tu guardarropa, es el momento de rescatarlo y seguir el dictado fashion que han lanzado las prescriptoras este verano de 2022.