Marta Corsini: “Yo acompaño a mis clientes en ese proceso de crear hogar”

La decoradora Marta Corsini Pérez pertenece a la famosa dinastía que creó la constructora Corsán. Concretamente fue su abuelo paterno, Carlos Corsini Senespleda, ingeniero de caminos, canales y puertos quien en 1928 fundó la empresa que tantas alegrías dio a esta familia hasta su venta, a principios de los 2000 por la nada desdeñable cifra de 325 millones de euros. Los Corsini reciben el apodo de 'la Saga’ por el elevado número de hijos que tuvo su abuelo con Dolores Marquina.

Marta es hija de Jacobo Corsini Muñoz de Ribera y su primera mujer, Fe Pérez Torrens, fallecida a comienzos de 2018. Su padre se casó en segundas nupcias con Sonia Santolaria del Toro. Los hijos de ambas mujeres forman una piña, y la colaboración, admiración y cariño son la tónica que les mantiene férreamente unidos, además de un talento innato en su ADN. Conocidas también son sus hermanas: la exitosa empresaria textil Laura Corsini Santolaria (con su firma Bimani) y Alejandra Corsini Santolaria (con B4living). Por su parte, el hermano de Marta, Álvaro Corsini Pérez está casado con Cristina Oria, una de las empresarias y chefs más célebres de la actualidad, de la que además es socio.

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Patricia Izquierdo

Tras estudiar Bellas Artes, impulsada por su lado creativo, Marta se especializó en gestión cultural haciendo caso a su lado más racional. Durante años organizó, con éxito, originales exposiciones para diferentes artistas. También trabajó en el Museo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza o el Centro Conde Duque. Madre de una hija de 12 años, su boda en septiembre de 2019 revolucionó las publicaciones de moda con un diseño original muy alabado por expertos y redes sociales. Aficionada al campo desde niña, este se está convirtiendo en su principal inspiración en un nuevo proyecto que pronto verá la luz y el lugar donde desea vivir dentro de unos años.

PREGUNTA: En tu web cuentas una anécdota muy divertida de cuando, con tan solo nueve años en casa de tus padres, elegiste cambiarte de una habitación luminosa con un gran ventanal y suelo de madera a una especie de trastero con baldosa hidráulica. ¿Fue ese momento cuándo descubriste a la decoradora que llevabas dentro?

RESPUESTA: Sí, y recuerdo perfectamente aquel suelo. No creo que lo descubriera tan pronto, pero es verdad que, echando la vista atrás, me he dado cuenta de que la decoración es algo innato en mí. Desde pequeña me encantaba jugar con colores, texturas, materiales… Además, durante la infancia y adolescencia con mi madre nos mudamos muchas veces de casa, y ella tenía una habilidad especial para que siempre pareciera un hogar, aunque solo viviéramos allí poco tiempo.

P: ¿Y cuándo supiste entonces que te querías dedicar a la decoración?

R: Desde siempre mis amigas me han pedido consejos para reformar o decorar sus casas, pero no fue hasta que una de ellas me pidió que le ayudara 'más en serio'. A partir de ese momento, lo que había sido una vocación innata y una afición se convirtió en un proyecto empresarial.

P: En un primer momento, después de estudiar Bellas Artes y hacer un máster doble en Gestión Cultural, trabajabas organizando exposiciones para distintos artistas. ¿Cómo fue esa experiencia?

R: Estudié Bellas Artes en Madrid en la especialidad de pintura. Estuve muchos años pintando y haciendo cursos. Gané algunos premios y también hice alguna exposición individual. Al mismo tiempo, con una pequeña subvención de la Comunidad de Madrid, monté una asociación para organizar exposiciones en lugares no convencionales de un día de duración. Algo parecido a los pop-ups de hoy… ¡pero hace más de 20 años! Trabajé también en el Prado, en el Thyssen y en el Conde Duque de Madrid. Mi último trabajo como diseñadora de exposiciones fue una en la sala Alcalá 31 que tuvo bastante repercusión llamada ‘Esculturismo’.

P. Trabajar en el Museo del Prado y en el Museo Thyssen debió de ser un lujo…

R: Sí. Ver esos museo de noche, y casi en soledad, es una experiencia que todo el mundo debería poder vivir.

P: ¿Cuál es el proyecto más especial que has realizado en tus años como decoradora?

R: Aunque suene a tópico, todos los proyectos lo son porque al final acabo entablando una relación especial con cada cliente. Quizá, lo que más ilusión me hace es cuando he hecho una intervención pequeña, de un espacio solo, y me vuelven a llamar para decorar el resto de la vivienda o para recomendarme a amigos o familiares. También me apasionan aquellos proyectos que me suponen un reto especial: reformar una buhardilla de 55 metros cuadrados o decorar solo dos habitaciones de los niños. O, por el contrario, enfrentarme a una vivienda unifamiliar de 350 metros.

