Artesanía, tejidos innovadores y vestidos de alfombra roja: la nueva colección (y el alma) de Isabel Sanchís

24 horas antes de que dé comienzo su desfile en la 79ª edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, la diseñadora Isabel Sanchís y su hija, Paula Maiques, ambas directoras de la firma que lleva el nombre de la matriarca, reciben a Vanitatis en pleno fitting con las modelos. A las valencianas les preceden otras firmas patrias de peso como Pedro del Hierro, Simorra, Mans o Claro Couture, protagonistas de la primera jornada en Ifema. En pocas palabras: el listón está alto, pero madre e hija cuentan con un trío infalible. Artesanía, tejidos innovadores y vestidos de alfombra roja, así es la nueva colección (y el alma) de Isabel Sanchís para su próxima colección otoño-invierno.

Arropadas por un cortejo de fieles, incondicionales de la firma como la modelo Jaydy Michel o las presentadoras Elena Sánchez y Mariló Montero, las creativas se lanzan a escena.

Isabel Sanchís es una de esas marcas españolas con tradición, que ama y valora el trabajo de sus costureros y patronistas, y que se encuentra inmersa en una constante evolución. Aunque sus inicios se remontan a principios de la década de los 90 -"mi madre se centró mucho también en crear una empresa muy sólida, muy fuerte", explica Paula-, es innegable que ha sido en los últimos años cuando Isabel Sanchís ha ganado notoriedad en el panorama de la moda nacional, expandiendo sus característicos diseños por las alfombras rojas. La fundadora lo tiene claro: "Los medios de comunicación nos han ayudado a colocar a la firma en lo más alto".

"También es cierto que, desde que tomamos la decisión de traer nuestras colecciones a Madrid y desfilar en la 'fashion week', notamos que nuestra popularidad creció como la espuma", dice Maiques. En el último año, Cristina Pedroche, Aitana Sánchez-Gijón, Paula Echevarría, Maribel Verdú o Eugenia Silva se han enfundado en sus trajes. A este listado patrio, Paula suma nombres internacionales como Chiara Ferragni. "Nosotros tenemos un mercado muy fuerte a nivel internacional, y por soñar, ojalá ver un día a Zendaya con uno de nuestros vestidos".

En un punto no muy lejano de su carrera, Isabel Sanchís instauró un departamento I+D que se encarga de la búsqueda de materiales sostenibles, diseños en 3D, nuevas formas de producción y modos respetuosos con el medioambiente. "Investigamos con nuevos tejidos, elementos y formas durante todo el proceso de la colección. Intentamos innovar con materiales y así empujarnos a nuevos resultados. Además, hacemos numerosas pruebas desde el inicio de una idea para obtener un patronaje lo más perfecto posible", contó para Vanitatis en esta entrevista.

Un trabajo que ha vuelto a quedar patente en esta edición de la MBFWM. "Este año hemos creado tejidos inspirándonos en la naturaleza, en árboles, bosques y hemos hecho bordados con mariposas o libélulas. También nos hemos atrevido a salir un poquito de nuestra zona de confort y hemos combinado colores lisos con rayas, con cuadros y otros estampados. Pero, sobre todo, lo que queremos transmitir es la humanidad que hay detrás de cada prenda. Para nosotros, el lujo no solamente está en los tejidos y los bordados, que es importante; está en las manos que reflejan la pasión y el amor que todo el equipo que está detrás siente por su trabajo", detalla la fundadora de la enseña.

Isabel nos introduce dos de sus novedades: "Hemos trabajado con canutillos y cordones para crear nuevas siluetas de manera totalmente artesanal. Asimismo, hemos levantado piezas arquitectónicas que decoran los vestidos. Al fin y al cabo, la arquitectura está siempre presente, más que la escultura, porque gracias a ella podemos hacer volúmenes que de otra manera es imposible". En la práctica, aparecen flores hechas con impresión 3D, que aportan modernidad e innovación, o plumas voluminosas.

Si apuntamos a los tejidos, el material inédito en esta colección consiste en que "sobre una base de neopreno, hemos laminado flores por encima. Son dos tejidos en uno, por así decirlo, que es un poquito más complicado para trabajarlos, pero la verdad es que crean un efecto muy especial", explican ilusionadas madre e hija. La gama de colores predominante de esta colección son los tonos tierra y el caramelo para aportar luz y calidez, y sobre todo el negro, color fiel y referencia para la firma.

Nuestra charla concluye con una pregunta que es obligada: ¿cómo es trabajar madre e hija codo a codo? La respuesta, otra vez a dúo: "Es genial, nos entendemos muy bien. A una de las dos se le ocurre el diseño, a la otra la técnica y, al final, fusionamos nuestras ideas en un todo".