Chiquetete: de la gloria escénica a la ruina empresarial

Chiquetete ha muerto sin dejar un legado económico muy boyante a sus herederos. El cantante, que vivió una época de esplendor a finales de los 80 y hasta bien entrada la década de los 90, se convirtió en rey de la balada romántica con aires flamencos gracias a temas como 'Aprende a soñar' o 'Esta cobardía', uno de sus grandes éxitos. Esa fama le llevó a ser empresario durante unos años, pero, según la documentación a la que ha tenido acceso Vanitatis, a día de hoy no figura ninguna propiedad a su nombre y las dos empresas que poseía hace años no tienen movimientos.

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Durante la década de los ochenta, llegó a publicar un disco por año y en la siguiente, su discografía menguaba en número pero sus giras y su fama se iban acrecentando. Es entonces cuando al cantante funda Rayaquel, la primera de las dos empresas Sociedad Limitada que tendría. Rayaquel se constituye en 1995 bajo el epígrafe de artes escénicas, empleado en muchas ocasiones por artistas para administrar las actividades económicas que tienen que ver con el desarrollo de su trabajo, como contratación por conciertos. En esa empresa el nombre de Antonio Cortés Pantoja figura como administrador único y no hay constancia de actividad alguna desde el año 2001, aunque sí existe un dato de actualización este mismo año, 2018.

La otra empresa fundada por el cantaor es Rociofran S.L, que puso en marcha en el año 2004 bajo el epígrafe de creación artística y literaria y cuyo último informe presentado en el registro mercantil data de 2008. También de esta Chiquetete era único administrador y accionista.

Estas fechas coincidirían con el declive del artista: entre 1996 y 2017 (casi 20 años) solo publicó cuatro discos, de los cuales el último, 'La magia de la voz', es un recopilatorio de grandes éxitos.

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La llama musical de Chiquetete se fue extinguiendo a medida que se avivaba la de sus conflictos domésticos: en 2004 su imagen pública dio un vuelco cuando rompió con su segunda esposa, una Raquel Bollo que le acusó de malos tratos. El artista fue condenado por los tribunales y su nombre apareció más y más en las tertulias del corazón.

En la recta final, Chiquetete volvió a la actualidad hace ahora un año cuando protagonizó un surrealista incidente mientras encarnaba al rey Gaspar en un colegio sevillano. El artista se quitó la barba y la corona que le molestaban, y empezó su discurso diciendo: "Yo soy cantante, yo soy Chiquetete”. Se convirtió en trending topic. Por un momento su fama volvió a ser la que fue, pero de nuevo muy a su pesar.