P: Una curiosidad: ¿hay algún elemento de decoración que jamás pondrías en casa de uno de tus clientes porque lo aborrezcas?

R: Hay muchos elementos que no me gustan, pero mi prioridad siempre es mi cliente, así que, si después de discutirlo y darle mi opinión sigue queriendo esa pieza, ya me ocupo yo de acompañarla bien.

P: Corren tiempos difíciles, ¿se está notando la crisis económica y el covid para bien o para mal en tu trabajo?

R: A pesar de la crisis económica derivada del covid, desde el verano me han surgido nuevos proyectos de todo tipo. Y creo que tiene una lógica: todos hemos pasado mucho tiempo confinados y mucha gente se ha dado cuenta de que necesitaba un cambio en sus casas, pequeño o grande, porque hemos visto la importancia de tener un espacio con el que te sientas identificado, donde estés cómodo. Yo les acompaño en ese proceso de crear hogar.

P: En casa de tu hermana Laura hay una lámpara diseñada por ti, tu cuñada Cristina Oria tiene una escultura tuya que adorna una de sus tiendas… ¿Ayudas a tus hermanos a decorar sus hogares y sus negocios?

R: No les hace mucha falta, todos tienen una sensibilidad muy especial. A veces, sí me piden algún consejo o alguna pieza.

P: Entre los miembros de tu familia están tu hermana Laura Corsini, que arrasa con su marca Bimani; y tu cuñada Cristina Oria, que se ha convertido en una de las más reputadas chefs de España y dirige con éxito junto a tu hermano sus tiendas y restaurantes. ¿Lleváis en el ADN el talento?

R: Sin duda. Mi hermana Laura y mi cuñada Cristina, casada con mi hermana Álvaro, su socio, son una referencia para mí y para todos en la familia. No solo por el talento sino, sobre todo, por el esfuerzo y el trabajo. La verdad es que, al ser tantos, a cada uno se le da bien hacer algo distinto.

P: Eres polifacética porque también tuviste una firma de ropa infantil.

R: Sí, fue justo cuando nació mi hija Julieta y decidí parar de trabajar unos meses y montar una marca de ropa infantil, Ma Petite Juliet. Llegué a tener tienda física dentro de Federica&co en la calle Hermosilla de Madrid. La crisis de 2008 me pilló de golpe, así que, cuando la situación era insostenible y ya no podía coser en los talleres locales y me tenía que ir a producir fuera de España, cerré ese proyecto.

P: Los Corsini, además de por ser grandes empresarios, también sentís pasión por el campo. ¿Es tu caso?

R: Mi padre y mi madre siempre han tenido casa en el campo. Me he pasado infinitos fines de semana y vacaciones allí, donde era y donde sigo siendo muy feliz. Algo que, por cierto, también ha heredado mi hija Julieta. Desde hace algún tiempo, me he puesto a estudiar más en profundidad la naturaleza, la vida de los árboles y, sobre todo, el apasionante mundo de la arquitectura animal, en especial los nidos de pájaros. Me gustaría poder aplicar estas enseñanzas en mis proyectos tanto de interiorismo como artísticos. Estoy en ello, así que ojalá pronto os pueda contar algo más.

P: ¿Qué te gusta hacer cuando no estás trabajando?

R: Me gusta mucho pasear por la ciudad, viajar, escribir, cocinar con mi marido y hacer manualidades con mi hija. Y, por supuesto, pasar todo el tiempo que podemos en el campo.

P: ¿Cómo compaginas tu trabajo con la maternidad?

R: Muy bien. Julieta ya tiene 12 años y es muy independiente. Además, mi marido me ayuda también mucho con ella.

P: Hace algo más de un año contraías matrimonio. Tu look nupcial fue un absoluto exitazo por su originalidad y elegancia, y en redes sociales fue muy comentado y admirado. ¿Esperabas que así fuera?

R: ¡Fue una auténtica sorpresa! Yo sabía muy bien lo que quería y también era consciente de que era muy arriesgado. Creo que fue un acierto total que fuera un tres piezas (falda con camisa y falda con body) ya que yo quería poder ponérmelo más veces y no solo el día de la boda.

P: ¿Cómo te ves dentro de veinte años?

R: Viviendo entre la ciudad y el campo.

P: Un deseo que le pidas a 2021.

R: Que no se parezca en nada a 2020.