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Roberto Torretta: "Me siento un poco 'el último mohicano' de la moda"
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Roberto Torretta: "Me siento un poco 'el último mohicano' de la moda"

Nos recibe días antes de su desfile en el espacio que diseñó Patricia Urquiola para esta marca que es un referente de la moda patria

Foto: Roberto y María Torretta. (Arturo de Lucas)
Roberto y María Torretta. (Arturo de Lucas)

En el barrio de moda en el que se refugian los artistas, en la calle Fereluz hay una entrada a un parking que no desvela que, tras esa puerta granate, una firma lleva 50 años construyendo la moda española. Al adentrarte descubres un espacio diseñado por la arquitecta asturiana más internacional, Patricia Urquiola. Entre los percheros que dividen los espacios de forma orgánica, nos encontramos a Roberto y María Torretta (padre e hija) dando las últimas pinceladas a la colección de moda que presentan esta semana en la MBFWM.

Este año se cumplen cinco décadas desde que este bonaerense que se siente español aterrizó en nuestro país. Nos sentamos con él y con María para hacer un repaso por su trayectoria.

¿Qué ves cuando miras atrás desde el día que llegaste?

Roberto: Yo he tenido muchísima suerte, porque llegué a una España que estaba en blanco y negro, haber vivido toda la transición. En las últimas décadas, lo único que ha hecho España es crecer. Ha habido mesetas y algún bache, pero siempre ha mejorado en todos los aspectos. Tú miras España hace cuarenta por lo menos y no tiene absolutamente nada que ver. Te puede gustar más o menos, pero la calidad de vida ha mejorado, evidentemente. Además, en todo el proceso creativo ha sido fantástico, porque he tenido la suerte de vivirlo sin ser consciente, porque en la movida madrileña nosotros estábamos en la calle Almirante, que era uno de los epicentros, con toda la gente, fotógrafos y cineastas, actores, diseñadores… Todo lo que había en ese momento era una creatividad fantástica y lo viví de casualidad, sin planearlo. Aunque llevo muchos años aquí, hace poco leí una frase que me encantó y que decía: “La patria del ser humano está en la infancia y adolescencia”.

placeholder María en primer plano y Roberto al fondo. (A. L.)
María en primer plano y Roberto al fondo. (A. L.)

María: Pero si tú te consideras español.

Roberto: Sí, pero yo te hablo de las raíces, hija. De lo que compone tus bases para el adulto que serás luego.

Roberto Torretta siempre ha sido y es una empresa familiar, pero desde hace una década está tu hija metida en moda, ¿lo del refrán de mejor no todos los huevos en la misma cesta?

María: Ya llevo 12 años. Aunque en mi adolescencia me rebelé, me fui a estudiar Diseño de Moda a Londres y decidí que no, que no quería seguir los pasos de mis padres. Entonces me pasé a publicidad, me licencié, pero cuando terminé la carrera me incorporé.

María, ¿qué crees que aportas en la estructura?

María: Yo creo que el tema de las nuevas tecnologías de redes sociales. Le hemos dado un empujón a la empresa digitalmente en los últimos años.

Roberto: La verdad que participa incluso de la gestión de la empresa. Yo sigo estando, de momento no me retiro. Me gusta además, lo hago por salud mental. Mientras esté activo. Soy un privilegiado porque la verdad que trabajar con temas creativos es muy gratificante y además eso no caduca. Siempre es una maravilla y además tienes la cabeza en funcionamiento. Además, estoy rodeado de gente joven que tú sabes la energía que dan, es maravillosa. En lo digital voy a la cola, pero de lo demás estoy al día.

placeholder Padre e hija. (A. L.)
Padre e hija. (A. L.)

¿Cómo se trabaja en familia?

María: A la gente se le olvida, pero es importantísima. Es una pieza clave de la empresa. De mi padre aprendo todo el rato. Y mi madre se merece un homenaje y un premio. De ella he aprendido toda la parte comercial.

Roberto: Mi mujer, Carmen, es la mejor comercial que existe. No hay nadie mejor que ella. Tiene las ideas claras, ayuda a las clientas de una forma única, no para hasta que les queda perfecto, no se conforma jamás, y es muy honesta. Carmen no engaña, no vende, ¿sabes? Si no lo ve claro, no lo recomienda, no hace la operación.

Pero volviendo al tema familiar, todos empujamos para el mismo lado con mucha fuerza. O sea, el interés es común y además es a lo bestia, entonces eso también se refleja. Y claro que discutimos pero…

María: Bien, porque aquí hay jerarquías. Es una involucración 24 horas literal, no se puede comparar a trabajar para nadie cuando la empresa es tuya y más cuando es familiar. Cuando eres la segunda generación tienes una responsabilidad. Y tienes un espejo en el que mirar.

placeholder Un primer plano. (A. L.)
Un primer plano. (A. L.)

