Historia, secretos y misterios del imponente despacho de Brigitte Macron en su palacio
La primera dama francesa trabaja desde un despacho con una historia que se remonta a Napoleón Bonaparte: complots, amantes y muchos secretos descansan en sus muros
Como no podía ser de otra manera, primeras damas y reinas del mundo entero continúan manteniendo parte de su agenda intramuros de su casa. El teletrabajo también ha afectado a las vidas de las altas esferas y gracias a ello hemos podido conocer una parte de su día a día que se mantenía completamente privada a los ojos del mundo: su despacho.
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Si hace unos días analizábamos el de la reina Letizia o el de su homóloga, Máxima de Holanda, la cabecera francesa 'Paris Match' nos ha abierto las puertas del lugar de trabajo de Brigitte Macron en el palacio del Elíseo.
Unas dependencias que nos han dejado con la boca abierta y que nos permiten afirmar que la primera dama francesa tiene el despacho más espectacular de todos. Ya lo decían Patrice Duhamel y Jacques Santamaria en el libro ‘El Elíseo, historia, secretos y misterios' (Plon 2012): “Se trata de la sala mejor situada del palacio. En la planta baja del ala este, entre la biblioteca y el salón de los mapas”.
Provisto de varias obras de arte de alto valor histórico y económico (tiene un imponente retrato de Luis XV pintado por Van Loo y tres cuadros magníficos de Hubert Robert), este salón del palacio, ‘Le Salon de Fougeres’, debe su nombre a los motivos florales de su tapicería (que incluye las paredes). Una muestra única de la decoración de la época cuando se construyó el palacio y que lo hace más espectacular si cabe.
Le Salon des Fougères, à l'#Elysée, bureau de Brigitte Macron. Pour ces #JEP2019 20 000 personnes se sont inscrites pour visiter le palais présidentiel @ParisMatch pic.twitter.com/TMle8PV11z
— Emilie Cabot (@emiliecabot) September 21, 2019
Una decoración de época que Brigitte ha modificado a su gusto (como otros salones de palacio) combinándola con muebles de diseño vanguardista, como su escritorio o el sillón para visitas que lo flanquea y obras de arte moderno. Una curiosa combinación que lo dota de un encanto especial y lo convierte en uno de los despachos más espectaculares que hemos visto durante la cuarentena.
Complots y amantes
En sus inicios, este salón formaba parte de los aposentos de Caroline Murat (hermana menor de Napoleón Bonaparte), que solo tenía una idea en la cabeza: ser reina. Allí, tal y como se afirma en el libro antes citado, “se dedicaba a sus dos actividades favoritas: urdir complots y recibir a sus amantes”, aseguran.
“También se reunía allí con su hermana, Pauline, a la que no tenía en alta estima pero con quien compartía un odio profundo hacia la emperatriz Josefina, su cuñada”. En palabras de Talleyrand (sacerdote estadista francés que dicen fue su amante), “Caroline era la cabeza de Maquiavelo en el cuerpo de una bella mujer”.
Dependencias de primeras damas
“Tras la llegada de De Gaulle, este salón fue adherido como parte de las dependencias privadas del presidente como lo es ahora”, aseguran los autores. “Yvonne de Gaulle lo utilizaba para recibir a representantes de las asociaciones benéficas con las que colaboraba; Bernadette Chirac, que amaba este lugar, lo usaba como lugar de relax donde descansar cerca de donde tenía ella su despacho. Carla Bruni y Valérie Trierweiler se sirvieron de él como despacho para cumplir con sus tareas de primera dama” y Brigitte ha cogido el testigo.
Cuatro paredes que si hablasen tendrían demasiado que contar.
Como no podía ser de otra manera, primeras damas y reinas del mundo entero continúan manteniendo parte de su agenda intramuros de su casa. El teletrabajo también ha afectado a las vidas de las altas esferas y gracias a ello hemos podido conocer una parte de su día a día que se mantenía completamente privada a los ojos del mundo: su despacho.