Clemente Cebrián y Lola López: "Queremos demostrar que se puede hacer moda sostenible sin que el precio sea una barrera"

Clemente Cebrián y Lola López no son recién llegados al mundo de la moda. Él fue uno de los fundadores de El Ganso y ella, responsable de marketing en la misma firma, además de contar con experiencia en retail. Juntos han lanzado Tintoremus Studio, una marca de moda que nace con una vocación clara: demostrar que es posible diseñar y producir prendas sostenibles, bellas y accesibles.

Pero no se trata solo de moda. Su proyecto abarca desde la producción agrícola de índigo natural en Extremadura hasta el diseño de vaqueros teñidos sin químicos. Con un equipo multidisciplinar que incluye biólogos, bioquímicos e ingenieros agrónomos, su propuesta va más allá de la sostenibilidad como palabra vacía: quiere transformar el sector textil desde la raíz. El objetivo es ambicioso, pero el enfoque es coherente y global. En esta entrevista, nos cuentan cómo nació la idea, qué aprendizajes arrastran de etapas previas y qué retos enfrentan como emprendedores.

Se puede hacer denim de otra forma, más limpia, más ética

P. ¿Creéis que España está preparada para una marca de moda realmente sostenible?

Clemente: Hace unos años, quizás no tanto. Se hablaba de sostenibilidad, pero no siempre se traducía en decisiones de compra. Sin embargo, vemos que la mentalidad está cambiando: hay más consciencia, más interés por proyectos que generen valor real. En nuestro caso, no solo hablamos de ropa sostenible, sino de un proyecto que incluye el trabajo de jóvenes en el campo, cultivos alternativos al tabaco en Extremadura… Es una visión más global.

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P. ¿Tenéis una aspiración internacional?

Lola: Sí, absolutamente. Aunque estamos físicamente en Madrid, ya hemos participado en ferias como la de Copenhague y próximamente repetiremos en Berlín. La mentalidad de la marca es muy abierta.

P. ¿En qué momento decidisteis lanzar Tintoremus Studio?

Lola: El proyecto comenzó en 2022, inicialmente como una iniciativa dentro de El Ganso. En ese momento muchas marcas estaban virando hacia lo sostenible, pero todas se centraban en tejidos reciclados o algodón orgánico. Nadie estaba abordando el color, los tintes naturales. Y ahí vimos una oportunidad.

P. ¿Fue una necesidad detectada en vuestros clientes, o una intuición vuestra?

Clemente: Más bien lo segundo. No es que los clientes nos pidieran tintes naturales, pero entendimos que si todo el mundo estaba haciendo lo mismo, nosotros podíamos aportar algo diferente. Queríamos adelantarnos y ofrecer una solución completa, sin químicos, sin comprometer la sostenibilidad.

P. Venís de una firma consolidada como El Ganso. ¿Qué aprendizajes os habéis traído?

Clemente: Muchísimos. Estuve más de 20 años en El Ganso. Viajamos mucho, teníamos tiendas en Francia, Latinoamérica, Londres... Esa experiencia nos hizo ver cómo se valora la sostenibilidad fuera. En España aún queda camino, pero salir nos permitió abrir la mirada.

P. Habéis elegido el denim como punto de partida. ¿Por qué?

Lola: Precisamente por el reto. Es un tejido con mala fama por su consumo de agua y químicos. Nosotros colaboramos con Tejidos Arroyo, que trabaja con tecnología de índigo sin agua, y lo combinamos con nuestro tinte natural. Se puede hacer denim de otra forma, más limpia, más ética.

P. ¿Quién compone el equipo?

Clemente: Somos 12 personas. Hay diseñadores, creativos, expertos en marketing, pero también biólogos, un ingeniero agrónomo, un bioquímico… Es un equipo muy transversal.

P. ¿Y cómo conseguís que el precio final no se dispare?

Clemente: Sacrificando margen. La brecha entre una marca sostenible y el consumidor suele ser el precio. Si queremos acercarnos al público español, no podemos permitirnos prendas prohibitivas.

P. ¿Recibís apoyo institucional?

Lola: Sí, además del capital propio y de algunos socios, la Junta de Extremadura nos ha considerado proyecto prioritario. Formamos parte de un centro de alta tecnología que nos apoya con recursos y conocimiento. La producción es 100 %. España y Portugal, todo es de cercanía.

Nadie estaba abordando el color, los tintes naturales. Y ahí vimos una oportunidad

P. ¿Tenéis certificaciones sostenibles?

Lola: Sí, trabajamos con ISO, y estamos en proceso con otras. Pilar Prior, nuestra responsable de sostenibilidad, se asegura de que todo se cumpla a rajatabla.

P. He leído que en la tienda habrá un taller de reparación. ¿Es cierto?

Clemente: Sí. Habrá dos servicios: uno para recuperar el color de prendas desgastadas y otro de reparación (rewear). Queremos fomentar la circularidad y dar una segunda vida a las prendas.

P. En plena era digital, ¿por qué apostar por una tienda física?

Clemente: Porque creemos en la experiencia. Queremos que la tienda sea un lugar donde se entienda el proyecto, se experimente. No solo compras, sino conversación, conexión y aprendizaje. Y un córner con libros de la librería Ocho y Medio, especializada en cine. Nos encanta el cine y queríamos incluirlo como parte del universo de la marca.

P. ¿Qué os gustaría haber logrado dentro de cinco años?

Lola: Que se diga que abrimos un camino. Que demostramos que se puede hacer moda de forma diferente, ética, con valor añadido en el campo. Y también, por supuesto, que podamos abrir más tiendas, incluso fuera de España.

P. ¿Cómo os definiríais como fundadores?

Clemente: Nos une la inquietud constante. No es solo amor por el planeta, sino por transformar un sector. Nos gusta pensar, crear y, sobre todo, ejecutar. Porque sin ejecución, las buenas ideas se quedan en eso: en ideas.

P. ¿Y el nombre de la marca? ¿Por qué Tintoremus?

Lola: Lo hemos oído mil veces: “¿Sois una tintorería?”. Pero nos gustaba jugar con la idea de teñir, de estudio y proceso.

P. ¿Cuál ha sido vuestra prenda más vendida hasta ahora?

Clemente: La sudadera. Y ahora que lanzamos la primera colección completa en abril, esperamos que haya más variedad y éxito.

P. ¿Puede España convertirse en un referente en innovación textil sostenible?

Lola: Creemos que sí. Ya hay marcas nacionales destacando fuera por este tipo de proyectos. Si logramos acercar precios y mantener trazabilidad y transparencia, podemos ser referentes.