¿Y cómo enfocáis la marca en un momento de tanto cambio?

Roberto: Ahora hay muchísimas tendencias, yo en algunas colecciones me dejaba llevar más por lo que ‘se llevaba’. E iba dando bandazos y veo colecciones nuestras de hace años con las que no me identifico mucho ahora. De un tiempo a esta parte tenemos una línea muy clara que es crear moda para una mujer femenina, elegante. Nos gusta la ropa bien hecha. Esa es la apuesta. En diseño, en confección, en patronaje, en tejidos; en definitiva, en ropa que perdura. La moda de autor, ese es nuestro nicho de mercado.

El movimiento 'slow fashion' os ha venido muy bien, ¿no?

Roberto: Bueno, ahora mismo, actualmente la tendencia internacional coincide con nuestra filosofía. Además de todo el tema de la sastrería, que ha vuelto. Porque además coincide con lo que nos gusta, es muy cómodo no tener que hacer esfuerzos por seguir, y estar de actualidad de forma natural. La parte creativa es la que más me llena: poder trabajar con tejidos de calidad, con patrones y hacerlo de una forma más lenta, más artesanal y sostenible.

María: Por supuesto, que nos transformamos con los años porque al final nos dejan de gustar las siluetas antiguas. Es una realidad. Pero ahora estamos en un momento en el que la imagen de Torretta coincide mucho con la tendencia internacional, la verdad.

Has mencionado el tema de la sostenibilidad… ¿Cómo abordáis vosotros este tema candente en moda? ¿Y el controvertido uso de las pieles?

María: No hay nada más sostenible que las prendas perduren muchas temporadas, tenemos clientas que nos dicen que llevan las chaquetas de sus madres. Las hacemos demasiado bien. Y luego hay que hablar de las pieles, un material que es mucho más sostenible que los que provienen de los plásticos. La gente confunde sostenibilidad y el cuidado de los animales. Si hablamos de la polipiel, que es plástico que tiene que teñirse, eso sí que es muy poco sostenible, más contaminante que la piel. Pero como material sostenible, nada como la piel, que es un tejido natural. Colaboramos indirectamente por un mundo mejor, porque al final todos nuestros proveedores y artesanos son españoles o italianos. Por ejemplo: trabajamos con un artesano que hace bolsos, que es un señor maravilloso que hace el bolso a mano y tenemos que ir a verle. Elegimos entre las pieles, o sea, todo es muy muy artesano, es un proceso superdelicado.

Roberto: Nosotros trabajamos con producto español, piel de cordero de granjas controladas a todos los niveles.

placeholder En el estudio diseñado por Urquiola. (A. L.)
En el estudio diseñado por Urquiola. (A. L.)

¿Qué podemos hacer para fomentar ese tipo de profesiones que están desapareciendo?

Roberto: Lo peor son los oficios. Por ejemplo, nosotros tenemos problemas con las costureras, no de las maquinistas; la industrial es otra cosa. Estamos hablando de las costureras, señoras que se están jubilando y reemplazar a esa persona es imposible. Otras que son muy difíciles de encontrar son las patronistas. Mira, leí el otro día que Hermès ha comprado pequeñas empresas de plisado. Se lo quedan para poder mantener los oficios y después para poder utilizarlos. No estamos quedando sin proveedores.

María: Todos los currículums que nos llegan son de diseñadores. Claro, no hay patronistas, no hay escaladores, no hay cortadores. Y cortar bien una prenda también es importantísimo.

Roberto: Además, son oficios que son muy bonitos. Nosotros tenemos aquí mismo el taller en el que hacemos toda la colección de desfile y medida. Y es que esa artesanía pura es una maravilla. Poder atender a una clienta e ir modificando sobre la marcha no tiene precio.

María: Ese es el sello que marca la esencia de este trabajo, el detalle.

¿Qué detalles veremos en la colección que presentáis?

Roberto: De hecho, está bastante inspirada la colección de Saville Road, la mítica de las sastrerías inglesas, de Londres. Veremos mucha prenda de manga distinta. Siluetas, largos y con distintos tejidos en los que veremos que predominan el oversize y mucha variedad de telas. En Nápoles son los mejores sastres a nivel masculino, su forma de pegar las mangas es única. Tuve la suerte de ir a un sastre y que me enseñara, y hemos aplicado en esta colección esas técnicas. Son prendas que a primera vista son muy sencillas, pero están llenas de detalles, la verdad, tienen muchísimo trabajo, aunque a primera vista parecen simples. También hemos mezclado lo masculino y lo femenino, que eso nos encanta. Y veréis una parte muy femenina, de los 60 con una silueta A.

