La inversión inmobiliaria de Georgina Rodríguez para 'proteger' a los suyos

Si por algo es criticada Georgina Rodríguez en este momento de su vida, es por la ostentosidad con la que posa casi a diario en sus redes sociales. Sin embargo, las apariencias engañan, y ella misma ha dicho, cada vez que ha concedido una entrevista, que es una chica muy normal y muy sencilla.

Hace cuatro años que la conocemos y en ellos ha pasado de cero a cien en popularidad, de ser anónima a ser la mujer española más seguida de Instagram. Pero antes del ascenso meteórico, su vida era muy humilde, y su familia, más. Cuando ella nació sus padres se trasladaron a Jaca, pero antes de eso vivieron en Girona, donde nació su hermana Ivana, dos años mayor. Ahora, con una posición económica muy diferente a la de entonces, Georgina se ha permitido volver a sus orígenes, a través de su madre, y de paso, cuidar de ella.

Jamás hemos visto una imagen de Ana María Hernández, la madre de la modelo. Pero ella ha contado en más de una ocasión que están muy unidas. Por eso no es de extrañar, y más ahora que falta su padre, que haga todo lo necesario para protegerla. Incluido comprarle una casa en su tierra, Girona. Tenemos todos los datos de las primeras propiedades a nombre de la modelo.

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A finales de octubre de 2019, cuando la relación con el futbolista ya estaba más que consolidada y ambos llevaban un año instalados en Turín, Georgina se aventuró en el mundo de las inversiones inmobiliarias. En su caso, la elección no pretendía ser la más rentable, sino la más adecuada para su familia. A mediados de ese mes, la modelo viajó a la ciudad catalana para firmar la compraventa de la que es la primera vivienda de su propiedad.

Eligió una casa unifamiliar con una gran parcela ubicada en un pequeño pueblo de la provincia, en una urbanización apartada de la ciudad, rodeada de campo y en un estado bastante deteriorado. Pocos meses después, en febrero de 2020, hizo lo propio con otra vivienda en condiciones similares, aunque bastante más pequeña, en la calle paralela. No se trata de viviendas de lujo, ni de una zona exclusiva, los vecinos son personas de clase media, trabajadoras, en su mayoría gente del pueblo de toda la vida. Desde hace casi un año, la madre de Georgina ocupa la primera de ellas.

La han reformado y reacondicionado para que Ana María disfrute de una vivienda confortable y bonita. Allí pueden organizar sus encuentros familiares con la más absoluta discreción, y es que para la madre de la WAG esto es indispensable. La casa tiene una superficie de 98 metros cuadrados en una sola planta, su mayor atractivo es la parcela que la rodea, que con sus 372 metros permite hacer mucha vida al aire libre. De esta manera, la suegra de Cristiano Ronaldo ha podido dejar el alquiler en el que vivía en la ciudad catalana para trasladarse a un paraje natural y hacer vida en un espacio mucho mayor y más cómodo.

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La segunda parcela que la modelo adquirió, de momento, está virgen. Continúa tal cual la compró, sin reformar y sin alquilar. ¿La arreglará para poder viajar cerca de su familia y a su vez tener intimidad? ¿O seguirá los pasos de su ‘marido’ en los negocios del ladrillo y hará una reforma con el fin de alquilarla? De momento no ha movido ficha, y es que poco después de firmar la compra llegó la pandemia, lo que habrá dificultado las cosas tanto en una dirección como en otra.

Parece que sus palabras son ciertas y, más allá de las redes, Georgina es como dice ser. Una joven implicada con su familia, que conocedora de su privilegiada situación no duda en cuidar de los suyos y hacerles la vida un poquito más fácil.