Cómo saber qué escote es el que más me favorece

Quizá es algo que nunca te has planteado, pero para mostrar nuestra mejor versión importa cada característica de la ropa que llevemos. Su color, su material y, por supuesto, su corte. Sobre esto último podríamos enumerar numerosos detalles a tener en cuenta, pero hoy vamos a centrar todos los esfuerzos en una parte en la que cae mucha de la responsabilidad de nuestra imagen: el escote.

“Funciona visualmente como marco para nuestro rostro. Dibuja líneas que pueden modificar ópticamente nuestra silueta en características como la longitud del cuello, la proporción hombro-cadera o el volumen pectoral. Esto hace que en ocasiones un mismo escote nos pueda jugar a favor y en contra, según el parámetro”, explica la mentora de imagen personal Mariuca Junquera.

Priorizar qué es lo que se quiere potenciar es, por tanto, el primer paso antes de decantarse por un estilo u otro. El segundo paso es el de evitar a toda costa el efecto disfraz y elegir uno con el que sentirse cómoda y representada; y el tercero, no perder de vista el contexto a la hora de lucir cada uno –cuidado con los eventos de etiqueta, los ámbitos religiosos o los lugares de trabajo porque requieren de una discreción que no se exigirá en entornos más relajados–. Con estas premisas claras, llega el momento de familiarizarnos con los diferentes tipos de escotes para poder decidir qué es con lo que nos veremos más favorecidas.

Escote a la caja

Puede aparecer más o menos subido, pero es el más habitual de camisetas, jerséis y tops, pero, ojo, eso no significa que nos siente bien a todas. Tal y como advierte Mariuca Junquera, “tiende a acortar el cuello y aumentar el volumen pectoral”, por lo que, para evitar este efecto, lo mejor es buscar una pieza que genere aire dejando a la vista ligeramente la clavícula.

Escote cuadrado

“Resulta especialmente favorecedor a espaldas anchas y también si queremos reducir visualmente el volumen pectoral”, dice Mariuca Junquera al ser consultada por este escote que ofrece un sutil guiño al pasado. Es elegante puesto que acentúa la clavícula, juega con la simetría y crea un efecto lineal que siempre funciona. Funciones que no coinciden cuando esta forma cambia hacia la forma de U. En ese caso, la especialista subraya que lo que hace el volumen pectoral es aumentar visualmente.

Escote barco

Muchas son las mujeres que encuentran esta forma aburrida y, sin embargo, las amantes del estilo clásico lo tienen entre sus favoritos porque saben que suele ofrecer muy buenos resultados, igual que el conocido como Bardot, el cual es un poquito más amplio y pone el foco de atención en la parte superior. “Ambos ensanchan hombro, por lo que son muy prácticos para equilibrar proporción hombro-cadera cuando la cadera es más ancha”, aconseja Junquera.

Escote en uve

Su funcionamiento es completamente contrario al del escote a la caja porque lo que hace es añadir verticalidad. “Cuanto más amplio, más alarga, por lo que si tenemos el cuello muy largo, mejor que el pico sea más corto”, recuerda la experta en imagen personal, quien recomienda en este sentido los cuellos camiseros. “Son un híbrido interesante que nos dan opción de presentar abrochados hasta arriba (equivale a escote a la caja) o desabotonados (equivale a en V). Si además llevamos el cuello levantado por detrás, añadiremos un extra en cuestión de estilizar”, apunta.

Escote halter

“Si bien a nivel de hombros es un sí para hombros anchos, estrechos y equilibrados, tiene su miga cuando nos fijamos en cuello y efecto en volumen pectoral. Acorta visualmente el cuello, como el escote a la caja y, como el palabra de honor, reduce volumen pectoral cuando es escaso y lo aumenta cuando es abundante. Este último efecto, cuanto más escotada la sisa, más evidente”, explaya la mentora en imagen personal consultada sobre el escote que más está funcionando este 2023.

Escote asimétrico

Hemos dejado para el final el que posiblemente mejor siente a todos los cuerpos: el asimétrico. Como explica la asesora, “dibujar líneas oblicuas siempre es interesante para estilizar, especialmente cuando hombro y caderas no están equilibrados”. Al fin y al cabo, como bien decía Coco Chanel, “la moda es arquitectura: es una cuestión de proporciones”.

Escote palabra de honor

Si nos centramos en looks de fiesta, el escote de honor es uno de los más recurrentes por el efecto alargador que consigue a pesar de que, como puntualiza Mariuca Junquera, no está exento de retos. “Cuando se tiene poco pecho, tiende a desaparecer visualmente y cuando se tiene mucho, a aumentar. Un tip para mitigar esto es añadirle el corte imperio que contribuye a definir mejor las formas”, apunta. También se puede optar por una versión más amable, el de forma corazón, el cual “rompe la rigidez de la horizontal y acompaña las formas naturales, potenciando el pecho tal y como es”, dice la experta.