María: Esta colección es un ejemplo de las cosas bien hechas, con mucho trabajo, mucho esfuerzo, mucho cariño, siendo fiel a tu esencia.

¿Qué podemos hacer para concienciar al público de que invertir en moda vale la pena?

Roberto: El desfile es, en definitiva, el escenario o la herramienta de comunicación más potente que hay. Después de la pandemia, todas las firmas han vuelto a ellos. La experiencia que aporta un desfile, la comunicación, el directo, la sensación, la música, el cómo te envuelve, el espacio, es vital.

María: Desde que mi padre empezó a hacer desfiles en 1996, cada año hemos presentado nuestras colecciones al público en la semana de la moda madrileña. Para nosotros es el mejor marco; este año, además hay un casting espectacular, nos ofrecen unos medios que son imbatibles.

placeholder Padre e hija en sus oficinas. (A. L.)
Padre e hija en sus oficinas. (A. L.)

¿Quién os inspira?

María: Bottega Veneta, Khaite, The Row y Jil Sander. También me gusta mucho todo lo que hace Victoria Beckham.

En 2004 llegáis a este espacio en el que estamos hoy, vuestro taller, que diseña nada más y nada menos que la arquitecta e interiorista Patricia Urquiola.

Roberto: Ya era muy importante, pero no tenía la obra en España. Patricia es muy amiga de Carmen, mi mujer, y se conocen desde hace muchos años, son las dos asturianas, y esta fue la primera obra en su tierra. Le propusimos hacer nuestro estudio y ha creado un espacio mágico. Además de la funcionalidad, todo sigue, perfectamente, el sistema. Y los espacios, todo funciona.

María: Sí, porque tiene magia. Es que no pasa el tiempo por este lugar. Además, lo diseñó todo, las sillas, las mesas… y siguen teniendo una estética actual.

Roberto: Y luego tenemos el lujo de los espacios, prefería que fueran grandes, que se trabajara en volúmenes importantes, que son obviedades. Pero, claro, hablemos de que esto lo hizo hace veinte años.

María: Aquí recibimos a nuestras clientas que son superfieles, que vienen para hacerse su ropa a medida; también a otras para vestidos para eventos y muchas chicas para hacerse el vestido para su puesta de largo.

¿Qué ha cambiado desde entonces hasta ahora?

Roberto: La espontaneidad de hace 30 años fue maravillosa. Ese grado de inconsciencia por el que te metes en charcos, que hoy ya vas aprendiendo y no lo haces. En ese momento, como está todo por delante... Esa espontaneidad es fantástica y se nota en el trabajo.

María: Que soy más contenida. Pero es que el mundo está un poco más contenido. Aunque soy menos contenida que mi madre.

¿Y cómo veis la moda en España?

Roberto: Bueno, es un tema muy amplio para analizar. Pero lo que creo es que la moda artesana como la que hacemos nosotros es uno de los tótems para mantener el sector. La moda de autor es muy válida. Nuestro nicho es muy interesante, tiene un crecimiento. Además, nosotros vemos ese auge. Los clientes quieren diferenciarse, comprenden y disfrutan de una prenda bien hecha, de su perdurabilidad. Y tampoco quieren coincidir, quieren esa exclusividad. Una pieza que es especial para ti, no porque sea especialmente cara, porque está hecha para ti.

María: Es lo que me apasiona de este sector, que está tan vivo y es tan cambiante que es muy divertido; va todo tan rápido.

Roberto: Yo soy privilegiado de poder trabajar en un mundo tan creativo como este. Me sigue apasionando mi trabajo cincuenta años después y me siento un afortunado, de mi época ya no queda nadie, soy un poco ‘el último mohicano’.

Se pueden encontrar prendas de Roberto Torretta: en El Corte Inglés de Serrano, Serrano 47 (Madrid); con cita previa en su taller de la calle Fereluz 17; Stivali en Lisboa y Macarena Rivera en Santiago de Chile.

En el barrio de moda en el que se refugian los artistas, en la calle Fereluz hay una entrada a un parking que no desvela que, tras esa puerta granate, una firma lleva 50 años construyendo la moda española. Al adentrarte descubres un espacio diseñado por la arquitecta asturiana más internacional, Patricia Urquiola. Entre los percheros que dividen los espacios de forma orgánica, nos encontramos a Roberto y María Torretta (padre e hija) dando las últimas pinceladas a la colección de moda que presentan esta semana en la MBFWM.

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