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Todos los detalles de la boda 'semisecreta' de Alejandra Romero, nieta de Adolfo Suárez
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El enlace tuvo lugar en Puerta de Hierro

Todos los detalles de la boda 'semisecreta' de Alejandra Romero, nieta de Adolfo Suárez

Un lugar exclusivo, un puñado de invitados y nada de prensa: la pareja ha contraído matrimonio con gran discreción, pero tenemos los detalles

Foto:  Alejandra Romero, de camino a su boda. (Gtres)
Alejandra Romero, de camino a su boda. (Gtres)

Alejandra Romero, nieta de Adolfo Suárez, se ha casado con Pedro Armas, su novio desde la universidad, en la capilla del club Puerta de Hierro de Madrid. Un lugar exclusivo al que solo podían acceder los invitados que estaban en una lista en la entrada del recinto. El tarjetón de boda por sí solo no valía. El lugar elegido era perfecto para mantener la privacidad que buscaba la pareja para que la ceremonia fuera solo íntima y familiar.

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La novia subió las escaleras por las que se accede a la capilla acompañada de su padre y padrino vestida con un diseño de su amigo Jorge Acuña. Un traje recto de manga larga con adornos en forma de arabescos en plata, tanto en el cuello como a la altura de la cintura, y el pelo recogido en un sencillo moño. Como únicas joyas, unos pendientes de brillantes y un broche que simulaba una mariposa en oro blanco, brillantes y dos esmeraldas que había pertenecido a su madre. El conjunto lo remataba un ramo muy discreto de flores blancas. No hubo cortejo de pajes, solo un niño vestido con pantalón corto de color verde y camisa blanca que llevaba una bolsa de raso las arras.

placeholder  La novia, con un traje de Jorge Acuña. (Gtres)
La novia, con un traje de Jorge Acuña. (Gtres)

La capilla del Club Puerta de Hierro es pequeña y los organizadores dispusieron bancos en la entrada del templo. Otros tuvieron que quedarse de pie. En el altar la esperaba Pedro Armas, vestido de chaqué, y la madre de este, de azul noche, guantes blancos y mantilla negra. Alejandra besó a su marido y después a su futura suegra. A la izquierda y derecha del altar, los testigos de ambos. Hubo varios momentos emotivos: uno cuando se intercambiaron los anillos y otro cuando se recordó a su madre Mariam, la abuela Amparo y el abuelo Adolfo.

Llamó la atención que no estuvieran invitados ninguno de sus tíos maternos, hermanos de Adolfo Suárez, con los que aparentemente Alejandra se lleva bien. El pasado 23 de marzo, fecha en la que se recordaba el cuarto aniversario de la muerte de su abuelo, Alejandra también participó. Y meses antes, acudió al funeral de Aurelio Delgado (Lito), cuñado, mano derecha y hombre de confianza del abuelo Adolfo Suárez.

placeholder  Algunos invitados llegando a la boda. (Gtres)
Algunos invitados llegando a la boda. (Gtres)

“Ninguno de ellos recibió la invitación, pero tampoco están enfadados con Alejandra. Son una familia que ha pasado mucho y dicen que si su sobrina ha querido casarse, ellos no la van a criticar. Tampoco han ido algunos de sus hermanos y no pasa nada. No hay que darle más vueltas. Alejandra es una mujer muy inteligente, independiente y muy segura de los pasos que da. A ella le correspondía por ley el título de duquesa de Suárez y su tío no lo entendió”, explican a Vanitatis desde el entorno de la novia.

Foto: Don Juan Carlos en un gesto cariñoso con Adolfo Suárez en el jardín de La Florida. (Foto: Adolfo Suárez Illana)

También hubo comentarios sobre la posible exclusiva. No hay que olvidar que Adolfo Suárez fue el primer presidente de la democracia que apareció en la revista '¡Hola!' con toda la familia, un reportaje que, según la leyenda, sirvió para que los españoles conocieran al líder de UCD y le votaran, ganando así las elecciones. De ahí que los invitados más mayores sugirieran la posibilidad de que la boda formara parte de una cesión informativa.

placeholder  Una de las últimas imágenes del novio antes de su boda. (Gtres)
Una de las últimas imágenes del novio antes de su boda. (Gtres)

Alejandra Romero, nieta de Adolfo Suárez, se ha casado con Pedro Armas, su novio desde la universidad, en la capilla del club Puerta de Hierro de Madrid. Un lugar exclusivo al que solo podían acceder los invitados que estaban en una lista en la entrada del recinto. El tarjetón de boda por sí solo no valía. El lugar elegido era perfecto para mantener la privacidad que buscaba la pareja para que la ceremonia fuera solo íntima y familiar.

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