Ángeles González-Sinde abre su corazón y habla de la muerte de su pareja

Ángeles González-Sinde siempre será recordada como una de las ministras del gobierno Zapatero que más dieron que hablar. Su ley contra la piratería o la compaginación del ministerio con su labor como guionista (suyos son algunos de los capítulos de 'Cuéntame' o la trama de 'La buena estrella', que fue merecedora de un Goya) fueron muy comentadas en su día. La cineasta y escritora ha abierto su corazón a Rosa Villacastín en una amplia entrevista que este miércoles publica 'Diez Minutos'. En ella ha hablado de algunos de los acontecimientos más tristes de su vida.

Uno de ellos fue la muerte de su marido, el editor Claudio López Lamadrid, acaecida en enero de 2019: "Perder a tu pareja es quedarte sin paisaje, sin planes de futuro, en el aire".

La de su marido no es la única muerte que ha golpeado a Sinde. También las de su padre y su hermano. "Cuando mi padre muere, tenía 51 años y yo 27. Murió de un infarto fulminante. Cuando muere mi hermano es la segunda vez que me enfrento a un duelo y como no hay recetas ni fórmulas mágicas para superar ese dolor, cada vez es distinto y, en este caso, me pilló con mucha necesidad de intimidad y reposo".

"Son las tres personas que más me han marcado (...). Sabemos que la muierte está ahí, lo cierto es que somos unos privilegiados porque vivimos en un momento histórico en el que la expectativa de vida es muy larga y tenemos acceso a la medicina en esta parte del planeta".

En las páginas de 'Diez Minutos', Sinde también habla de los habituales asideros que pueden consolar a alguien que se enfrenta a la muerte de un ser querido. Por ejemplo, la religión, algo con lo que ella no ha contado. "Lo que sí he echado de menos es algo en lo que pensé mucho cuando murió mi hermano, y es en la falta de rituales (...). Yo pertenezco a una familia que no hemos sido religiosos nunca, tampoco lo fueron mis abuelos; no tenemos el hábito de ir a una iglesia. Como parte de nuestra sociedad, hemos perdido esa costumbre, y esas liturgias que la religión católica tenía previstas para estos casos".

¿Y a qué más se ha enfrentado la cineasta? Pues, aunque parezca mentira, a la falta de trabajo por culpa de los prejuicios sobre su viejo puesto en el Ministerio de Cultura. "Existen leyendas urbanas que dicen que por estar en un gobierno has ganado mucho dinero o se te abren muchas puertas, y ese mito es muy dañino porque aleja a gente a la que quizá le gustaría ofrecerte un trabajo y no lo hacen porque no se atreven".