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Acaba de llegar a Netflix 'Mala Influencia': así son los nuevos romances adolescentes que triunfan en plataformas
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NÚMERO UNO EN LA PLATAFORMA

Acaba de llegar a Netflix 'Mala Influencia': así son los nuevos romances adolescentes que triunfan en plataformas

La película dirigida por Chloé Wallace, que tuvo un discreto paso por las salas de cine, está arrasando en la plataforma con su amor entre dos jóvenes de diferentes clases sociales

Foto: 'Mala Influencia', el último gran éxito cinematográfico de Netflix.
'Mala Influencia', el último gran éxito cinematográfico de Netflix.

En una secuencia de 'Mala Influencia', el padre de Reese, la protagonista, le reprocha a ella y al chico del que se ha enamorado "en qué mierda de película de sobremesa" creen que viven. Sobre todo porque a él, guapo hasta decir basta como mandan los cánones del género, se le contrató para que la protegiese e hiciese de guardaespaldas. No para que acabase besándola semidesnudo en una piscina.

El film, un romance adolescente muy de nuestro tiempo (hay teléfonos móviles, hay redes sociales, hay acoso y, para remate, una venganza por una deuda del pasado), se ha colocado en el número uno de películas más vistas de Netflix, compañía que forma parte de la producción. Lo curioso es que el paso por las salas, hace tan solo unos meses, de esta adaptación de la novela homónima de la autora anónima 'Teenspirit', fue más bien discreto.

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placeholder Los protagonistas de 'Mala Influencia'. (Netflix)
Los protagonistas de 'Mala Influencia'. (Netflix)

Su directora, Chloé Wallace, da a la cinta un toque femenino muy adecuado para los tiempos que vivimos. No solo en cuanto a su carácter feminista sino también en lo referente al punto de vista. No hay más que ver una secuencia en la que las chicas, en plena clase de danza, ven llegar al chico, Alberto Olmo, admiradas por su belleza.

También se trata, a grosso modo, la diferencia social entre el chico y la chica, una dama y un vagabundo 2.0 que beben de la tradición de los Capuletos y los Montescos para sacudir los clichés y darles un aire nuevo.

El éxito nos lleva a una clara reflexión: el streaming supone una segunda vida para este tipo de cintas en las que las hormonas están revolucionadas y las pasiones brotan con la intensidad de una novela de Jane Austen.

El fenómeno es evidente y no solo ocurre con películas que han pasado por cines. También con cintas específicamente diseñadas para pasar un rato frente al televisor. Por ejemplo, las de la saga 'After' estrenadas por Prime Video. El éxito de 'After: Aquí empieza todo' en 2019, antes de la pandemia, sorprendió a los que se suelen rascar los bolsillos con un esquema algo similar al de 'Mala Influencia'.

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placeholder Los protagonistas de 'After', el fenómeno adolescente de Prime Video
Los protagonistas de 'After', el fenómeno adolescente de Prime Video

Aquella era una película norteamericana protagonizada por Josephine Langford y Hero Fiennes-Tiffin, sobrino de los famosos Ralph y Joseph, cuya trama, si nos ceñimos a lo básico, contaba la vieja historia de cómo un chico y una chica se enamoran perdidamente y vencen mil dificultades para estar juntos.

Prime multiplicó el éxito por cuatro rodando más entregas: 'After. En mil pedazos', 'After. Almas perdidas', 'After. Amor infinito' y 'After. Aquí acaba todo', estrenada hace apenas unos meses. Ni que decir tiene que la mayoría de ellas también alcanzaron el número uno y generaron millones de adeptos.

Al igual que 'Mala Influencia', se basan en una serie de libros publicados por la plataforma Wattad. Aunque en esta ocasión, su autora, Anna Todd, no es anónima. Basada, por increíble que parezca, en las canciones de One Direction, también hay chicos tatuados y rebeldes de instituto.

Es un hecho que estas cintas poseen un punto macarra que nos recuerda algo que Bigas Luna le dijo una vez a Verónica Echegui, mientras rodaban 'Yo soy la Juani': "Ya verás cómo en el futuro el extrarradio marcará las tendencias de la ciudad”. Que se parezcan más a la trama de 'Yo soy la Juani' que a la de 'Fuera de Onda' nos lleva a dar la razón al gran Bigas.

Una tradición casi tan vieja como el cine

Mucho ha cambiado el romance adolescente y cinematográfico desde los tiempos en los que Nicholas Ray filmó, mediante aquellos primeros planos llenos de fatalismo, la atracción de James Dean y Natalie Wood en 'Rebelde sin causa' (1955). O desde que Arthur Hiller como director y el legendario Robert Evans como productor consiguieron uno de los mayores éxitos del Nuevo Hollywood con 'Love Story' (1970). El "amar significa no tener que decir nunca lo siento" de Ryan O'Neal y Ali McGraw se convirtió en un aforismo muy común entre la muchachada de esos años.

La de Ray era un metafórico retrato generacional y la de Hiller/Evans podría parecerse más a los amoríos teen de nuestros días. Aunque con menos barrio y mucha más ingenuidad, claro.

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placeholder 'Love Story', amor setentero. (Paramount)
'Love Story', amor setentero. (Paramount)

Sin necesidad de hacer un repaso exhaustivo, ha habido variantes incluso musicales (el éxito estratosférico de 'Grease' es un buen ejemplo de ello). Saltando a los 80, es imposible olvidar al rey de las comedias de instituto, el John Hughes que en los años 80 produjo o dirigió tantas comedias románticas de espíritu 'teenager' con Molly Ringwald como protagonista. 'La chica de rosa', estrenada en 1986, fue el sumun del romance hughesiano.

En los 90, los títulos que apuntalan este estilo son infinitos, de 'Nunca me han besado' a 'Alguien como tú' (ambas de 1999), pero estos films aún les faltaba ese matrimonio con el thriller, con los momentos subidos de tono o con la connnotación social a lo 'Romeo y Julieta' que el subgénero ha ido adquiriendo desde los tiempos del 'Élite' de Netflix. 'Mala Influencia' es un ejemplo de esa transformación y su éxito en el hogar vaticina muchas más producciones con los mismos códigos. Al fin y al cabo, la revolución hormonal nunca pasará de moda.

En una secuencia de 'Mala Influencia', el padre de Reese, la protagonista, le reprocha a ella y al chico del que se ha enamorado "en qué mierda de película de sobremesa" creen que viven. Sobre todo porque a él, guapo hasta decir basta como mandan los cánones del género, se le contrató para que la protegiese e hiciese de guardaespaldas. No para que acabase besándola semidesnudo en una piscina.

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